La Terapia Gestalt es una terapia psicológica humanista que busca desarrollar el potencial humano y el crecimiento personal. Procura integrar las conductas, sentimientos y pensamientos del paciente, de manera que sus intenciones y acciones estén enfocadas en conseguir una salud mental óptima.
Asimismo, «la Terapia Corporal Integrativa se basa en el estudio de los diversos bloqueos que vamos sufriendo en la infancia, por todo el cuerpo, como cosas que nos niegan o impulsos que no han sido conseguidos. Debido a ello el cuerpo se tensa y, como consecuencia, de mayor el cuerpo está tenso», explicó la escritora a Periódico de Ibiza y Formentera. «En esta terapia se hacen diferentes ejercicios energéticos corporales uniendo diversas técnicas, como masajes, para ir sacando los bloqueos hacia afuera».
«Uno de estos bloqueos es el de no dejar sacar el llanto y queda reflejado en la musculatura», explica. Y eso es lo que ha intentado reflejar en el libro, por eso y porque es madre de tres hijos, de tres, cinco y siete años, según precisó. Todas estas terapias la han ayudado a redescubrir su propia infancia para intentar mostrar cómo es a sus hijos. Por ello, «lloro delante de ellos cuando me siento triste, explicándoles un poco lo que me pasa». También le ha ayudado a escribir el libro el proyecto Bosque Tribu, que desarrolló con niños de uno a seis años y su experiencia como profesora de teatro y yoga para niños.
El libro narra cómo en una familia los padres ayudan a sus tres hijos, Leo, Gael y Mar, a sacar el llanto y éstos, a su vez, a sus amigos y a sus padres.
El objetivo del libro es «acompañar al niño cuando surge el llanto, ayudarle a transitarlo y explicarle corporalmente qué pasa cuando se saca el llanto, para ello está escrito mediante rimas y repeticiones, basadas en el método de pedagogía Waldorf (R. Steiner) que enganchan al niño y hacen que se las aprenda de memoria», comenta la escritora. En este cuento la frase más repetida sería «saca el llanto de tu interior y blandito quedarás con amor».
Además, al finalizar el libro, aparecen los tres pasos a seguir cuando el niño llora. «El primero sería nombrar la situación de lo que ha ocurrido, mirándoles a los ojos, quitando cualquier tono emocional, el segundo animarles a que saquen el llanto, y el tercero preguntarles cómo prefieren gestionar y transitar el llanto».
En cuanto a las ilustraciones del libro son de la amiga, artista y ceramista Eugenia Borboleta, que fueron creadas en una estrecha colaboración con la escritora durante el confinamiento. Dicha ilustradora tenía un laboratorio de arte para niños y «a través de sus experiencias con los niños junto a la delicadeza y sutileza de las cosas pequeñas y del ir despacito de sus dibujos a la acuarela pudo crear las ilustraciones del cuento», apuntó García.
En este sentido, especificó que «los colores alegres y más livianos se identifican con los niños más blanditos y los más duros y fuertes con los niños más tensos y, por ello, los colores más oscuros corresponden al padre, que es el personaje más tenso». También «las acuarelas han sido creadas en una sola lámina, artesanalmente sin capas de Photoshop», matizó la autora.
Nunca olvides llorar forma parte de una colección titulada Sanando la infancia, cuyo próximo libro será Somos Piel en el que trata la importancia del tacto en la infancia. También piensa en otros libros futuros que tratarán el tema de la rabia, cómo canalizarla, o el tema de la tribu, cómo volver a vivir en comunidad.
De momento, este libro solo puede adquirirse de forma privada a través de su correo personal: adelagcastiella@gmail.com.
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