Jaume Horrach posa delante del Eix Lagotel, uno de los cinco establecimientos de la cadena.

Eix Hotels, compañía liderada por la familia Horrach, cuenta con cuatro establecimientos de carácter vacacional en la bahía de Alcúdia (uno en el Port d’Alcúdia, uno en la Platja de Muro y dos en Can Picafort). La empresa dispone también de un hotel en la República Serbia. El origen de la compañía se remonta a la compra del Hotel Alcúdia por parte de Francisco Horrach a principios de la década de los 80. Hoy, Eix Hotels sigue siendo una empresa familiar aunque la gestión ha llegado ya a la segunda generación y es Jaume quien ejerce de consejero delegado. Emplea, de media, a unos 200 trabajadores y su facturación anual supera los 17 millones de euros.

El Eix Alcúdia Hotel es un establecimiento emblemático de la zona, que después de sucesivas reformas y mejoras ha pasado de una estrella a las cuatro que ostenta desde el pasado 2014. Es un hotel solo para adultos, de 210 habitaciones, con carácter mallorquín, que se encuentra a solo 150 metros de la playa del Port d’Alcúdia. El edificio, construido en forma de “U”, dispone de un patio interior con palmeras en el que se ubican las dos piscinas del establecimiento.

Los réditos, entonces suculentos, propiciaron que al cabo de unos años, la empresa decidiera emprender la construcción de un nuevo hotel. Fue en 1986 cuando se acabó el Eix Lagotel, situado en la Platja de Muro. Es un establecimiento de tres estrellas, de 340 unidades de alojamiento, situado junto al parque natural de s’Albufera. Justo delante del hotel se encuentra un gran lago y un embarcadero. El hotel, en régimen de todo incluido, es ideal para familias. El complejo ofrece un amplio abanico de actividades deportivas -dispone de pistas de tenis y un campo de fútbol sala de césped artificial- y entretenimiento. Situado a 800 metros de la playa, los clientes disponen de un servicio gratuito de autobús desde el establecimiento a la playa.

El hotel Platja Daurada, de cuatro estrellas y 310 habitaciones, se construyó en 1993 y fue el tercero en incorporarse a la cadena. Está situado junto a la playa y dispone de dos amplias piscinas, además de un potente equipo de animación preparado para amenizar las vacaciones de niños y mayores.

Finalmente, el Alzinar Mar, de cuatro estrellas y 125 habitaciones, fue acabado de construir en 1998. Situado en Can Picafort, a escasos minutos del centro, dispone de una piscina de grandes dimensiones y una pista polideportiva. Se comercializa baja la modalidad de todo incluido por última vez durante esta temporada. Tanto el Alzinar Mar como el Platja Daurada son obra del arquitecto mallorquín Pere Nicolau, en quien confían ciegamente puesto que consideran que otorga un valor añadido a las construcciones hoteleras.

Desde 2007, Eix Hotels dispone también de un hotel en la República Serbia, concretamente en Vrsac. Es una localidad situada a 80 kilómetros de Belgrado, muy cerca de la frontera con Rumanía. Es un tres estrellas de carácter urbano. “Su compra es la historia de una oportunidad. El arquitecto Pere Nicolau estaba construyendo el Hotel Hilton de Llucmajor y contaba con un ingenieron de obra de nacionalidad serbia. Le comentó la posibilidad de adquirir un hotel y Pere me llamó para que me desplazara hasta allí. Se trataba de una visita de compromiso, pero el precio era muy bueno y lo compramos”, explica Horrach, que asegura que “funciona bien”. “Hay un centro deportivo de alto rendimiento muy cerca y una escuela de aviación, que nos surten de clientes. El hotel, además, está especializado en bodas y congresos”, explica.

La clientela de los establecimientos es de origen diverso, especialmente en el Eix Alcúdia Hotel y en el Eix Lagotel, mientras que en los establecimientos de Can Picafort predominan los alemanes.

Jaume Horrach defiende con seguridad, casi con vehemencia, la contratación online y considera que la dependencia de los tradicionales touroperadores es perjudicial, tanto para el establecimiento como para la zona. “Una industria turística que se fundamenta en los touroperadores tradicionales no deja que el hotel y la sociedad se desarrollen de forma natural. En Eivissa, en general, viven del turista directo y de las contrataciones online. La realidad es que el modelo les funciona muy bien. De momento, la venta online o directa supone solo entre el 20% y el 25%. Los touroperadores tradiciones pretenden imponer sus precios y apuestan por el todo incluido. Es evidente que, en el medio y largo plazo, el hotel y la zona salen perjudicadas”, asegura Horrach, que recuerda que “la proliferación del todo incluido es evidente que perjudica a los comercios y restaurantes y, por tanto, a la sociedad en general”.

Eix Hotels, en todo caso, tiene dos hoteles que se comercializan bajo el régimen de todo incluido. “Desgraciadamente, aún tenemos dos hoteles con todo incluido. Uno es el Eix Lagotel, puesto que su ubicación, a 800 metros de la playa y con diferentes establecimientos de esta modalidad a su alrededor, facilita este tipo de comercialización. El Eix Alzimar Mar aún es todo incluido, pero esta temporada es la última. Además, el Eix Alcúdia Hotel ha dejado de venderse bajo la modalidad de todo incluido desde hace dos años”, afirma y explica que esta modalidad “es un producto de subsistencia con una rentabilidad menor”. Explica también que el volumen da la rentabilidad en el todo incluido y que, evidentemente, se pierde en calidad. “Un hotel todo incluido puede vender a un precio mayor que un establecimiento que ofrece alojamiento y desayuno. A los touroperadores les interesa vender a mayor precio, pero la rentabilidad para el hotelero es menor, puesto que los costes de un todo incluido son mucho mayores”, afirma Horrach.

Prolongar la temporada es el objetivo de cualquier hotelero. Jaume Horrach, evidentemente, también aspira a mantener los establecimientos de Eix Hotels abiertos el máximo número de meses posible.

De hecho, el Eix Alcúdia Hotel abrió este año el pasado 27 de febrero y la temporada se ha prolongado de seis a ocho meses. El Eix Platja Daurada ya tiene abierto también durante ocho meses, mientras que el Eix Lagotel y el Alzinar Mar solo seis.

Horrach es consciente de que “no todos los hoteles, por diferentes razones, entre ellas la ubicación, pueden estirar la temporada”. Potenciar alternativas al tradicional sol y playa es una obligación. Horrach, en este sentido, explica que “el ciclismo ha ayudado mucho”, aunque advierte que es imprescindible adaptarse a las demandas de este tipo de clientes y de facilitarles las máximas comodidades. De hecho, tanto el Eix Alcúdia Hotel como el Eix Platja Daurada están preparados para albergar ciclistas.

Eix Hotels no tiene espectaculares planes de expansión, aunque no descarta la compra de establecimientos “si surge alguna oportunidad”.

El Caribe es una tentación a la que tampoco es ajena la compañía. “No está descartado pero no es nuestra prioridad. Nuestra apuesta es continuar mejorando nuestros establecimientos y luchar por prolongar la temporada”, asegura Horrach. El consejero delegado de Eix Hotels tiene un discurso valiente y argumenta que “un futuro mejor para la empresa y para las zonas en las que tenemos presencia pasa por huir del todo incluido y reducir el peso de los touroperadores tradicionales, apostando por la venta online y los clientes directos”. “Los portales de venta directa como Expedia o eBooking han crecido de forma espectacular en los últimos años. En comparadores como Trivago es imprescindible estar bien posicionado. En cambio, de momento, las ventas directas mediante nuestra propia página web son aún residuales, aunque garantizamos el mejor precio”, afirma.

Horrach explica que con los nuevos touroperadores online es posible mejorar la rentabilidad. De hecho, es una práctica habitual en el mundo de la hostelería aumentar los precios si el establecimiento está prácticamente lleno y bajarlos si la ocupación es baja. Los touroperadores de venta por internet te permiten manejar los precios a tu antojo, mientras que en los tradicionales el precio se pacta con un año de antelación.

La compañía hotelera no tiene previsto, al menos de momento, convertir alguno de sus establecimientos en cinco estrellas. De hecho, Horrach lo considera “innecesario” para obtener una excelente rentabilidad. De igual manera, el consejero delegado descarta, salvo oferta irrechazable, la posibilidad de entrar en el mercado urbano. En este sentido, considera complicado rentabilizar los establecimientos urbanos de poca capacidad.