La noticia bursátil de la semana pasada saltó cuando Microsoft anunció la compra de LinkedIn, pagando 196 dólares por acción, nada más y nada menos que un 50% por encima de lo que cotizaba el día anterior. LinkedIn salió a bolsa en mayo de 2011 a un precio de 45 dólares por acción y en los primeros minutos se disparó a más de 110. Entonces consideraba una aberración que reforzaba la idea de una nueva burbuja tecnológica. Sin embargo, pasado el tiempo y aunque el Nasdaq (índice tecnológico americano) cotizaba entorno a los 2.200 y ahora se haya duplicado, se siguen haciendo operaciones corporativas a precios mucho más caros.

A diferencia de la burbuja, actualmente las subidas se producen por movimientos corporativos, en el caso de LinkedIn es Microsoft que paga la sobreprima, que seguro que ha analizado muy detenidamente la operación. Mientras que el minorista (que en la burbuja se quedaba enganchado) se puede beneficiar directa o indirectamente (algunos fondos buenos tienen importantes porcentajes de esta compañía en cartera). El utilizar LinkedIn se debe a que la bolsa americana es la que más ha subido (especialmente el sector tecnológico), y por tanto la que más miedo puede dar, además de por que muchos de los lectores conocen esta marca. Sin embargo, empresas opadas a precios muy superiores al de cotización, tanto en EEUU como en Europa, hay muchas, de hecho en España tuvimos recientemente la de FCC, por la que Carlos Slim pagó una sobreprima del 15% respecto a la última cotización.

Desgraciadamente, el miedo que se intenta inyectar con noticias de petróleo bajo (incoherente), crisis en China (por desconocimiento de su sistema económico), grexit o brexit, unido a la poca formación y mal asesoramiento hace que las familias se estén quedando, una vez más, fuera de estas subidas, y solo entrarán cuando se inyecte euforia, y los que saben saldrán.