Esta semana leía con curiosidad que “Ibiza buscan en la WTM de Londres al turista británico un millón para alargar la temporada”. Bueno, más que curiosidad… con una pícara, a la vez que maliciosa, elevación lateral de las comisuras de los labios.

En la noticia se podía leer que el Consell d’Eivissa y los ayuntamientos de la isla buscarían en Londres incrementar el flujo de turistas en los meses de temporada baja. Se me escapaba una ligera sonrisa, como decía al principio, porque eso del “turista un millón” me recordaba a los noticiarios del régimen de Franco: el NODO.

Nuestras islas tienen al turismo como su principal industria y, en pleno siglo XXI, parece los eslóganes no han cambiado tanto desde que un incipiente sector de sol y playa abría las puertas a la propaganda del régimen de Francisco Franco.

Para el dictador el turismo se convierte paradójicamente, y dada su aceptación internacional como sinónimo de aperturismo, en una de las mejores garantías de su propia supervivencia. Franco pilló al vuelo una oportunidad que le llovía del cielo -nunca mejor dicho- y en los cincuenta creaba su propia cadena de alojamientos de lujo destinado a potenciar zonas del interior del país, lo que sería la Red Nacional de Paradores. Si Franco iba por su lado inaugurando pantanos… don Manuel Fraga iba por el otro inaugurando paradores. Esto de los paradores curiosamente también es un tema recurrente en Eivissa porque tenemos uno que se nos ha quedado a medio hacer, aunque tampoco tengo muy clara la necesidad de haberlo empezado.

Por ello, no me gustaría dejar de recordar -cómo no- el “Spain is different!”, ese eslogan del ministerio dirigido por Fraga que buscó despertar la curiosidad por nuestro país y cambiar la imagen de España como un lugar aislado de Europa.

Tando rodar para volver al mismo sitio. Han pasado 60 años y seguimos hablando de los mismos temas o, al menos, con enfoques muy parecidos. Sin que esto se entienda como una crítica -pues estoy al 100% con cualquier propuesta que permita alargar la temporada de las Pitiüses- sí que creo que podemos ser más imaginativos. En mi opinión la marca Ibiza puede abrir la puerta a la obtención de recursos más allá del simple conteo de visitantes.