Eivissa y Formentera llevan décadas mostrando su disconformidad con lo que acarrea la insularidad no solo a los residentes sino también a aquellos que nos visitan, a los portes del transporte de mercancías o, incluso, a la factura del agua. Esta insularidad, que desde las Pitiüses siempre han defendido que es específica y diferente a la de Mallorca o Menorca, supone en el día a día unos incrementos en el precio final de algunos de los productos básicos, aunque donde se hacen evidentes estas diferencias es en el precio del transporte marítimo, tal y como figura en un estudio elaborado por la Petita i Mitjana Empresa d’Eivissa i Formentera (Pimeef).


Precisamente, el Consell d’Eivissa incluirá este informe en la documentación que se remitirá al Gobierno central para reclamar un Régimen Especial de Balears (REB) más justo. Actualmente, la Pimeef se encuentra también inmiscuida en la elaboración de un informe referente al transporte aéreo y conseguir así que, por primera vez, se reconozca la insularidad específica de cada isla y no en su conjunto.


En este documento se constata que cuanto menor es la isla, “mayor es el coste de transporte [marítimo] de pasajeros”. Así, mientras una conexión entre Mallorca y Eivissa puede ascender a 109,6 euros (con el descuento de residente incluido), el mismo enlace con Formentera asciende a 186 euros, mientras que el trayecto entre Mallorca y Menorca cuesta 57 euros. En esta comparativa, y teniendo en cuenta la distancia existente entre las islas, el coste por kilómetro en Eivissa sale a 0,85 euros, en Formentera son 1,32 euros y en Menorca 0,30 euros.
En relación a las conexiones de Balears con la Península, los precios que presenta la isla de Eivissa “son muy superiores a los costes de Menorca y Mallorca, incluso en algún caso los costes prácticamente superan el doble”, según apunta la patronal de la pequeña empresa de Eivissa y Formentera.


En este sentido, tanto desde el Consell d’Eivissa como desde el de Formentera se lucha para que, por una vez, se reconozcan estas particularidades. De hecho, el conseller d’Economia d’Eivissa, Álex Michiotti, asegura que aunque hay similitudes entre las islas, la cuantificación de los costes debe tener en cuenta estos incrementos que suponen la doble y triple insularidad de Eivissa y Formentera, respectivamente. Por ello, Minchiotti siempre ha confiado en que el nuevo REB refleje “la singularidad del territorio”.


El conseller de Formentera, Bartomeu Escandell, también apuesta por recibir el mismo trato que el resto de ciudadanos de Balears. En la Pitiüsa menor se hace hincapié en el sobrecoste que la triple insularidad provoca en el transporte de residuos entre Formentera y la planta de tratamiento de Ca na Putxa, en Eivissa.


Además, también reclaman que se corrija el incremento que deben pagar los formenterenses en las facturas del agua: “No reclamamos un trato más favorable que otros territorios sino medidas que otorguen unos resultados similares a los que recibe, como mínimo, el resto de las Illes Balears, sobre todo en relación a los bienes de primera necesidad como el transporte, los residuos y el agua”, indicó Escandell tras una de las reuniones del Fórum Balears Competitiva.

OTRAS PRUEBAS. Por si esto no fuera suficiente, un estudio de la UIB sigue la misma línea del documento de la Pimeef. Y es que desde la Universitat de les Illes Balears también se apunta a que el enlace marítimo entre Eivissa y Palma es el más caro de Balears y de Canarias. Además, en las conexiones con la Península, el enlace entre Eivissa y Valencia, que precisamente es la que cuenta con menor distancia de millas náuticas, es el más caro de Balears, ya que asciende a 145,6 euros.


Asimismo, este documento apunta que la estructura actual de instrumentos para compensar los costes estimados “debe ser profundamente revisada, no solo para incorporar los altísimos costes del comercio, sino también para redefinir el diseño de los mecanismos de compensación, que a menudo resultan completamente ineficaces”. Ademas, en el informe de la UIB se pone de manifiesto que los costes de la insularidad de Balears “son muy superiores a los que actualmente reconoce el Estado”.