Siempre escuchamos a los políticos diciendo que su partido ha creado miles de puestos de trabajo, que hay menos paro o más afiliados a la Seguridad Social gracias a ellos, cuando en realidad quien crea empleo son las empresas y también, cómo no, las personas corrientes que deciden “autoemplearse”.

Emprender es una alternativa al mercado laboral para quien necesita un trabajo y no puede encontrarlo o tiene una idea y prefiere arriesgarse y probar suerte. El autoempleado, autónomo o freelance (por cierto, palabra derivada del término medieval inglés usado para un mercenario: free = independiente y lance = lanza, es decir, un caballero que no servía a ningún señor en concreto y cuyos servicios podían ser alquilados por cualquiera) crea su propio puesto de trabajo utilizando su ingenio, su capital y su esfuerzo, a cambio de una retribución, y que con el tiempo puede convertirse en un generador de empleo para más personas.

En Balears, 1 de cada 5 personas dadas de alta en la Seguridad Social son autónomos. Precisamente el presupuesto para el año que viene para el fomento del autoempleo de la Conselleria de Treball, Comerç i Indústria de Balears es de 1,2 millones de euros, buena noticia porque se ha incrementado bastante respecto al año pasado, aunque todavía no sabemos a qué tipo de políticas se van a destinar (asesoramiento a emprendedores, ayudas y subvenciones para el fomento del trabajador autónomo, formación, etc.).

Por cierto, ahora que se habla tanto del futuro de las pensiones públicas, si eres autónomo lo tienes crudo. La pensión media por jubilación de los trabajadores autónomos fue de 698,85 euros en mayo, 487,36 euros inferior a la media del régimen general (trabajadores por cuenta ajena), según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Así pues, se deberían analizar las recomendaciones del Pacto de Toledo de manera que se vayan aproximando las pensiones medias al resto de colectivos, para lo que es necesario un sistema de cotización variable en función de los ingresos de cada persona.