Hace falta más sentido común a la hora de consumir y saber más de finanzas. | JAUME BALAGUER

Los ciudadanos de Balears esperan como agua de mayo un titular que diga ‘Fin de la crisis, pero los expertos aseguran que no va a ser en el corto plazo y además dudan de que se llegue a producir tal cosa. El PIB y el empleo han revertido la tendencia, pero los deberes solo se han hecho “en parte”. Los economistas Guillem López Casasnovas y Pau Monserrat hacen balance de la economía de las Islas un año después del primer número de El Económico y creen que hay mucho trabajo por hacer. Los principales inconvenientes: la oferta turística actual, el empleo temporal y a tiempo parcial, y la creciente deuda pública.

Un año atrás, el catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra y consejero del Banco de España, Guillem López Casasnovas, decía que teníamos que “hacer los deberes”. Ahora afirma que los hemos hecho “solo en parte”. “El Gobierno tergiversa la información para sacar cabeza. ¡No tiene tanto mérito financiar deuda con tipo de interés bajo como presume el Tesoro cuando países que como Eslovaquia, Irlanda, Francia y cinco países europeos más (no solo Alemania) lo están haciendo con tipos negativos! ¿Qué supone crear algunos puestos de trabajo con crecimientos de producción tan bajos cuando estos son de nivel incluso inferior a los empleos anteriores?”, se pregunta López.

En 2013 el PIB cayó un 0,4% en Balears, y en 2012 la disminución había sido del 0,8%. Para este año, las previsiones son de regreso al crecimiento: el Govern prevé un aumento del 1% y del 1,9% en 2015. De manera similar, la CAEB apunta a un aumento del PIB del 1,1% en 2014, pero una evolución dispar de las Islas: según la patronal, en Eivissa y Formentera el PIB aumentará un 3,7%, en Mallorca un 0,8% y en Menorca el PIB disminuirá un 0,5%.

Pau Monserrat, economista del portal web iAhorro.com, no cree que la crisis se haya acabado. “El año 2014 es un año de salida de la crisis técnica pero no real. No afirmaría que la crisis se haya acabado, más bien estamos en un momento de inflexión. Se han captado muchos turistas, pero de los que solo consumen en el hotel. Nos venden que hay un cambio de modelo con más exportaciones, pero realmente se debe a que vendemos más barato, no a que producimos cosas mejores. La mitad de los trabajadores que en 2006 estaban en la construcción no tendrán un puesto de trabajo, y tienen que recolocarse. Y la inversión ya tendría que haberse reanudado. No se ha remodelado la planta hotelera ni se han establecido las bases para cambiarla. Estamos perdiendo el tiempo”, asegura.

López Casasnovas tampoco cree que las previsiones de crecimiento sean una evidencia de que estamos saliendo de la crisis. “Hace tiempo que ya voy diciendo, efectivamente, que para salir de la crisis han de pasar cosas que no dependen de nosotros (mercados exteriores, financiación, cotización del euro). Pero nosotros tenemos que hacer mientras tanto nuestros deberes de recuperar los equilibrios fiscales y de endeudamiento, no sea que se den las condiciones y nos pille aún sin el trabajo hecho. Aunque esta tarea es ciertamente es más difícil en un escenario hostil como el que hoy provocan los temores de mercado”, explica.

INDUSTRIA TURÍSTICA. Una vez más, la temporada turística ha sido de récord. En julio llegaron a las Islas 2,45 millones de turistas frente a los 2,33 millones de julio de 2013. Se trata de exactamente de 111.822 turistas más que el año pasado, solo en este mes. En conjunto, las cifras de Frontur indican que cada año llegan más visitantes. En cambio, tanto la ocupación hotelera como el gasto por turista disminuyen, lo que supone que se trabaja más por menos dinero en beneficios.

En este caso, los expertos indican que el turismo es bueno y que es la principal industria en Balears, un dato que los ciudadanos deberían asumir para poder mejorar.

“El discurso contra el desarrollo turístico ha hecho daño. Tenemos que asumir que somos una potencia mundial turística y tenemos que ser los mejores en ello. Y no solo cuentan los hoteleros. Ellos mazimizan su beneficio, no el trabajo ni el beneficio que se deja en las Islas. Si se toman medidas en contra de la diversificación fuera de la oferta hotelera, solo se está escuchando una parte. Y no escuchar las demandas de los clientes es desaprovechar esta oportunidad”, dice Monserrat en alusión al anteproyecto del decreto que amplía la Ley de Turismo.

Por su parte, el catedrático de la UPF hace alusión a la falta de innovación del sector, junto a los rendimientos decrecientes del modelo turístico actual. “Turismo, mejor tenerlo que no tenerlo. Sin duda. Pero a igual actividad económica, mejor alcanzarla con producción industrial que con la turística. El problema es que hay que actuar sobre la oferta: de otro modo, más demanda ante más y más oferta no hace sino segmentar la escasez”, afirma.

PELIGROS. Tanto Monserrat como López Casasnovas creen que existen peligros, desajustes o incertidumbre que pueden desviar la tendencia positiva que la economía ha experimentado en los últimos trimestres. En primer lugar, las exportaciones de Balears pueden ser las primeras perjudicadas si el crecimiento en los países de la Zona Euro se estanca. “Depende también de la cotización del euro y de que alguien pueda creer que puede bajar brazos sirviendo una demanda interna que en el corto plazo genera supuestamente más margen y exige menos esfuerzo; es una equivocación”, señala el profesor.

Otro problema es la debilidad de la demanda interna. Aunque los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística indican que aumenta, según el catedrático se trata de “espasmos” y de “euforia confusa”. “El aumento del primer trimestre incluso procedió de un aumento del consumo público, increíble en etapa de consolidación fiscal. En realidad fue el efecto de que Montoro cerrara el año fiscal a noviembre de 2013, y así aparentaba que contenía mejor el déficit público”, declara.

El mercado laboral también está cambiando y, según Pau Monserrat, “no lo estamos asumiendo”. “Mi empresa está en Madrid y yo vivo aquí. Tenemos un clima que atraería a las empresas tecnológicas, pero nuestros políticos no tienen ni Twitter. El Parc Bit está infrautilizado porque además de tener unas instalaciones, hay que hacer de relaciones públicas y traer las empresas. Y respecto al problema del empleo, el poco trabajo que se crea es temporal y parcial. Un trabajador se parecerá cada vez más a un autónomo, y este debate no está en la calle. La gente espera que salga el fin de la crisis en el periódico, pero si lo que esperamos es que todo vuelva a ser igual que hace diez años, la crisis no acabará nunca”, cree Monserrat.

Ambos economistas creen que hace falta más sentido común a la hora de consumir y saber más de finanzas para no caer en errores del pasado, un “reacomodo de estándares de consumo y ocio” y no “creerse” lo que dicen los gobiernos. “Intentan insuflar ilusión, y ojalá les salga bien. Pero si no es el caso, puede acabar afectando a gente normal que, confundida, vuelva a hacer lo que no debe y acabarán perdiendo los de siempre”, advierte Casasnovas, quien apela a la política. “Lo que es una amenaza es no contar con un gobierno en Balears que defienda que la aportación de las Islas a los equilibrios exteriores de España merece mayor respeto y reconocimiento. Para ello hace falta ser algo nacionalista: estimar lo propio igual o por encima de lo foráneo”, concluye.