Gráfico de las cotizaciones de los autónomos en Europa.

En seis años las Illes Balears han perdido 8.056 afiliados a la Seguridad Social en régimen de autónomo. La cifra supone una reducción del 9,2% del total de los 78.773 inscritos este mes de marzo, mientras que en marzo de 2008 esta cifra llegaba a las 86.829 personas. Ni las nuevas altas promovidas por la ‘tarifa plana’, ni el incremento del número de emprendedores han paliado la reducción generalizada que se ha dado desde 2008 y hasta 2013. Solo en este último año han subido las afiliaciones de autoempleados a la Seguridad Social, pasando de los 77.367 (en marzo de 2013) a los 78.773 actuales. Lo que da esperanza a un nuevo repunte.

Si se compara la situación de los autónomos españoles con los autoempleados de Europa se muestra cómo los primeros están en desventaja. “Somos los más castigados en derechos”, asegura el presidente de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), Jeroni Valcaneras. La crisis y las elevadas cuotas que tienen que pagar los autónomos en concepto de Seguridad Social, sin que se tenga en cuenta si se tienen o no beneficios, ha propiciado la reducción de las afiliaciones. Y es que la cuota mínima para un autónomo español es de 261 euros mensuales, lo que supone una base de cotización de 875 euros. La propuesta del Gobierno con la llamada tarifa plana de 53 euros está limitada a los nuevos autónomos, por lo que la gran mayoría de autoempleados, que hace años que cotizan, no puede beneficiarse.

Las críticas han venido por parte de las diversas asociaciones baleares. Coinciden en que debe haber mejoras para este colectivo “que ha sufrido la crisis por partida doble, ya que incluso se ha llevado por delante el patrimonio personal”, explica Josep Oliver, de la Confederación de Empresarios Autónomos de Balears (CEAT).

EUROPA. Si bien es difícil hacer una comparativa exacta entre los autónomos españoles con otros países europeos -no hay ninguna normativa unitaria-, sí que se pone de manifiesto que las cuotas a la Seguridad Social española son las más elevadas. Eso sí, las coberturas que ofrecen los estados europeos son muy diferentes y en la mayoría no se incluye la asistencia sanitaria, cosa que sí ocurre en España.

Son muchos los países europeos que han optado por fijar una cuota a la Seguridad Social en función de los ingresos, una reclama que también hacen parte de los autoempleados baleares. En el caso de Italia los autónomos pagan el 20% respecto a los beneficios; Finlandia incrementa el porcentaje al 21,5%, y Portugal lo fija en el 25%. También Francia apuesta por esta opción de cuotas. El estado galo no exige una tarifa mínima y fija una cantidad a pagar según el tipo de actividad: un 12% para comerciales; el 21,3% en servicios y un 18,3% las profesiones liberales. Como contraprestaciones los autónomos franceses tienen derecho a asistencia sanitaria, jubilación, incapacidad temporal y pensiones de viudedad e invalidez.

Muy diferente es la normativa en el Reino Unido, que establece una tarifa reducida de 10 libras al mes (12 euros) a la que se pueden acoger todos los autónomos con una facturación inferior a 6.000 euros. También propone una cuota voluntaria de 48,2 libras. Estas cuotas dan derecho a una pensión básica y baja de maternidad, pero no cubren incapacidad temporal o subsidio por desempleo.

Así pues, las combinatorias son diversas, aunque lo que se constata en que ningún país de los analizados por El Económico establece una cuota superior a los 140 euros. Este sería el caso de Alemania. Esta cantidad se puede eximir de su pago para los profesionales que no alcancen los 1.700 euros netos al mes. Eso sí, Alemania exige el pago de un seguro de salud de unos 200 euros al mes. “Aun así les resulta más económico que a nosotros”, dice Josep Oliver. “Aunque tengamos que pagarnos un plan de pensiones que puede costar 100 euros, o un seguro sanitario que pueden suponer 50 euros, sería un total de 150 euros mensuales, menos de la mitad de lo que pagamos ahora”, ejemplifica.

ALTERNATIVAS. Para Josep Oliver esta es una situación de agravio comparativo respecto a los trabajadores de régimen general (asalariados). El responsable de CEAT apuesta por dos alternativas: o pagar más y tener las mismas prestaciones que una persona asalariada, o bien “fijar unas cuotas mínimas y nosotros ya nos espabilaremos contratando una mutua”, explica. Y es que las prestaciones que recibe un trabajador en régimen de autónomo son limitadas. Así, por ejemplo, si un autónomo quiere optar a una cobertura de desempleo tiene que añadir como mínimo un 3% a la cuota básica.

Más reticente se muestra Jaume Sitjar, presidente de la Associació de Professionals i Treballadors Autònoms de Balears (APTA). Sitjar cree que el modelo español “es un modelo histórico a preservar” aunque reconoce que “faltan derechos” para este tipo de trabajadores. “En España se ha optado por un sistema a la carta, y no podemos olvidar que la cuota de autónomo se puede deducir de la declaración de la renta”, asegura.

Equiparar los derechos que pueden tener los trabajadores de Régimen General con los autoempleados es la principal petición de los diferentes colectivos. En este sentido, toma especial relevancia el subsidio de desempleo al cual desde el año 2010 también pueden acogerse los autónomos.

Pero este avance tiene sus puntos negros: “7 de cada 10 solicitudes son denegadas”, asegura Jaume Sitjar, una situación que dificulta la obtención de esta prestación que solo recibe un 3% de los que la solicitan. Este tipo de subsidio tiene que estar motivado por cierre forzoso de la actividad. Eso sí, para optar a tener dicho subsidio deben incrementar su cuota de cotización entre un 2 y un 9%. “Así la cuantía a percibir será del 70% de la base reguladora por la que se haya cotizado”, añade Jaume Sitjar.

Josep Oliver denuncia también la discriminación que sufren los autónomos con las pensiones. “La pensión de jubilación es un 30% más baja que la de un asalariado. Si un asalariado obtiene una pensión media de 1.000, la del autónomo es de 700”, explica Oliver, quien recuerda que con la crisis cada vez hay más personas que se dan de baja los meses de menos trabajo, “lo que supone que tendrán que alargar la edad de jubilación porque no habrán cotizado suficiente y por eso hay meses que se incrementa tanto la cifra total y luego se vuelve a reducir”, comenta.

BALEARS. En los últimos años la cifra de personas afiliadas a la Seguridad Social en régimen de autónomo ha diminuido considerablemente en Balears. Si bien en marzo de 2008 había 86.829 personas que cotizaban en régimen especial de autónomo, en marzo de 2014 eran 78.773 personas, lo que supone más de ocho mil afiliados menos. La crisis ha sido la gran causa de esta drástica reducción. Es más, las cifras de este mes de marzo se consideran “positivas” ya que se han incrementado en 1.382 personas respecto el pasado febrero debido al inicio la temporada turística.

El presidente de la UATAE, Jeroni Valcaneras, destaca la importancia del trabajo por cuenta propia en el aumento de la afiliación a la Seguridad Social, “lo que da idea de la alternativa que está suponiendo hacerse autónomo ante la pérdida del empleo asalariado y las dificultades para encontrar uno nuevo”. Los colectivos apuestan por una mejor calidad de derechos que, resaltan, sí que han mejorado desde la aprobación del Estatuto del Trabajo Autónomo, pero no son suficientes.