Vista parcial del comercio que preserva todo el carácter del antiguo horno.

En la actual coyuntura económica son pocos los que pueden o se atreven a arriesgarse en una nueva apuesta empresarial. Entre estos pocos están los hermanos Aina y Pedro Canals, hijos del pionero de la hostelería Pedro Canals, del hotel Don Diego de s’Arenal.

Ella trabajaba en Madrid como directora artística de una revista nacional y él, en Mallorca como administrativo de una empresa de construcción. Tanto Aina como Pedro siempre habían pensado en convertirse en emprendedores y, por circunstancias personales, decidieron que había llegado el momento.

Su apuesta se ha hecho realidad en el centro antiguo de Palma, en concreto en el barrio de sa Gerreria, y sorprendentemente para las gentes del vecindario su opción no ha sido un bar sino “un pequeño comercio especializado en objetos de regalo y decoración a precios asequibles”. Su punto de partida fue alquilar uno de los locales más emblemáticos de la zona, el del histórico Forn de sa Llotgeta. Con él Aina y Pedro han otorgado un valor añadido importantísimo a su negocio. Tanto que, por sí solo, el encanto de este establecimiento ya invita a entrar a todo el que pasa por el número 8 de la calle Llotgeta.

Conseguir ese encanto no fue fácil. Tardaron semanas en adecuar el local, eliminando el hollín de los muros centenarios del antiguo horno. Pero tras despojar las paredes de esa capa negra emergió un local especial. Emergió el Forn dels Encants. Un espacio singular que hoy ha cambiado el olor de pan recién horneado por el de los aromas que desprenden las velas valencianas y ambientadores que en él se comercializan. Junto a ellos, más de 900 referencias de artículos que van desde 1 euro a los 400 el más caro. “Se trataba -explica Pedro- de que no costara comprar. En los tiempos que corren es necesario facilitar las cosas y tener buenos precios”.

Cojines de telas inglesas de gran calidad, una excelente variedad de artículos con reminiscencias al mar, relojes de pared, lámparas, algún que otro mueble auxiliar, cuadros... pero sobre todo y muy principalmente, artículos curiosos y pequeños objetos decorativos con los que se cierra la ambientación de un espacio. Todo ello llegado de procedencias muy diversas. Fabricantes españoles, holandeses, franceses, belgas... la mayoría de ellos con marca estilo vintage.

Abrir su Forn dels Encants ha supuesto a estos hermanos una inversión aproximada de 50.000 euros. Todos sus ahorros, asegura Aina. Con ellos han dado un vuelco a sus vidas. Era un cambio que ambos deseaban y lo afrontan “muy decididos e ilusionados. Como un reto agradable”, afirman.

Un reto con el que además dan un nuevo futuro a este centenario local lleno de vida que desde 1747 vendió el pan a los vecinos de sa Gerreria y hoy vende calidez para el hogar.