TéCanela lo componen el dúo formado por Jano Fernández y Ariadna Rubio.

El ciclo Cantares de Colores que se ha celebrado este mes de septiembre en el bar, restaurante y sala de conciertos Es Birra de Es Canar se clausura el sábado con la actuación de dúo de cantautores TéCanela, compuesto por Ariadna Rubio y Jano Fernández. Una maña que toca la flauta travesera y la percusión y un cántabro guitarrista que fusionan sus voces para seguir reinventando el género desde que en 2015 se animaran a grabar un vídeo para un concurso de Rozalén. Ahora, seis años después, tras viajar por Sudamérica, sacar su primer disco mediante crowfunding en 2017, Las dos caras del hilo, y componer éxitos como La rumba del tartamudo o Ratón de alcantarilla, actuarán por primera vez en Ibiza a las puertas de publicar en octubre su esperado segundo trabajo discográfico. Un disco del que ya han adelantado su primer single, la reivindicativa y movida canción Empieza la función.

La semana pasada debutó Pedro Pastor en Ibiza y el sábado lo harán ustedes. ¿Tanto miedo hay entre los cantautores a venir aquí?
—Ariadna Rubio. (Risas). No creo que sea miedo aunque si hay una sensación de que Ibiza no es de los lugares más idóneos para que te puedan llamar teniendo en cuenta la música que hacemos. Pero afortunadamente si que estamos viendo que hay un público al que les gustan los cantautores porque ya están todas las entradas vendidas.
—Jano Fernández. Además a nosotros en las islas siempre nos ha costado más llegar, tanto a Baleares como a Canarias, por el miedo que tengo a volar. Afortunadamente poco a poco lo he ido superando (Risas).

Una zaragozana y un cántabro… ¿Cómo nace TéCanela?
— J.F. Pues entre reuniones de amigos. Un día tocando la guitarra con cuatro acordes sencillos nos dijeron que por qué no grabábamos algo. Nos fueron animando, insistiendo y un día para un concurso nos lanzamos. Grabamos un vídeo en Youtube con lo primero que se nos ocurrió y para nuestra sorpresa tuvo un gran éxito.
— A.R. Sí, tuvo una repercusión que no esperábamos. Eso nos animó a seguir grabando y después vino el viaje a Sudamérica que lo cambió todo.

¿Por qué?
—-A.R. Porque nos planteamos que la música fuera el motor del viaje aprovechando para empaparnos de todo los que fuéramos viendo y conociendo. Además tuvimos la suerte de tocar en bares, salas de concierto o en la calle y eso nos enriqueció muchísimo. Fue un no parar muy productivo.

Y de ahí a grabar el primer disco, Las dos caras del hilo, en 2017.
— J.F. Si fue todo como muy rápido. En algo más de un año habíamos pasado de tocar con amigos a viajar y actuar por Sudamérica y a tener nuestro primer disco físico en nuestras manos.

El disco lo grabaron gracias a una campaña de crowfunding que fue todo un éxito.
—-A.R. Es verdad. Tuvo una respuesta increíble por parte de todo el mundo. Nuestro objetivo eran 6500 euros y para nuestra sorpresa lo conseguimos a la semana. Era como si todo el mundo se hubiera vuelto loco por ayudar a un grupo como nosotros que no era conocido en ese momento. Así que sí, súper agradecidos a los que aportaron su granito de arena para hacer posible este sueño.

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En los tiempos que corren para la música, ¿es de locos, valientes o románticos sacar un disco físico?
— J.F. A nivel mental es una reventada increíble porque hay muchas cosas por detrás que no se ven. Afortunadamente ahora hay muchos más medios al alcance de los músicos que empieza y que ayudan aunque obviamente no son tan profesionales como un estudio de grabación. Y eso al final ayuda bastante y más teniendo en cuenta que venimos de dos años muy duros.
— A.R. Yo creo que sacar un disco físico es una necesidad, casi romántica, si te dedicas a la música. Es como el final del camino si compones letras y les pones música. Es el motor que te hace que sigas mejorando e innovando.

¿Rompe esa frialdad que tienen las plataformas de descargas?
— J.F. Sí. El disco genera con el público una conexión directa que no te da un ordenador o un teléfono móvil. Genera cercanía con el que te escucha. Eso es algo que notamos en los conciertos cuando la gente se acerca para comprar el disco, hablar con nosotros y compartir experiencias. Y eso es algo muy bonito.

Consiguieron un gran éxito con La rumba del tartamudo que cantaron con Tomasito y que fue elegida por la Fundación Española de la Tartamudez para celebrar su día internacional. ¿Cómo surgió la idea de esta canción?
— A.R. Pues un poco de casualidad. Es una letra que compuso Jano en 2015 para llamar la atención sobre el colectivo. No había más. Por eso fue una gran sorpresa cuando nos llamaron desde Argentina y España para preguntarnos si la podían usar. Y por supuesto que les dijimos que sí.
— J.F. Sí, además para nosotros ha sido una gran satisfacción porque ha tenido una repercusión muy bonita, llena de alegría y naturalidad. Y eso al final es lo más importante para una campaña tan importante.

Las letras de su primer disco y la del adelanto del segundo, Empieza la función, son muy críticas y comprometidas. ¿Eso se da por obligado cuando se es cantautor?
— J.F. Querría pensar que sí porque estamos convencidos que la música puede mover montañas y conciencias. Creemos de que hay que intentar remover conciencias por dentro y por fuera aunque también sabemos que nunca estaremos en posesión de la verdad absoluta. Solo se trata de componer una letra entre los dos, dando nuestra opinión, y que luego el público decida si está de acuerdo.
— A.R. Lo de generar opinión o ser comprometido no es solo de los cantautores. También se lleva haciendo hace tiempo en otros estilos.

Muchos asocian, de forma errónea, al cantautor como aburrido pero ejemplos como TéCanela ¿demuestran que el género se está renovando?
— A.R. Por supuesto. La renovación ya empezó con Rozalén, el Kanka, El niño de la hipoteca y después el resto nos hemos sumado aportando cada uno nuestra forma de entender la música y el género. Todos bajo una misma premisa y una misma dirección pero con nuestra personalidad.

Viéndoles actuar y a Pedro Pastor el pasado sábado, a mucha gente se la habrá desmontado el mito de cantautor soso y lento…
— A.R.(Risas) Espero que sí por favor. Además, yo no creo que por ver a Mercedes Sosa o Silvio Rodríguez en concierto te quedes dormido. Son ideas preconcebidas que se han ido desmontando afortunadamente con el paso del tiempo. Además cada concierto es diferente aunque si que creo que si hay algo que nos une a todos es la complicidad que establecemos con el público y que difícilmente se da con otros géneros.

* TéCanela. Cantares de Colores. Sábado 25 de septiembre a las 21.00 horas en Es Birra. Es Canar.