La economía de las experiencias

En 1999, Pine y Gilmore acuñaron el término “economía de las experiencias” que desde entonces ha sido utilizado por diferentes sectores empresariales y muy especialmente en los últimos años por la industria turística.

Esta capacidad de implicar emocionalmente al turista proporcionándole valores sensoriales, emocionales, cognitivos, y relacionales genera automáticamente un aumento de valor del producto o servicio.

El Ushuaïa Ibiza Beach Hotel, perteneciente a Palladium Hotel Group del Grupo de Empresas Matutes, es un claro exponente de esta transición de la economía de servicios a la economía de emociones, donde el nuevo producto turístico ofertado pionero en las Illes Balears ha incorporado el elemento de la tematización y/o especialización como argumento de redefinición de su oferta turística, combinando de forma innovadora alojamiento turístico y ocio, mediante la oferta de experiencias, dirigidas a un público de un alto poder adquisitivo, amante de la música electrónica y las últimas tendencias digitales.

Un complejo hotelero pionero en el uso de la tecnología donde los huéspedes pueden desde producir, escuchar música, ver películas, jugar a la consola, presenciar espectáculos y conciertos de los más prestigiosos DJ del planeta, hasta compartir todos estos momentos y sensaciones con sus seguidores de las redes sociales gracias a los dispositivos Facebook Presence distribuidos en diferentes puntos del complejo turístico.

Pero la apuesta del Ushuaïa Ibiza Beach Hotel en el ámbito de la creación de experiencias no se circunscribe solo al establecimiento hotelero sino que se trasladada a su web corporativa y a sus redes sociales.

Los Social&NewMedia se han convertido no solo en un canal de promoción y venta fundamental para la compañía, sino también un canal de atención al cliente y de fidelización de este. El uso de las más novedosas técnicas propias del márketing interactivo y de los medios sociales han permitido trasladar la experiencia “Ushuaïa”, vinculada a la música electrónica, al entorno virtual, al mundo online con miles de seguidores.

En consecuencia, el establecimiento hotelero ha conseguido una fuerte vinculación emocional con sus seguidores que, a través de los medios sociales, viralizan sus contenidos y, en una última instancia, aumentan su notoriedad, participando los propios usuarios en la construcción de una marca conocida internacionalmente.

Dar respuestas creativas a las demandas de los consumidores que les permita vivir y compartir nuevas sensaciones y emociones memorables es uno de los retos a los que se enfrenta industria turística balear.