El Económico

La última reunión del consejo asesor contó con la presencia de Antoni Riera, José María Gilgado, Paula Serra, Maria Antonia García, Pep Verger y Onofre Martorell. Se hizo balance de los primeros doce meses de la publicación que se ha distinguido desde el primer momento por su rigor. | Teresa Ayuga

A.Ginard / P.VergerPalma de Mallorca28/09/14 0:00
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El consejo asesor es una herramienta al servicio de El Económico. La objetividad, el rigor en el análisis y el pluralismo son algunas de las exigencias los economistas y profesores de la Universitat (UIB) Antoni Riera, Onofre Martorell y Maria Antonia García, que junto al presidente de Joves Empresaris, Jose María Gilgado, y el consejero delegado del Grupo Serra forman el consejo asesor. La editora Paula Serra y el director Pep Verger acuden también a las reuniones, aunque su participación se limita a escuchar críticas, sugerencias y recomendaciones.

Las reuniones del consejo asesor tienen una periodicidad mensual y desde su primera convocatoria ha sido un tema recurrente la necesidad de emplear un lenguaje claro y llano, pero sin perder la rigurosidad. Hacer una información del agrado de la mayoría de los ciudadanos, pero que, además, sea del agrado de los expertos es el gran reto semanal. La publicación de datos estadísticos ha sido otra de las cuestiones tratadas con regularidad. Dar a conocer en todo momento la realidad económica de las Islas es una de las obligaciones de El Económico, aunque desde el consejo asesor se ha insistido en la necesidad de ofrecer información contrastada y, a la vez, interpretarla con el máximo rigor.

El Económico se distribuye los viernes en Mallorca con Ultima Hora, pero está presente en las cuatro islas, puesto que se encarta los domingos con el diario Menorca y El Periódico de Ibiza-Ultima Hora. Su carácter interinsular ha sido una de las constantes reivindicaciones del consejo asesor, que ha puesto especial interés para que las informaciones económicas tuvieran también carácter balear. Además, se ha insistido en todo momento en la necesidad de contar siempre con el empresariado menorquín y de las Pitiüses.