Ivonne Arañó es la copropietaria de Moniberic. | DE

Moniberic es una marca especializada en jamones que nació hace 40 años gracias al trabajo, esfuerzo y dedicación de la familia Tomás, que en la actualidad alcanza la tercera generación y comparte la “pasión” por un producto gastronómico de referencia en el país y reconocido a nivel mundial como es el jamón serrano.

Actualmente cuentan con más de 40 tiendas repartidas en Catalunya, Madrid, por la zona de Levante, Montpellier (Francia) y este año han desembarcado su aventura gastronómica en Balears, concretamente, en Mallorca y Eivissa. “Nos implantamos en Eivissa y Mallorca siguiendo el modelo de franquicia. Es una interesante manera de crecer, puesto que marcamos nuestra esencia y cada franquiciado aporta su toque personal para adaptarse a un mercado que conoce. Estamos muy contentos con la buena acogida de la clientela hacia nuestros jamones y esto nos hace ser muy optimistas de cara al futuro”, explican desde Moniberic.

En el caso de la isla de Eivissa destacan que se trata de un mercado que siempre les ha resultado muy atractivo “y con mucho potencial, donde pensábamos que nuestra filosofía de tienda podía encajar a la perfección ya que hay mucha afluencia turística y precisamente los turistas reconocen el jamón como la joya gastronómica del país”, señalan. De hecho, su principal misión de empresa es “difundir la cultura del jamón”. Para ello hacen “más accesible y asequible un producto considerado caro y lujoso”, algo que está teniendo muy buena respuesta por parte del público.

PRECIOS. Así, en la tienda de Eivissa (ubicada en la avinguda Isidor Macabich, número 41) el jamón más asequible es un Duroc Gran Reserva que cuesta 39 euros el kilo, mientras que el más caro es Joselito, el considerado el mejor jamón del mundo, que cortado a mano tiene un coste de 190 euros el kilo. Por piezas enteras, se pueden encontrar paletillas por 60 euros o bien un cinco jotas por 450 euros.

Una de las principales características de los establecimientos de Moniberic es que, además de ser una charcutería donde ir a comprar, se pueden degustar los jamones in situ con, por ejemplo, una copa de vino o un cava. “En la tienda se pueden degustar jamones como Joselito, que en Eivissa somos los únicos que tenemos uno abierto, y así la gente puede probar 50 gramos, por ejemplo, por nueve euros y no tienen que comprarse la pieza entera, que puede costar entre 600 y 700 euros”, explica Ivonne Arañó, propietaria del negocio junto con Carlos Capdevila.

Esta variedad de precios es la que propicia, de hecho, que el establecimiento de Eivissa reciba un amplio abanico de perfiles de clientes. “Tenemos todo tipo de clientes. Desde la familia ibicenca que hace la compra semanal o la señora que compra un euro en jamón cocido, pasando por el turista extranjero que es llamado por la gastronomía española y hasta por el turista nacional que conoce el producto y lo que busca directamente es calidad; también vienen extranjeros residentes en la isla todo el año o bien los que tienen una segunda residencia, que pueden llegar a gastarse 1.000 euros en jamón ibérico”, explica Ivonne.

La plantilla actual de Moniberic está formada por 180 personas, de las que seis trabajan en Mallorca y un total de cuatro en Eivissa. “Es un equipo humano muy implicado y con muchas ganas de hacer cosas. Somos una empresa joven, pero al mismo tiempo con una gran experiencia detrás”, apuntan.

En el caso de la tienda de Eivissa, que abrió sus puertas el pasado 5 de junio, Carlos e Ivonne se lanzaron a la aventura empresarial porque tenían ganas de emprender un negocio. “He pasado alguna época en paro y ver que tu trabajo depende de otros no es nada tranquilizador. Así que estuve mirando diferentes opciones, como montar una tienda de ropa u otro tipo de franquicia, hasta que topé con Moniberic. Se mostraron muy interesados por abrir en Eivissa y me lo pusieron muy fácil, además ofrecen un producto de excelente calidad a precios de la Península y pensé que en Eivissa la gente se merecía algo así porque aquí, en la isla, la cesta de la compra es el doble de cara”, explica Ivonne, quien destaca que siempre tuvo claro que los precios de los productos Moniberic Eivissa “tenían que ser los mismos que los que hay en Moniberic Cornellà o Moniberic Sants, por ejemplo”.

PROCESO. Para abrir esta tienda en régimen de franquicia, Ivonne y Carlos afrontaron un proceso de formación y selección que abarcaba, entre otros puntos, presentar un dossier de precandidatura para, más adelante si a la marca le interesa el perfil del candidato y a este las propuestas de la empresa, firmar una “carta de intenciones”, así como la búsqueda del local con apoyo del departamento de expansión de la marca (el local tuvo que se aprobado por Moniberic), seguir cursos de formación base del candidato para adquirir conocimientos sobre el jamón, el manejo de las tiendas, así como los protocolos de gestión. Una vez superados estos pasos se procedió a la firma del precontrato e iniciaron las obras del local bajo la dirección técnica de la marca, que se encargó de la formación de los trabajadores.

“Yo no tenía experiencia en el mundo empresarial; mis padres son los que me animaron a hacerlo y la ayuda de mi pareja Carlos ha sido clave para tirar el negocio adelante. Gracias a él, que sí había tenido un negocio antes, y a mis padres hemos podido hacer este proyecto realidad. Ha sido muy duro, pero poco a poco vas viendo que merece la pena”, señala Ivonne.

PROCEDENCIA. Los jamones de esta marca provienen “de las mejores dehesas y ganaderías. Nuestro secreto es no estar anclados a una única zona geográfica sino que cada año seleccionamos el mejor producto disponible por toda la geografía española”, explican desde la marca. En este sentido cuentan con profesionales en Extremadura, Huelva y Salamanca, entre otros tantos lugares, que son los que se encargan de seleccionar no solo jamón sino los mejores ibéricos del país. Además, los cerdos ibéricos están alimentados en “régimen de montanera, exclusivamente con bellotas y pastos naturales”. Si bien el jamón serrano es el producto estrella, en las tiendas de Moniberic se puede encontrar una gran selección de embutidos cocidos, quesos nacionales curados y de importación y también productos delicatessen. Todo ello regado con una selección de vinos y cavas apropiados para el maridaje con los productos que tienen en el establecimiento.

PRODUCTO LOCAL. Sobre la posibilidad de incorporar jamones producidos y criados en Eivissa, desde Moniberic señalan que se podría estudiar “si el jamón está a la altura de nuestros estándares de calidad y tiene una buena acogida por el público”. Por parte de la marca existe flexibilidad para incorporar productos producidos en la isla de Eivissa, tal y como señala la propietaria del establecimiento en la isla. “La franquicia es muy flexible en este sentido y podemos vender cualquier producto de la tierra. De hecho se han mostrado muy interesados en distribuir el producto ibicenco en el resto de tiendas Moniberic de la Península. De momento, nosotros tenemos sobrasada ibicenca de diferentes tipos, vientre, hierbas ibicencas, frígola y ahora incorporaremos aceite de la cooperativa. También vendemos Sal de Ibiza y siempre estamos dispuestos a incluir más productos de la tierra”, explica Ivonne.

La marca Moniberic cuenta entre sus planes de futuro el expandirse en el ámbito internacional a través del modelo de franquicia y tiendas propias “primero en Europa y después en otros lugares”. Además están impulsando una nueva línea de negocio enfocada en el sector de la hostelería, la restauración y el cátering (canal HORECA) “ya que detectamos la necesidad de ofrecer un servicio personalizado, adaptado a los tiempos y con producto y un trato de la máxima calidad”, apuntan desde la marca Moniberic.