El reparto de la serie, en estas casi tres décadas desde que se estrenó, ha vivido dos vidas diferentes. La de sus personajes y las propias, que están íntimamente ligadas. Y al menos una de esas vidas ha sido compartida por millones de seguidores en todo el mundo.

Lo más difícil de una serie es trascender la pantalla. Eso a Friends no le costó nada. Dos décadas después, todavía podemos oler la cocina de Monica o escuchar el sarcasmo de Chandler. Sigue resonando el eco del grito de Ross por su bocadillo o imitamos a Joey preguntando cómo va eso.

Todavía tarareamos las locas letras de Phoebe y nos preguntamos si Rachel tenía razón y no estaban en ningún descanso.

Friends es universal, y con motivo de la reunión especial que hoy estrena HBO España, personalidades de la Isla relacionadas con el mundo del cine y la televisión cuentan su relación de amor hacia el sexteto neoyorquino.

Laura Gost, ganadora de un Goya por el cortometraje de Woody & Woody, lo tiene claro: «Es la mejor sitcom que se ha hecho». Para ella, es una serie que «te puedes poner en cualquier momento de tu vida y estado anímico» y su éxito tiene que ver con «que los personajes están tan bien definidos».

Ella, que siente predilección por Ross, el «personaje más delicioso», también confiesa que ha podido hacer algo de daño la serie porque «muchos pensábamos que ser adulto iba a ser estar todo el día con tus amigos tomando café». En cualquier caso, «aguanta el paso del tiempo, que es lo que tienen los clásicos». Hoy, ella será una de las que vean la reunión y no descarta soltar alguna lagrimita.

Por su parte, Sandra Seeling, directora del Evolution! Film Festival, admite «estar obsesionada con Friends» y explica que la serie supone «un lugar seguro donde reír, llorar y olvidar nuestros problemas diarios. Significa comodidad» y añade que «todos nos identificamos de alguna manera: amigos, hermanos, padres, está todo ahí».

De los diferentes amigos, Seeling se ve «reflejada en todos ellos» , pero si tuviera que elegir sería a Phoebe, por su «personalidad única. Me encanta su charla sin sentido y cómo es ella misma sin importarle lo que piensen los demás». Además, le parece una buena idea que no hayan retomado sus viejos personajes, de este modo «no han de recrear todo un nuevo universo para sus yoes mayores». Por último, destaca que la serie permanece «muy actual», aunque si se hubiera hecho hoy en día «habría cosas diferentes, sobre todo en temas de diversidad e inclusividad».

Cambios

En cambio, Javier Pachón, presidente del CineCiutat, no comparte que «se juzguen obras de otros tiempos con el prisma de hoy» y señala que «Friends me parece fantástica para lo que fue, porque tampoco quería cambiar el mundo». De todos los personajes, se encuentra dividido. «Yo me identifico más con Chandler, pero curiosamente toda la gente que me conoce dice que soy más como Mike, lo que me halaga y sorprende al mismo tiempo».

Sobre la reunión, la verá «por supuesto», pero no oculta que será «un ejercicio de nostalgia» al que «hay que subirse para dar una vuelta, como en un tren». Al fin y al cabo, el grupo de amigos «forma parte de mi vida».

Por último, el crítico cinematográfico J. C. Romaguera destaca el impacto que tuvo la serie «desde que sonó por primera vez aquella sintonía de la intro de The Rembrandts». Según explica, «supuso una novedad y una fórmula para conectar con un abanico de espectadores que acababan de entrar en los 20 o llegar a los 30».

A nivel personal, Friends es «volver a reír, a tener una sonrisa» a través de gags que siguen funcionando, por mucho que «estos 20 años le hayan pasado por encima con los cambios de la sociedad y la ruptura de estereotipos». Al fin y al cabo, no deja de ser «hija de su tiempo». En cualquier caso, Romaguera, que se siente «miembro de la familia Geller», considera «inteligente» la reunión, la cual verá como todos ya que, una vez más, el grupo está ahí para nosotros.