Asistí la semana pasada al almuerzo empresarial organizado por Diálogos para el Desarrollo a través de Management Activo para escuchar en vivo y en directo la opinión de Daniel Lacalle y Anna Birules en formato diálogo y bajo la acertada conducción de Juan Martorell.

El formato me pareció útil e interesante, lejano a la conferencia magistral y consistente en una breve intervención de unos quince minutos cada uno para dar paso a un enriquecedor intercambio de pareceres entre los dos ponentes de un modo bastante informal y espontáneo. A la hora del café ambos intervinientes respondieron las preguntas que el público había previamente formulado por escrito. También esta parte de la reunión fue ágil y entretenida y se sale con la convicción de haber tenido la oportunidad de refrescar ideas, conocer planteamientos novedosos y contribuir a configurar una visión más global necesaria para no perdernos en el, a veces, demasiado intrincado y estéril laberinto balear.

Hay que agradecer, claro, la iniciativa a Management Activo y a los patrocinadores que contribuyen a hacer posible la iniciativa, pero cabe preguntarse por qué en una ciudad de la importancia y el tamaño de Palma escasean este tipo de iniciativas tan loables y necesarias, y que tanto se agradecen en el mundo empresarial. Es un misterio.

En cualquier caso y ante los tiempos que vienen, cambios en las instituciones, elecciones generales, etcétera, sería de agradecer que aquellas entidades que han venido impulsando encuentros con especialistas del mundo empresarial, económico, político y cultural hagan un esfuerzo por incrementar este tipo de iniciativas.

Existen en las Islas, y en Palma como capital, instituciones como el Cercle d’Economía, el Cercle Financer, el Club Ultima Hora y gran número de fundaciones y organismos, todos ellos de gran prestigio social, a quienes la sociedad balear agradecería un esfuerzo en la línea de organizar eventos con personalidades de relieve cuya presencia aporte algo a la comprensión del complejo entramado económico e institucional. Aunque se trate en muchos casos de personas de relevancia difundida a través de los medios de comunicación, qué duda cabe que constituye un aliciente poder escucharlas en directo y poder hacer preguntas que nos ayuden a aclarar el panorama al que nos enfrentamos.

Palma debe recuperar esa ciudad que en algún tiempo fue de presencia de verdaderas personalidades que con su presencia animaban la vida política cultural y económica y que contribuían a formarnos impresiones más certeras del mundo en su globalidad.

Se dirá que todo ello es innecesario en un mundo interconectado en el que la información fluye a raudales por las redes y cualquiera puede acceder a lo que desea saber o conocer en un instante. Grave error, nada puede sustituir el matiz que introduce la proximidad del gesto y la palabra, la confidencia o la inflexión de la voz que a veces dicen más que las propias palabras.

A todo ello me refiero en demanda de recuperar presencia de expertos que nos ayuden a proyectar con más acierto el futuro al que nos debemos enfrentar.