Rubio junto a Jorge Javier Vázquez en una foto de ‘Desmontando a Séneca’.

Mañana sábado el Espai Cultural Can Ventosa acoge a partir de las 20.00 horas la exitosa obra de teatro Desmontando a Séneca. El protagonista es el televisivo Jorge Javier Vázquez pero el cerebro del texto, inspirado en la obra La brevedad de la vida del filósofo romano Séneca, es el conocido escritor, guionista y director de teatro cordobés Juan Carlos Rubio (Montilla, 1967). Un hombre con amplia trayectoria audiovisual, jalonada de numerosos premios tanto en el ámbito del cine como del teatro desde que estrenara su primera obra Esta noche no estoy para nadie en 1997.

En Ibiza, como en toda España, hay ganas de volver al teatro. ¿Es ahora más necesario que nunca?
—El teatro siempre es necesario. Una vez me dijo un médico que ellos cuidan los cuerpos y nosotros cuidamos las almas. Ahora, evidentemente, es muy necesaria una vacuna contra el coronavirus y también el trabajo que están realizando todos los sanitarios que están en primera fila, pero también son muy importantes otras cosas que nos aporten razones para vivir y en esto la cultura es fundamental. Nos identifica directamente como ser humano.

¿El teatro aporta eso tan bonito que es volver a encontrarnos?
—Sin duda. El teatro es un acto mágico donde se pueden compartir experiencias. Sucede lo mismo con un concierto, un espectáculo de danza o un monólogo... Lo importante es que no perdamos eso tan bonito que es compartir y estar juntos y por eso es muy importante que las ciudades y los ayuntamientos, como es el caso del de Ibiza, sigan apoyando y no cancelen las funciones con todo lo que está cayendo.

Además parece una buena manera de demostrar que la cultura es segura y que no tiene las aglomeraciones de otros lugares.
—Exacto. Está demostrado que cuando asistes a una función no te quitas la mascarilla para comer, te sientas guardando la distancia de seguridad, hay geles hidroalcohólicos por todos lados y en muchos sitios te toman la temperatura a la entrada. Yo diría que es casi imposible que te contagies del coronavirus viendo una obra de teatro o escuchando un concierto en un auditorio.

Hablando de la obra Desmontando a Séneca. ¿Qué podemos encontrar en ella?
—Pues muchas cosas. Por lo pronto a un Jorge Javier que está durante la hora y media que dura la obra él solo encima de un escenario. Lo hace de una manera muy distinta a la que estamos acostumbrados a verle en televisión. Es cierto que tiene guiños hacia lo que hace en su trabajo diario pero se trata de un discurso que él mismo hace sobre un libro de cabecera, La brevedad de la vida del filósofo romano Séneca, y en torno a ello van sucediendo muchas cosas. Creo que es una obra de teatro divertida, con reflexión y que genera un debate en todos aquellos que la ven.

Usted ya ha colaborado con Jorge Javier Vázquez en varias ocasiones. ¿Qué hace distinta esta obra a las anteriores?
—Principalmente que era un proyecto que tenía muchas ganas de hacer con él después de que sufriera el ictus. Tras recuperarse pensé que era ideal para él y su forma de entender la vida. El texto y la obra de Séneca nos habla de la vida y de cómo pasamos el tiempo acumulando riquezas, objetos y cosas materiales sin importancia, cuando realmente lo más valioso que tenemos es el tiempo, que se nos va sin darnos cuenta y sin que nunca podamos volver a recuperarlo.

Parece un texto escrito a medida para los tiempos tan duros que nos ha tocado vivir.
—Es cierto pero ya lo teníamos pendiente de antes. Lo que sucede es que desgraciadamente la pandemia lo ha puesto aún más actualidad.

Y quien le iba a decir a Séneca que pasados tantos siglos sus textos serían referentes en 2020...
—(Risas) Ya ves tú. Lo que pasa es que el ser humano no ha cambiado tanto durante todo este tiempo. Hemos evolucionado con las nuevas tecnologías y con todo lo que ahora tenemos a nuestro alcance tras siglos de descubrimientos pero siempre hemos tenido ese ansia por acumular y tener sin medida sin la percepción de que somos mortales y que es un viaje para el que ya tenemos comprado nuestro billete. La muerte es algo que tendría que enseñarse en las escuelas para quitarle importancia.

La lectura de La brevedad de la vida nos haría ser mejores?
—No se si tanto pero tal vez nos ayudaría a reflexionar un poco sobre nuestro día a día. No puede ser que estemos permanentemente enfadados por todo. Hay que disfrutar al máximo de la vida porque al final, lo aceptemos o no, todos nos vamos a morir igual. Nos empeñamos en acumular riquezas cuando lo más bonito del mundo es respirar o ver un atardecer.

Después de varias colaboraciones, Jorge Javier Vázquez afirma que solo quiere que lo dirija usted. ¿Cómo han llegado a tener ese feelling?
—Bueno hasta que le llame Almodóvar para alguna de sus películas (Risas). Lo cierto es que Jorge Javier tiene una imagen frívola para mucha gente pero realmente esconde dentro de él un comunicador y un showman brutal. Él siempre me dice que en las obras quiere hacer de sí mismo y eso es algo muy difícil para un actor de teatro. Parecer natural y tener capacidad de emocionar sin cambiar tu registro del día a día cuesta mucho y Jorge Javier, en muchas ocasiones lo logra.

Lo cierto es que es una figura que tiene muchos detractores y defensores...
—Es cierto. No deja indiferente a nadie. Pero Jorge Javier tiene un gran sentido del humor y le gusta reírse constantemente de sí mismo. Le conozco de hace muchos años y me gustaría seguir trabajando con él siempre que esta obra de teatro que es la vida nos permita seguir juntándonos.

Usted también ha sido guionista en algunas de las grandes series españolas de la historia como Farmacia de Guardia o Manos a la obra. ¿No le pica el gusanillo de volver a la televisión?
—No te lo voy a negar porque ahora mismo España vive un momento glorioso en cuanto a series se refiere. Se está trabajando muy bien en muchos aspectos y el reconocimiento internacional está ahí. Yo ya trabajé en series que tuvieron un gran reconocimiento y me encantó, lo que sucede es que el teatro me tiene enamorado y atrapado. La relación que tienes tan directa y tangible con el público no se puede cambiar por nada.

¿Y el cine? Ahora está a punto de estrenarse El inconveniente, de la que también es guionista...
—El cine también es muy bonito. El inconveniente, protagonizada por Kiti Mánver, Juana Acosta o José Sacristán, está inspirada en una obra de teatro mía que se llamaba 100 metros y que tuvo un gran éxito. La película ha tenido una gran acogida en el Festival de Málaga, consiguiendo cinco premios, entre ellos el de mejor actriz para Kiti Mánver. Lo cierto es que nunca he dejado de lado el sector audiovisual pero es que para mí el teatro tiene algo que me encanta y que no puedo definir con palabras.

¿Esa magia que hace que siempre siga vivo a pesar de las crisis?
—Exacto. La magia del teatro es única porque se genera algo con el espectador que no es comparable con nada en el mundo. La gente está deseando que le cuenten historias y nosotros deseando contarlas.

Desmontando a Séneca
Teatro
l Mañana
l 20.00 horas
l Can Ventosa (Ibiza)
l 20 euros en www.eivissa.es - 23 euros en taquilla