La nueva vida de Playasol Ibiza

La nueva marca e imagen del antiguo Grupo Playa Sol (GPS) espera facturar este verano en la isla de Eivissa 60 millones de euros –en 2015 anotó 51 millones–, tras haber invertido 9 en obras de mantenimiento para mejorar la operatividad de diez establecimientos y haber aumentado de categoría cinco.

Antonio Domenech, el nuevo director de la cadena hotelera, que con 36 establecimientos (uno en Mallorca) representa 4.100 habitaciones en la isla, explica que esta inversión es solo para este año, ya que la idea es “darle la vuelta” a todos los hoteles del grupo en la mayor de las Pitiüses.

FIABILIDAD. “Las inversiones que estamos haciendo son la mejor prueba de que se ha hecho un trabajo muy efectivo. No es una operación especulativa, es una operación industrial hotelera pura”. Con estas palabras el nuevo director general de Playasol Ibiza Hotels confirmó a mediados de mayo, durante la presentación del The New Algarb Hotel, el “buque insignia” del nuevo proyecto empresarial, tanto la solvencia financiera de la cadena como las excelentes previsiones que manejan para esta y futuras temporadas. Con las reformas, la cadena cambiará el segmento de clientes e incrementará precios.

“Hemos subido de categoría los hoteles, por lo tanto hemos podido mejorar nuestros precios medios y podremos dar mucho mejor servicio a nuestros clientes. Nuestra vocación es tener el mejor ratio y proporción de calidad precio en el mercado”, destaca Domenech.

Los establecimientos de la nueva cadena pertenecían al antiguo Grupo Playa Sol (GPS), cuyo antiguo propietario, Fernando Ferré, estuvo en prisión acusado de 14 delitos contra la Hacienda pública estatal y autonómica, y los derechos de los trabajadores, y cuyo fraude ascendió a 14,5 millones de euros.

Los nuevos dueños, el grupo Hiperion y la Inmobiliaria Sunparty, lograron la adjudicación de los hoteles en 2014, después de que el grupo superara un concurso de acreedores, y afrontan ahora el segundo verano al frente de los establecimientos.

El director de la cadena señala que el tiempo del antiguo grupo, con problemas con los trabajadores, el resto de los hoteleros y las instituciones “está superado”.

Según explicó Domenech durante la presentación del New Algarb Hotel de Platja d’en Bossa, el recibimiento de la administración “ha sido excelente” y el trato con los sindicatos “es más que correcto”.

Domenech subraya que los inversores “están encantados” con la operación hotelera en la isla, y que “todo el proceso administrativo jurídico ha sido muy engorroso, pero el equipo ha hecho un trabajo magnífico para dejar las cosas súper ordenadas”.

“Funcionamos como una sola entidad, de forma clara y creo que los inversores están muy satisfechos”, insistió el nuevo director de la cadena para diferenciarse del antiguo dueño del grupo.

Domenech remarca que “la vocación es de continuidad” y que las inversiones son una muestra de ello. “No es una operación especulativa, es un operación industrial hotelera”, aseguró durante su primera intervención en la isla.

REFORMAS. Los hoteles que han sido reformados de forma integral son el Lei Ibiza Hotel (antiguo Hostal Roberto Playa), el Bossa Flow Hotel (Bossa Park) y The New Algarb Hotel (Hotel Algarb).

Además, cinco hoteles han aumentado de categoría, pasando de dos a tres estrellas: Lei Ibiza, Bossa Flow, Marítimo, Mare Nostrum y Riviera.

Además, Playasol Ibiza está culminando las reformas de los hoteles Marítimo Sport & Relax, que estará abierto todo el año, y la mejora de los equipamientos de Jabeque Soul, Riviera, San Remo y S’Estanyol.

En total, en esta primera fase, el grupo prevé renovar 1.153 de sus 4.000 habitaciones, un proceso que extenderá a otras 1.000 durante 2017.

Según informó su director general, la oferta hotelera se dividirá ahora en tres segmentos: smart, enfocado a un público de 25 a 40 años y viajes en pareja; easy, para jóvenes de 18 a 30 años, “que viajan a la isla para disfrutar”; y singular, con un enfoque familiar. Con todas estas mejoras, el grupo hotelero ha podido incrementar sus precios en un porcentaje “de dos dígitos”, según apuntó el propio Domenech. Asimismo, el objetivo de la nueva dirección en este primer año “no es tanto la ocupación”, que “será de récord”, como “mejorar la calidad, el precio medio y el tipo de cliente”.

En cuanto a la plantilla de trabajadores, desde la nueva dirección garantizaron el empleo a los cerca de 1.300 trabajadores de la extinta GPS, y califican de “excelentes” las relaciones de la nueva dirección con sindicatos, plantilla y administraciones de la isla. “Yo como vengo nuevo veo que está completamente sobrepasado y no preocupan esos temas del pasado”, apunta Domenech al respecto.

2014, AÑO CERO. El Juzgado Mercantil número 1 de Palma dictó en noviembre de 2014 el auto definitivo por el que hacía firme la adjudicación del Grupo Playa Sol (GPS) al fondo de capital riesgo Hiperion, que gestiona la cadena hotelera desde el año 2011. El juez desestimó los recursos que presentó la Seguridad Social y el grupo turístico Gowaii, que no estaban de acuerdo en que Hiperion gestionara definitivamente esta cadena hotelera.

El auto del juez dejaba claro que la oferta presentada por este fondo de capital riesgo junto con la sociedad inmobiliaria Sunparty era la más adecuada, pues incluía el mantenimiento de todos los hoteles, el compromiso de mantener los cerca de 1.400 puestos de trabajo, así como los derechos adquiridos de los empleados. También destacó que presentaron un plan de empresa sobre los planes de futuro y establecía que la oferta de Hiperion y Sunparty “mantiene la actividad empresarial con un proyecto indefinido”.

Hiperion es un fondo de capital riesgo al que fue adjudicada la gestión de GPS después de la detención del empresario Fernando Ferré en mayo de 2010 en el marco de la Operación Trueno. La cadena entró en concurso de acreedores e Hiperion presentó una oferta por la que se satisfizo el 90% del pasivo concursal del grupo debido a la previsión de una inversión de 20 millones de euros, mientras que Sunparty pagaría también 12,5 millones.

NUEVA POLÍTICA. La cadena “necesitaba un nuevo enfoque”, indican ahora sus nuevos rectores, un equipo de profesionales “ilusionado” y con la conciencia colectiva de que a Playasol Ibiza Hotels le espera “un gran futuro”, no solo por contar con establecimientos en “ubicaciones privilegiadas”, sino “por lo que vamos a ser capaces de hacer juntos en su contexto”.

La transformación más importante que se ha producido hasta la fecha en la cadena ha tenido que ver precisamente con la cultura de la empresa, basada en la determinación de que sus huéspedes se encuentren a gusto en los hoteles y obtengan el mejor servicio, sostienen desde la cadena hotelera. “Además, creemos en la mejora continua y en crear valor añadido para nuestros clientes en base a nuestra actividad inversora”.

RELACIÓN LABORAL. Los actuales inversores son conscientes de que, tal y como quedó acreditado, “durante la anterior etapa se cometieron muchas irregularidades, entre ellas varias relativas a las condiciones de trabajo del antiguo Grupo Playasol”.

Bajo la firme creencia de que los integrantes de su equipo deben contar con unas condiciones óptimas para poder desarrollar su trabajo con arreglo a los más altos estándares de calidad, los nuevos rectores de la cadena ibicenca han llevado a cabo cambios notables en material laboral para esta nueva etapa. Además de mantener a gran parte de la plantilla y de regularizar todos los contratos, subrayan que han “mejorado las condiciones de seguridad, salud e higiene de su entorno de trabajo”.

“Para nosotros es fundamental que la plantilla participe en los planes de futuro de los hoteles, que se implique y que se sienta protagonista de los pasos que estamos dando juntos”, subrayan fuentes oficiales del grupo. Por este motivo han creado, por ejemplo, un concurso interno de ideas para sus hoteles del que han obtenido propuestas y proyectos muy interesantes que han llevado a la práctica.