Pulsa sobre la imagen para ampliar el gráfico "Hoteles baleares en el mundo" | Santiago Viedma

La industria hotelera balear ha sido pionera en muchos sentidos, pero en especial por su capacidad de expansión fuera de nuestras fronteras. Así lo demuestran datos como que la cadena mallorquina Riu Hotels se ha convertido en la empresa líder española en lo que se refiere a nivel de facturación hotelera. Mientras que otra balear, Meliá Hotels International, abandera la oferta hotelera en el mundo y en España, junto a NH Hoteles. Son solo dos ejemplos de la presencia de esta industria tanto en Balears como en el resto del mundo.

A día de hoy, las cadenas y grupos hoteleros insulares cuentan con 389 establecimientos en 43 países, principalmente situados en la zona del Caribe (ver gráfico).

La actividad relacionada con el turismo es un modelo en constante cambio, y eso lo sabían bien los hoteleros baleares cuando iniciaron esta empresa en los años 30 con la llegada de los primeros turistas a las Islas. Así, poco a poco, se fue forjando una industria que se ha convertido no solo en motor económico de las Illes Balears, sino también modelo a seguir para las empresas hoteleras extranjeras.

La expansión internacional de las cadenas y grupos hoteleros de Balears se inició en 1985 cuando el grupo Barceló abrió un establecimiento en la República Dominicana. Ese mismo año, el presidente de la cadena Meliá, Gabriel Escarrer, se expandía en Asia-Pacífico con el Meliá Bali Hotel. Les siguieron los grupos Riu, Iberostar, Piñero, Palladium, hasta llegar a los 15 grupos hoteleros actuales que cuentan con inversiones en el exterior.

Pero, ¿cómo se originó esa expansión? ¿Qué motivos llevaron a los hoteleros, principalmente mallorquines, a salir fuera? Lo explica el doctor en Economía de la Universidad Jaume I, Carles Mulet, actual profesor de la UIB y que realizó su tesis doctoral sobre la expansión de las cadenas hoteleras.

Mulet asegura que la expansión de los baleares al Caribe no se consolidó hasta los años noventa, motivada por su afán de expandir el negocio. “En el Caribe encontraron las condiciones paisajísticas y climáticas idóneas para dar cobertura a un turismo de sol y playa que conocían muy bien”, asegura. Además, estos empresarios se encontraron que en el Caribe “el precio de los terrenos eran mucho más barato, así como el precio de la construcción de sus hoteles”, añade el profesor.

Estos dos factores, unidos “a un sistema de comunicaciones factible”, propiciaron el gran auge hotelero balear en la zona caribeña. De esta manera, en pocos años, las cadenas más grandes como Riu, Barceló o Meliá “coparon la zona” ya que el modelo hotelero en el Caribe tenía una “gran rentabilidad” económica.

Por su parte, decano del Colegio de Economistas de Balears, Onofre Martorell, apunta también que el hecho de poder tener abiertos los hoteles 365 días al año fue el gran catalizador. “El Caribe lo inventamos nosotros”, exclama al referirse a la idea que hoy se tiene de playas paradisíacas y relax. Además, desde Balears también se potenciaron conceptos como el “todo incluido” o el sol y playa sin estacionalización en unos establecimientos de 4 estrellas como mínimo. “Allí no se entiende la estacionalidad”, añade Mulet mientras recuerda que “los hoteles están a pleno rendimiento los 12 meses del año. A lo que hay que añadir un coste de personal inferior”. Así pues, los beneficios de tales inversiones -también millonarias- salen a cuenta.

CAMBIO DE MODELO. Eso sí, en estos casi treinta años de expansión ha cambiado mucho el modelo de gestión hotelera. Durante los primeros años, los propios hoteleros fueron los encargados de la construcción de los establecimientos en unas zonas con un turismo aún por explotar.

Ahora esta dinámica ha cambiado, y “hoy la mayoría de los hoteleros solo realizan la gestión, y son otros empresarios los encargados de las inversiones para la construcción del establecimiento”. “La figura de la propiedad es un elemento muy importante a destacar”, explica Mulet, ya que el cambio de modelo de hotelero-propietario a hotelero-gestor, aportando su marca propia, “sale más rentable, porque lo realmente rentable es la gestión”, asegura. “Para ello buscan a socios locales que hagan la inversión, mientras que los hoteleros controlan la gestión de estos. A esta tendencia se han unido las principales cadenas hoteleras; tal vez Riu sea la más divergente en este camino, ya que continúa ostentando bastantes hoteles en propiedad”, añade el profesor universitario de la UIB.

GESTORES. Este cambio de dinámica no solo la realizan los hoteleros baleares. El gigante CH Intercontinental, con más de 650.000 habitaciones alrededor del mundo, no tiene nada en propiedad. Mulet apunta también que hubo un momento en que los hoteleros insulares apostaron por las franquicias pero tuvieron malas experiencias en determinados países como Cuba, “donde incluso el Gobierno llegó a expropiar un hotel de Meliá”. “Meliá fue precisamente quien cambió de estrategia a principios de 2000. Ahora lo hace en gestión. Es más rentable”, remarca el experto.

Y como suele suceder en muchos campos empresariales, si una dinámica funciona bien, otros siguen la misma estrategia. Y así hasta convertir las cadenas hoteleras de las Islas en ejemplos de propiedad o gestión para países como República Dominicana (con 55 hoteles baleares); México (con 66 hoteles) o Cuba (45 hoteles). Y es que los expertos apuntan que más del 60% de las camas hoteleras del Caribe son de baleares. Brasil, Croacia, Túnez, Portugal o Bulgaria son otros de los destinos mundiales con gran presencia balear. Mientras que Europa y Asia Pacífico han sido apuestas más concretas para cadenas como Meliá. Grupos como Iberostar y Riu también han diversificado su oferta, y destacan los 9 establecimientos de Iberostar en Túnez, los 10 de Riu en este país o los 5 en Marruecos. Las compañías más pequeñas, en cambio, han invertido más firmemente en el Caribe. El camino iniciado en 1985 no ha llegado a su fin. Las inversiones en el Caribe no han parado. Aunque para algunos Asia sea el nuevo territorio a ‘conquistar’.