El fármaco SNF 472 está en fase de experimentación clínica. | M. À. Canyellas

En el Parc Bit de Palma no solo se cuecen los principales avances de la industria turística balear. Entre las calles de este clúster tecnológico también encontramos a Sanifit, una empresa de biotecnología creada en 2004 por Bernat Isern y Joan Perelló. Sanifit se dedica a la investigación de productos farmacéuticos para enfermedades cardiovasculares, óseas y de salud bucodental. Estas son, de momento, sus principales ramas de investigación, que realizan a partir de la molécula Inositol Hexafosfato, que controla el calcio del cuerpo.

En realidad, estos dos químicos jamás pensaron que, al finalizar su carrera en la UIB, se convertirían no solo en investigadores sino también en empresarios. Tanto Isern como Perelló realizaron el doctorado en el Laboratorio de Investigación en Litasis Real de la UIB. Fue precisamente en el Campus de Valldemossa donde se inició su aventura empresarial.

Bernat Isern planteó al equipo de investigación la posibilidad de presentarse a un concurso de innovación organizado por la Conselleria d’Economia i Hisenda. “Teníamos que hacer un proyecto y un plan de negocio; fue una sorpresa cuando vimos que lo habíamos ganado”, asegura Joan Perelló mientras recuerda que una de las condiciones para obtener dicho premio era que se tenían que constituir como empresa.

Así que iniciaron los trámites, e Isern y Perelló se pusieron al frente de Sanifit, convirtiendo el proyecto en uno de los primeros spin-off que se daba en la Universitat de les Illes Balears. Su relación con la UIB ha sido y es una constante. Es más, todavía hoy el equipo de investigación de Sanifit se ubica en las instalaciones de la universidad.

La patente original de la molécula Inositol Hexafosfato continúa siendo de la UIB, mientras que Sanifit tiene derechos exclusivos sobre esta patente por lo que puede continuar su investigación para luego poder comercializar un futuro fármaco. “Con el paso de los años y junto a los investigadores de la UIB hemos participado en el descubrimiento de nuevas aplicaciones de esta molécula, por lo que hemos patentando nuevas propiedades, algunas bajo el nombre de la UIB y otras bajo el nombre de Sanifit”, añade Isern.

CALCIO. A partir de la molécula Inositol Hexofosfato, Sanifit trata enfermedades donde está implicado el calcio. Con ella se pueden tratar patologías muy distintas como “cardiovasculares o problemas de sarro en los dientes”, aclara Perelló.
Actualmente están trabajando con el medicamento SNF 472. Este se encuentra en fase de investigación y prueba para tratar enfermos de diálisis. Es todavía un fármaco experimental para el tratamiento de pacientes con insuficiencia renal. “El sistema cardiovascular de los enfermos de diálisis calcifica muy rápido, lo que agrava la enfermedad, e incluso es el causante de un 50 por ciento de las muertes de los pacientes de diálisis”, explican.

El SNF 472 es un producto líquido e incoloro (en la imagen) que se administra vía intravenosa y que actualmente ya está en la primera fase clínica, donde su procedimiento activo actúa contra la calcificación. En ello se centran actualmente los investigadores mallorquines.

INVESTIGACIÓN. Son muchas las fases y pruebas que debe pasar un médicamento desde que se descubre hasta que llega a su comercialización. El SNF 472 se encuentra en la primera fase clínica: “Poder poner un productor en fase clínica es un salto cualitativo muy importante. Slo uno de cada 10.000 compuestos investigados entran en fase clínica”, aclara Perelló.

El hecho de que el SNF 472 esté en la primer fase clínica (hay 3 fases) significa que se está probando este medicamento con pacientes sanos. “Hay que probar que el fármaco no tiene toxicidad, por lo que una vez superados los ensayos con animales se realizan con humanos, primero sanos y luego con pacientes”, añade Isern. Dichas pruebas las realizan en un hospital de Londres a donde Joan Perelló viaja muy a menudo.

Cabe señalar que el SNF 472 tendrá dos aplicaciones distintas. La primera, comentada anteriormente, para enfermos de diálisis. La otra aplicación será para pacientes con una enfermedad rara llamada calcifilaxis. “Es una patología que afecta a entre el 1 y el 4% de los enfermos con insuficiencia renal y que tienen una esperanza de vida media de solo un año”, explican los químicos.

“Ahora estamos en una fase de investigación conjunta para las dos especificaciones, aunque nuestra estrategia pasa por iniciar lo más pronto posible la investigación del fármaco para la enfermedad rara, ya que comercializar el producto será mucho más rápido porque no existe ningún fármaco para ello”.

Los tempos que requieren los fármacos para su comercialización son muy dispares según el tipo de medicamento. Los investigadores calculan que requerirán unos diez años en total. Ahora, al finalizar esta primera fase clínica, confían poder entrar en la segunda, que será la prueba del fármaco SNF 472 con enfermos renales. “Y esperamos que alguna empresa farmacéutica se interese por el fármaco, porque poder llegar al mercado y hacerlo accesible a los pacientes es lo más importante”, asegura Perelló.

Precisamente la comercialización del producto es el objetivo final. Sanifit ya lo ha conseguido con el ASB-01, un dentífrico con función antisarro con una eficacia demostrada en el 100% de los casos mediante estudios clínicos. “Hicimos el estudio de este dentífrico junto la UIB, que es quien tiene la patente. Nosotros, como Sanifit, tenemos la licencia del producto y la hemos comercializado”, explican los investigadores. En concreto, Sanifit ha vendido el dentífrico ASB-01 a una multinacional que, esperan, lo comercialice en breve.

Ahora, dentro de estas propiedades antisarro para los dientes, los responsables de Sanifit junto a su equipo están trabajando para crear un producto de iguales características pero para mascotas.

RECURSOS. No obstante, toda investigación requiere una financiación adecuada. Joan Perelló, Bernat Isern y su equipo trabajan en el desarrollo de fármacos, pero hasta poder sacar rédito económico y transferirlo a una empresa farmacéutica se requieren muchos años de investigación previa. Ellos hace diez años que lo están haciendo. Actualmente Sanifit se nutre fundamentalmente de financiaciones privadas, “personas o empresas que creen en la investigación, porque aquello que hacemos es generar conocimiento”, añade Perelló.

Aun así, Bernat Isern reconoce que 2012 fue un año muy malo para su empresa ya que la administración autonómica eliminó varias de las convocatorias a proyectos de investigación. “No es solo que se hayan eliminado las ayudas públicas, es que además las que tenían concedidas tampoco se pagaban. Hace medio año empezamos a cobrar las de 2010”, se lamenta Bernat Isern contundente.

A pesar de los malos tiempos, ambos investigadores y empresarios están convencidos de que el esfuerzo “merece la pena”. Reconocen el éxito de haber comercializado el dentífrico ASB-01 que ha servido para obtener recursos económicos no solo para Sanifit sino también para la propia universidad. “La Universitat de les Illes Balears tiene la patente del producto, por lo que una parte de los beneficios ha sido para la UIB. Es un orgullo para nosotros poder compartir este éxito con la UIB porque es allí donde hemos adquirido nuestros conocimientos, donde tenemos el laboratorio y ahora podemos retornar parte de lo que la UIB ha invertido en nuestra formación”, sentencian contundentes. Ahora, se centran de pleno en la investigación del SNF 472 y esperan poder tener una empresa farmacéutica interesada que adquiera el producto y lo saque al mercado para continuar trabajando en la investigación de nuevos fármacos.