Rafael Tur Costa durante una de sus últimas exposiciones en Sa Nostra, en el año 2019. | MARCELO SASTRE

Rafael Tur Costa (Santa Eulària des Riu, 1927) falleció ayer por la mañana por coronavirus dejando un profundo hueco en la cultura y la pintura en Ibiza. Según informó su hijo, Marcos Tur Witt, a través de las redes sociales, se encontraba asintomático hasta el lunes pero la enfermedad avanzó rápidamente y finalmente se lo llevó sin que sufriera lo más mínimo. Durante los próximos días el Estudi Tur Costa organizará un acto para que toda la gente de la cultura de Ibiza pueda despedir como se merece.

Se marcha a los pocos días de que se inaugurara una exposición retrospectiva en Es Baluard Museu de Palma titulada La llum del fragment compuesta por obras creadas desde los años cincuenta hasta nuestros días y que aún se podrá ver hasta el 18 de abril de 2021.
Considerado como «el primer artista abstracto formado en Baleares» y «un testigo primordial de la Ibiza cultural y tradicional que atrajo el interés de artistas y galeristas en los años cincuenta del pasado siglo», con 15 años comenzó sus estudios de dibujo en l’Escola d’Arts i Oficis d’Eivissa aunque siempre se consideró de formación autodidacta.
Entabló sus primeros contactos con el arte de vanguardia europeo con 28 años, cuando en 1955 llegan a la isla de Ibiza un grupo de alumnos de Escuela Superior de Bellas Artes de Berlín encabezados por el profesor Curt Lahs, entre las que se encontraba la que luego fue su mujer, Anneliese Witt. Por ello, la obra de su primera etapa estuvo influenciada por ellos y por el Grupo Ibiza 59 del que recibió influencias formales, caracterizándose por la yuxtaposición matérica de formas, el color negro y las pasta espesa para cubrir toda la tela.

En los setenta, Tur Costa apuesta por la línea como gran protagonista, junto a la forma y la estructura, con composiciones geométricas de formas planas y colores puros sobre superficies blancas. Fue una preparación para su salto al collage que desarrolló posteriormente en piedra, madera, cartón o tela con formas geométricas, líneas rectas, recortes de periódicos y varias tonalidades de color sobre fondo blanco. Ya en los ochenta dio un giro más introduciendo gradualmente la superposición de capas, elementos y materiales para dar relieve escultórico a su obra.

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Exposiciones, libros y premios
Inauguró su primera exposición individual en Ibiza en 1962 en la Sala de Exposiciones de la Caja de Pensiones y, desde entonces expuso de forma regular durante más de 40 años en la Sociedad Cultural Ebusus, la Galería Carl van der Voort, Sa Nostra, el Salón Internacional de Arte de Ibiza, El Corsario de Ibiza, la Galería Ivan Spence, o el Museu d’Art Contemporani, quien le dedicó dos retrospectivas, en 1983 y 1997. Además, expuso a nivel nacional en Barcelona, Palma, Tarragona, Madrid, Zaragoza Alcúdia, Salamanca y la última en Es Baluard y a nivel internacional en Alemania, Estados Unidos, México, Suiza, Francia, Italia, Australia o China. Incluso, su obra forma parte de museos y colecciones en Ibiza, Palma, Barcelona, Zaragoza, Chile, México o la ciudad india de Nueva Delhi.

Además, en 2007 publicó el libro Un muchacho ibicenco en la Guerra Civil, en el que relata su experiencia durante la contienda y los años inmediatamente posteriores.

Por todo ello, a lo largo de su vida Tur Costa recibió la Primera Mención del Premio Internacional Joan Miró de Barcelona en 1973, el Premio Ramon Llull de las Artes, otorgado por el Govern Balear en 2001 y el Premio Xarc del Ayuntamiento de Santa Eulària en 2008.