Vicente Tur Noguera emigró a Venezuela con 17 años, donde aprendió de manera “completamente autodidacta” la elaboración del café. “Mi padre es el ejemplo perfecto de una generación de gente que se ha hecho a sí misma.

Sin apenas formación emigró cuatro años a Venezuela, pero siempre tuvo a Eivissa en el pensamiento; siempre tuvo la idea de volver. De hecho, no fueron cuatro años fáciles para él”, explica Rosario Tur, hija de este emprendedor que en 1958 volvió a la isla y decidió fundar Cafés Ibiza, una de las empresas con más solera de las Pitiüses y que, con los años, exporta sus productos a países como Alemania, Reino Unido, Austria, Holanda y “próximamente también podremos ver Cafés Ibiza en Polonia”, explica Rosario Tur.

‘BOOM’ TURÍSTICO. La creación de Cafés Ibiza (en 1958) coincidió con el despertar turístico de la isla en los 60, lo que propició que con los años fuera ganando mercado y clientes. “Mi padre tuvo la suerte de ahorrar en Venezuela y regresar a Eivissa para montar un pequeño negocio. Poco a poco, y a medida que el sector turístico se iba desarrollando, vendíamos cada vez más. Nuestra empresa siempre ha estado vinculada a la economía turística de la isla”, explica la hija del fundador, quien reconoce que cuando era pequeña interiorizó “que iba a estar al frente del negocio”.


Y así fue. Acabó sus estudios en Ciencias Económicas y Empresariales y regresó a Eivissa para, poco a poco, situarse al frente de la empresa familiar. “De mi familia aprendí, entre otras cosas, que el trabajo es un valor. Yo crecí viendo cómo mi padre amaba este negocio y, sin palabras, me transmitió esta pasión. Era una persona con mucha paciencia; muy templada. Nuestro secreto para que el negocio familiar se mantenga vivo con el paso de los años es trabajar con constancia y hacer las cosas bien, con cariño y ganas”. De hecho, el sentir la empresa “tan tuya”, según explica Tur, es la principal ventaja e inconveniente de un negocio familiar: “La sientes tan dentro de ti que interiorizas todo, lo bueno y lo malo; te duelen mucho los problemas”.


La empresa ha sido reconocida en las Pitiüses por su más de medio siglo de trayectoria empresarial con el premio Posidònia que le entregó el año pasado la Cámara de Comercio de Eivissa y Formentera. Un reconocimiento tanto al trabajo anterior como al actual.

LAS CIFRAS. Con una plantilla de 24 trabajadores únicamente en Eivissa y una facturación anual entre 2,5 y 3 millones de euros, Cafés Ibiza produce al año 130 toneladas de café, que equivale a 18,7 millones de tazas, de las que aproximadamente un 5% se exporta a países europeos.


La empresa compra el café “verde”, es decir crudo, en países productores, principalmente Brasil, Nicaragua, Bolivia y La India. De estos países viaja a Eivissa, donde se tuesta, mezcla y envasa. “Tostamos las cantidades exactas de lo que vamos a sacar al mercado porque nuestra baza es la frescura. En una isla tan pequeña, y con un sector industrial casi inexistente, somos afortunados de tener un tostadero cuyos granitos han sido tostados hace apenas unos días, por lo que tenemos la posibilidad de tomar un café con plenas cualidades de aroma y sabor”, asegura la propietaria de esta empresa. Una vez envasado en paquetes que no han cambiado el diseño desde que se creara la empresa (y que reflejan los colores del café) se distribuyen a hoteles, restaurantes, cafeterías y tiendas de alimentación. En total, Cafés Ibiza llega a alrededor de un millar de establecimientos de restauración y hoteleros, pero es una cifra variable: “En una isla tan turística son muchos los negocios que abren en verano y luego cierran. No es una cifra cerrada. Lo que sí es verdad es que intentamos llegar hasta el rincón más recóndito de la isla”, comenta Rosario Tur.

INNOVACIÓN. Debido a la gran demanda del cliente asiduo a tomar café de esta empresa en cafeterías y restaurantes, por ejemplo, Cafés Ibiza lanzó este año el formato de café 100% arábica en una lata de 250 gramos y molido “especialmente para los hogares”. “Y cuando se acaba el café queda una preciosa lata para guardar cosas”, añade Tur. A esta innovación se suma el café en cápsulas y un estuche en el que el paquete de café se acompaña de una taza para degustarlo. Además apuestan por diversificar y este año han empezado a producir una deliciosa miel artesanal.


La gerente explica también que la crisis les ha afectado “como a todo el mundo”, pero asegura que tienen “la suerte” de que la alimentación es un sector “más estable” que otros como la construcción o la automoción. En este sentido, no han recortado plantilla: “Hemos mantenido siempre el mismo equipo humano (24 personas) porque con menos gente el servicio que vayamos a dar no puede ser mejor. Habremos sacrificado parte del margen comercial, pero hemos mantenido la plantilla para dar un buen servicio”, apunta.


Sobre el futuro de Cafés Ibiza, Rosario Tur asegura que le gustaría que sus dos hijas se dedicaran al negocio familiar: “Aún son muy pequeñas, pero sí que es cierto que ven a su madre haciendo cosas y me siguen emocionadas. A mí lo que me gusta es que como son dos, si se dedicaran a seguir con la empresa se podrían apoyar mucho la una a la otra, porque yo a veces me siento un poco sola”, concluye.