La mayor parte de la muestra fue creada durante el periodo del confinamiento, si bien alguna de las piezas ya formó parte de la serie Autarquía que Asensio presentó en el colegio de Arquitectos hace un par de años. De esta manera el artista crea un diálogo, una continuidad y ciertos guiños entre sus exposiciones. Así ocurre también entre las obras expuestas en los dos espacios que albergan Punto de fuga, la nueva muestra de este artista ibicenco nacido en Cuenca.
«El artista es como el farero, está allí expectante, mira lo peligros, ve lo que hay e intenta mejorar la vida de los demás desde sus reflexiones. Eso conlleva una soledad muy grande»
Dos exposiciones en una
Nada mejor que las palabras del artista para describir una exposición que «conjuga el color, las líneas, los espacios, los tiempos y las reflexiones que se puedan dar entre ellos».
Asensio describe así una de las líneas de su exposición, la más pictórica, por que Punto de fuga, también muestra otra línea más conceptual a base de los objetos que Asensio crea a modo de metáfora.
Evolución
Una línea que continúa la que el artista ya mostró en sus exposiciones Desarrollo Insostenible, El silencio de las horas, o Futuros perdidos donde Asensio «planteaba una utopía con una gran instalación rodeada de cuadros en los que las líneas estaban cerradas, entonces el mundo era más feliz». A lo largo de las siguientes exposiciones las reflexiones y el discurso de Asensio han ido evolucionando hasta esta última muestra en la que el artista plantea «¿Utopía?, ¿distopía?, no: reflexión. No tengo conclusiones, lo que hago es ampliar las preguntas» . De esta manera Pedro Asensio considera que «la obra no se termina hasta que el espectador no la mira, reflexionando sobre ella. Cuando miras un cuadro estás pintando conmigo».
Una excelente exposición, que invita a reflexionar y, tal como explica el propio Asensio, pintar los cuadros con él.
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