Xavier Mas ayer por la mañana en la zona de los alrededores de Sa Carroca. | Marcelo Sastre

Este domingo a partir de las 21.00 horas, el conocido biólogo y fotógrafo mallorquín afincado en Ibiza desde 2006 será uno de los protagonistas de la clausura de la exposición de fotografía MARE que ha acogido durante estos meses el nuevo Auditorio Caló de s’Oli en Cala de Bou, organizada por el Ayuntamiento de Sant Josep, la iniciativa Salvem sa Badía, Foro Marino y Marilles Foundation. Además, el acto se completará con la proyección de la película Lo que el pulpo me enseñó, por la que Pippa Ehrlich y James Reed consiguieron en 2020 un Óscar al mejor documental.

Biólogo, instructor de buceo Nacional 3 estrellas FEDAS/CMAS y considerado como uno de los grandes referentes del mundo de la fotografía submarina en España. ¿Cómo descubrió este mundo?
—Fue hace casi 30 años gracias a los documentales de Jacques Cousteau o Félix Rodríguez de la Fuente. Empecé a bucear con 16 años y rápidamente descubrí que tenía que compartir todo lo que veía en el fondo marino con mi familia. Y entendí que para ello lo mejor era la fotografía.

¿Recuerda aquellos primeros momentos?
—Por supuesto. Al principio me compré cámaras humildes de carrete o de usar y tirar pero luego este mundo me enganchó tanto que fui mejorando hasta tener el equipo que tengo ahora.

Me imagino que todo habrá cambiado mucho. ¿Siente nostalgia de aquellos años?
—No se si tanto porque todo era completamente diferente. Recuerdo que usaba un carrete de 36 fotografías y que siempre dejaba algunas libres sin hacer al final por si me encontraba alguna sorpresa en los momentos finales de la inmersión. Además, como yo revelaba en diapositiva tenía que esperar unos días para ver el resultado final.

Hay quien dice que usted es uno de los pioneros en la fotografía submarina en España.
—No lo creo. Cuando yo empecé en este mundo ya había otros antes que yo que llevaban muchos años trabajando y que a mí me enseñaron muchísimas cosas.

En todo este tiempo, ¿qué es lo más espectacular que ha fotografiado?
—No te sabría decir porque cada fotografía y cada momento es único. Por ejemplo la imagen que han mandado desde la exposición MARE de un pulpo es muy bonita porque sale el animal con la luz perfecta al lado de la posidonia. Y este verano también ha estado muy bien porque he tenido la inmensa fortuna de haber estado fotografiando tintoreras en el Cantábrico, algo que tenía muchas ganas de hacer desde hace mucho tiempo.

Lleva desde 2006 viviendo en Ibiza y aquí ha hecho muchas fotografías submarinas y de naturaleza. Habrá pocos que se conozcan tanto estos fondos marinos como usted...
—Tal vez pero la intención de mis fotografías de Ibiza, al igual que las que hecho en otros lugares, es que se conozca la biodiversidad que hay en nuestros fondos marinos y su importancia para nuestro día a día.

¿Y cree que la gente sabe esto?
—Pienso que cada vez más las nuevas generaciones están más concienciadas pero aún hay mucho trabajo por hacer.

¿Por qué?
—Porque solo hay que ver como están algunas zonas de Ibiza. Hace unos días estuve en un lugar donde ahora el agua es verdosa y tiene una capa enorme de aceite cuando en el resto del año el agua es azul y transparente. Eso es una señal de que no acabamos de hacer bien las cosas del todo.

¿Cree entonces que una imagen vale más que mil palabras?
—En ocasiones. Pero también es cierto que hasta que las administraciones no se pongan firmes y empiecen a tomar medidas serias contra aquellos que no cumplen las normas y dañan nuestro medio ambiente no habrá nada que hacer. Por mucho que yo enseñe lo bonito o lo malo que hay en el fondo del mar en mis fotografías si la gente no está concienciada seguiremos igual que hasta ahora.

Pero hay imágenes que impactan, para bien y para mal, y hacen pensar.
—Es cierto pero todo está en nuestras manos y en las de las administraciones. Hace una semana estuve haciendo fotografías de las mascarillas que hay a la deriva en el mar con el daño que eso provoca. Hay muchísimas pero por mas que yo lo enseñe si no tomamos conciencia de que las mascarillas no se pueden dejar en cualquier lado o que las basuras no pueden estar a rebosar seguiremos sin haber entendido nada.

¿Cree entonces que en Ibiza se ha conseguido algo o vamos a peor?
—Algo hemos conseguido pero queda mucho por hacer. Yo llevo en la isla de Ibiza más de 15 años y he visto como hay zonas que se han conseguido conservar muy bien, sobre todo en las reservas naturales, con respeto a la fauna, la flora y sin mucha afluencia de gente. Sin embargo también hay algunas que han ido a peor claramente, víctimas del turismo y la masificación sin control que tanto daño hacen y que han provocado un descenso del número de especies marinas de todo tipo o de la posidonia.