En la esquina entre la calle Sant Magí y la avenida Argentina de Palma se alza uno de los edificios más emblemáticos del barrio de Santa Catalina. Nos referimos al Hostal Cuba, una finca de estilo colonial construida en 1904 por Rafel Juan Roca que en la década de los cuarenta se convirtió en hostal.

Hoy, más de setenta años después de aquellos inicios y tras una década cerrado al público, el Hostal Cuba cobra vida de nuevo como establecimiento hotelero. Eso sí, lo hace con una categoría superior, ya que pasará de ser un simple hostal a un hotel de 4 estrellas con todo lujo de detalles.

El establecimiento abrirá sus puertas al público a principios del mes de mayo con la mirada centrada en convertirse en lugar de referencia no solo para los turistas sino también para los mallorquines. La particularidad del Hotel Hostal Cuba es que estará abierto los 12 meses del año como una apuesta personal de sus propietarios para convertir Ciutat en un punto de referencia turístico todo el año.

Jordi Planella y Mima Ferrer son los responsables de este nuevo establecimiento y esta semana ultiman todos los detalles para finalizar las obras. Ambos han trabajado en turismo y hostelería, y en 2013 decidieron emprender “un proyecto más personal en un edificio emblemático como este”, explica Planella. La finca contará con 15 habitaciones, cinco de las cuales serán en suite, y su precio rondará entre los 200 y los 400 euros la noche. Para hacer realidad lo que ellos denominan “un sueño” Planella y Ferrer han tenido que hacer una inversión de más de un millón de euros.

La remodelación del edificio no ha sido fácil, ya que está catalogado y se ubica dentro del conjunto BIC del Jonquet. En marzo de 2013 empezaron las tareas de rehabilitación de una finca que “estaba completamente vacía”, según explica Planella. Solo tres meses después tuvieron que paralizar las obras y modificar el proyecto inicial, ya que este preveía una piscina en la terraza, cosa que el Consell denegó. No ha sido hasta hace dos meses cuando iniciaron de nuevo los trabajos de rehabilitación que aseguran tendrán finalizados en poco más de dos semanas.

En total es un edificio de tres plantas que han sido reformadas manteniendo el carácter del edificio y utilizando materiales y decoración realizados por profesionales de Mallorca. “Hemos apostado por el trabajo de las empresas locales”, asegura Planella, mientras explica que todos los muebles los ha confeccionado una empresa de Manacor, al igual que la decoración, mientras que las baldosas hidráulicas se han realizado en Campos. Además, todo el edificio está completamente insonorizado acústicamente porque “no podemos olvidar que nos encontramos cerca de en una de las vías más transitadas de la ciudad, por lo que queremos que nuestro cliente cuando llegue a la habitación esté aislado completamente y pueda relajarse”.

Además, todos los elementos emblemáticos de lo que fue el antiguo hostal Cuba se han mantenido. Así, al llegar a la recepción del hotel, encontramos la escalera original que se ha restaurado completamente. En la primera y segunda planta se ubican 7 habitaciones por piso con unas dimensiones de unos 20 metros, mientras que las suites rondan los 40. Dos de ellas se ubican en los pisos intermedios. En la primera planta se ubicará el honestly bar, un espacio de relax donde el cliente “se podrá servir su bebida y relajarse”. La gran joya del hotel se encuentra en la tercera planta, donde se ubicará el salón de desayunos acristalado con unas privilegiadas vistas a la bahía, además de una terraza que también servirá de zona de relax o se podrá alquilar a particulares para eventos privados con vistas a la catedral, Bellver y el muelle.