La propuesta de Point Merge System: En el gráfico superior, un posible desarrollo del nuevo sistema de aproximación. | R.D.

El Cercle d’Economia ha elaborado un minucioso estudio sobre las bondades del Point Merge System. Se trata de una técnica de aproximación a los aeropuertos que reduce el consumo de combustible de los aviones, sus emisiones de gases de efecto invernadero y su ruido. Además, su implantación en Mallorca supondría un ahorro de entre 6 y 9 millones de euros anuales para compañías aéreas y pasajeros, favoreciendo así la competitividad del sector turístico.

Desde el Cercle se pretende mostrar al Gobierno de Mariano Rajoy esta novedosa técnica con el único propósito de contribuir al progreso de Mallorca. Una sociedad avanzada es indispensable que disponga de un nutrido grupo de intelectuales, profesionales, expertos... que reflexionen, mediten, analicen sobre pasado, presente y futuro. Buscar soluciones y aportar ideas es uno de los objetivos del Cercle d’Economia de Mallorca. La asociación, presidida desde el pasado mes de julio por Andreu Rotger, tiene como objetivo la defensa de los intereses generales y comunes. Pretende también contribuir a la regeneración y modernización de la sociedad mallorquina y sus instituciones. Rotger, que sustituyó Alexandre Forcades en la presidencia, recordó en su primer discurso que contribuir a la regeneración y modernización de la sociedad era prioritario.

El Cercle d’Economia se organiza en diferentes comisiones de trabajo, y concretamente las de Innovación y la de Energía y Medio Ambiente han estado trabajando en los últimos meses en el documento sobre el novedoso sistema de aproximación.

El Point Merge System no es un invento mallorquín. Es un sistema de aproximación que se aplica con éxito en diversos aeropuertos (Oslo, Dublin, Seúl, Charles de Gaulle de París...). En España, aún no se aplica en ningún aeropuerto, aunque AENA estudia su rápida implantación en Lanzarote y Fuerteventura.

El documento elaborado por el Cercle d’Economia ha sido desarrollado considerando que el tráfico aereo es un pilar básico para la economía. Explica que el tráfico aéreo no debe ser una amenaza para la actividad turística ni para la imagen de Mallorca.

EFICIENCIA
El Cercle ha constatado que la actual técnica de aproximación que utiliza AENA para conducir los aviones hasta Son Sant Joan no es la más eficiente, ni económicamente ni desde el punto de vista medioambiental. El Point Merge System es una técnica de aproximación desarrollada por Eurocontrol, el organismo europeo que gestiona la navegación aérea en el continente. El nuevo sistema permite en aeropuertos con alta densidad de tráfico, como el de Palma, que todas las aproximaciones puedan hacerse con descenso continuo (CDA). Se trata, en definitiva, en dejar que el avión descienda planeando, con los motores a muy baja potencia, hasta tomar tierra. Así, se consigue el doble objetivo de ahorrar combustible y disminuir la contaminación acústica.

El único requisito para que el descenso continuo pueda ser viable es la predictibilidad de la ruta que el avión debe seguir hasta tomar tierra. El Point Merge System asegura que todos los aviones puedan ser ordenados en su aproximación para que hagan su descenso continuo -planeando- sin interferencias. En Mallorca, además, las esperas podrían hacerse sobre el mar -ahora se hacen sobre tierra- y a mayor altura, contribuyendo así también al ahorro y a un menor ruido.

El estudio del Cercle afecta a la pista 24L de Son Sant Joan, que es la más utilizada. En temporada alta, durante las horas de alta densidad de tráfico aéreo, diferentes municipios de Mallorca son sobrevolados con frecuencias inferiores a dos minutos y, por tanto, sus habitantes soportan un impacto acústico importante y continuo. De igual manera, las aeronaves que esperan su turno para aterrizar sobrevuelan diferentes municipios con frecuencias de paso de hasta cuatro minutos. En este sentido, áreas naturales y protegidas como la Albufera de Mallorca o la finca de Son Real en la bahía de Alcúdia, son constantemente sobrevoladas por aviones a baja altura, aunque se encuentran a más de 25 millas náuticas de Son Sant Joan.

Durante las horas del día en que la densidad del tráfico es elevada, las aeronaves llegan a Mallorca por dos rutas: una por la zona este de Capdepera y otra por la zona de Pollença- Escorca. Para organizar y secuenciar su aterrizaje, el control de tráfico aéreo provoca una espera de estos aviones sobre la isla, conocida como ‘trombón’ en el argot aeronáutico, hasta que cada uno de ellos es posicionado sobre el llamado localizador (prolongación del eje de la pista), en la mayoría de ocasiones a más de 22 millas náuticas de la cabecera de la pista. Esto provoca que a partir de este punto, bastante alejado del aeropuerto de Palma, pasen prácticamente aviones con una frecuencia inferior a los dos minutos. Este técnica de aproximación y secuenciación, basada en ir colocando aviones sobre el localizador separados entre sí de 3 a 5 millas, provoca que las esperas tengan lugar sobre la isla y no sobre el mar, con los consiguientes problemas de ruidos.

Semanas atrás, la Autoridad Irlandesa de Aviación (IAA) anunció que tras un año de funcionamiento del Point Merge en el aeropuerto de Dublín, los aviones se han ahorrado 5,5 millones de euros en combustible y han evitado la emisión de 23.500 toneladas de CO2.

Precisar con exactitud el ahorro que experimentarían las compañías aéreas que operan en Son Sant Joan es complicado, aunque según los estudios de Eurocontrol sería cuantioso, aproximadamente entre 6 y 9 millones de euros. Además, dejarían de emitirse entre 24.000 y 40.000 toneladas de CO2 anualmente.

Desde el Cercle d’Economia se insiste en asegurar que el Point Merge System contribuiría a mejorar la competitividad de Mallorca como destino turístico, puesto que reduciría el precio del billete de avión.

DIFICULTAD SUBSANABLE
El vuelo de los arcos de secuenciado del Point Merge requiere, por lo general, que las aeronaves estén equipadas con sistemas de navegación de guía por satélite. La mayoría de aeronaves llevan incorporados estos sistemas desde hace años de serie. No obstante, se da la particularidad de que las aeronaves de matrícula española, aun llevándolos incorporados, no los tienen certificados para poder utilizarlos por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que depende del Ministerio de Fomento. Esta circunstancia coloca a las compañías de bandera española en una posición de desigualdad frente a sus competidoras europeas que sí están certificadas por sus autoridades nacionales para usar instrumentos de navegación asistidos por satélite. Las compañías aéreas aceptarían sin dificultades el nuevo sistema, puesto que podrían así ahorrarse parte de los costes de combustible. Conseguirían de esta forma mejorar la competitividad de sus precios. Además, Son Sant Joan sería aún más competitivo.

El nuevo sistema requiere una inversión aproximada de 3 millones de euros, que sería amortizada en un plazo aproximado de seis meses.

El Cercle ha hecho su trabajo y ha elaborado un minucioso informe sobre las ventajas que supondría implantar el sistema de aproximación aérea, denominado Point Merge System, pero la decisión final depende de Madrid.