La construcción ha experimentado un sustancial retroceso en los últimos años.

Recuperar la industria es uno de los objetivos prioritarios del Govern. Iago Negueruela, conseller de Treball, Comerç i Indústria, es consciente de la relativa importancia de la industria en la economía de Balears y recobrar los niveles de actividad previos a la crisis es un reto. El Govern tiene ya elaborada la primera Ley de Industria, que se desarrollará con un plan ambicioso, pero real.

El mapping de clústeres de Balears es un documento de análisis de la realidad económica de Balears. Es el punto de partida para la implantación de un proceso de clusterización, que se enmarca dentro de los ejes estratégicos del plan industrial que el Gobierno aprobará este año.

El estudio del Govern establece siete clústeres potenciales: turismo, auxiliar de turismo, construcción y servicios relacionados, alimentación, prestación de servicios de salud, de la moda y náutico, que se sumarían a los tres ya existentes: BioIB (Clúster Biotecnológico de las Illes Balears), Turistec (Clúster dedicado a las Tecnologías de la Información y la Comunicación aplicadas al Turismo) y CliqIB (Clúster de la Industria Química de las Illes Balears).

El plan pretende llevar a la industria, como mínimo, a la situación precrisis cuando representaba alrededor, del 8% del VAB. En 2015, solo aportó el 6,8% en un claro síntoma del proceso de pérdida de peso de la industria que han padecido las Islas.

La industria en la comunidad está íntimamente ligada a la pequeña y mediana empresa. De hecho, el 99% de las empresas de Balears son pequeñas (menos de 50 trabajadores). Está a punto de iniciarse la tramitación la Ley de Industria, que podrá aprobarse durante el primer semestre del año, con lo que las Islas tendrán, por primera vez, una norma que regule la actividad industrial. La nueva normativa tiene dos claras vertientes: una de seguridad, calidad industrial, sanciones... y otra referida a la promoción industrial, cuyo objetivo principal es aportar condiciones que mejoren la competitividad y productividad del sector.

Una de las principales actuaciones previstas en la ley es la implantación de un plan industrial. El Govern ya tiene muy avanzado el borrador del plan, que someterá a debate en el seno del Pacto por la Competitividad, la Calidad del Empleo y el Progreso Social, donde participan los principales agentes sociales y empresariales de las Islas. Su aprobación está prevista, en principio, para este año. Tendrá una vigencia de ocho años y está preparado para que tenga continuidad temporal. La innovación en gestión y tecnología, la internacionalización, la formación, la simplificación administrativa y la eficiencia energética son algunos de los ejes estratégicos del plan.

En este contexto, los procesos de clusterización conforman el eje transversal donde se enlazarán todas las políticas de actuación del Plan de Industria.

Un clúster es un grupo de empresas e instituciones de apoyo concentradas en un territorio, que compiten en un mismo negocio y que comparten características comunes y complementarias. Este proceso de creación de interrelaciones y sinergias entre empresas de un mismo sector comportará, a medio plazo, una mejora de la competitividad del sector industrial, aportando un incremento de la productividad, un impulso a la innovación, un intercambio más intenso del conocimiento entre los participantes y una mejora en las condiciones de empleo de los trabajadores.

Entre los objetivos del mapping figura identificar posibles clústeres en Balears a partir de un análisis estratégico por negocios del tejido empresarial. Además, otro objetivo es obtener una caracterización completa de los clústeres por su cadena de valor, diferentes tipologías de empresas y agentes del entorno que forman parte de un mismo negocio.

Los resultados que se esperan apuntan a un nuevo enfoque de la realidad empresarial de Balears agrupada en clústeres y, por tanto, un mejor conocimiento de las necesidades de las empresas. El Govern espera también conseguir una fotografía de la cadena de valor de cada clúster que haga posible una política coordinada entre los diferentes agentes del entorno que forman parte de un mismo negocio. Finalmente, se confía en conseguir unos criterios para guiar la política de clústeres que permitan implementar más eficazmente políticas de refuerzo de la competitividad y la innovación en los clústeres, además de facilitar la generación de nuevas oportunidades de negocio.

En 2014, el número de empresas que superaban los dos millones de euros de facturación y tenían el domicilio fiscal en Balears era de 1.780, que concentraban el 80% de la facturación y ocupaban a dos tercios de los trabajadores. Sobre esta base se ha elaborado el mapping de clústers, que se ha realizado sobre una selección de 1.747 empresas.

CNAE. Un análisis de las 1.780 empresas en función de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) y por volumen de facturación revela que un total de 51 empresas de actividades de las agencias de viaje tienen un volumen de facturación de 4.932,8 millones de euros. Un total de 351 empresas de hoteles y alojamientos facturan 3.678,6 millones de euros. El pódium de actividades con mayor facturación lo completa el depósito y almacenaje con un volumen de negocio de 1.923,1 millones de euros.

ANÁLISIS DE CONTEXTO. La economía de las Balears no ha sido una excepción y ha sufrido con intensidad la crisis, aunque sus consecuencias han sido dispares en función de los sectores. De hecho, industria y construcción han experimentado una severa pérdida de producción. En este sentido, el VAB de la industria ha perdido un 19,1% de su valor en siete años. Su aportación al VAB ha perdido peso, pasando del 8,4% en 2008 al 6,8% en 2015.

La agricultura también ha caído, mientras que el sector servicios, aunque también ha experimentado un pequeño retroceso, se ha mantenido más o menos estable.

El estudio del mapping de clústers de Balears refleja la evolución de 2008 a 2014 de las principales magnitudes e indicadores de la industria por agrupaciones de actividad. El descenso es generalizado. En general, el volumen de negocio de la industria ha descendido un 28,9% de 2008 a 2014. Por agrupaciones de actividad, la evolución ha sido la siguiente: industria de la alimentación (-38,1%), fabricación de calzado (-58,8%), industria de la madera y el corcho (-69,5%), fabricación de elementos de hormigón, cemento y yeso (-70,3%), metalurgia y fabricación de productos metálicos (-58,4%), fabricación de maquinaria y equipo mecánico (-39,9%), fabricación de muebles (-58,4%), fabricación de artículos de joyería, bisutería y similares (-34,4%), reparación e instalación de maquinaria y equipo (-14,1%), suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (-10,9%) y suministro de agua, saneamiento, gestión de residuos y descontaminación (50,7%).

El estudio fija siete clústeres potenciales, que se sumarían a los tres existentes. El clúster de turismo es el más importante con un 641 empresas, que son el 36,7% del total. El volumen de negocio es de 13.493 millones de euros, el 71,5% del total, mientras que el número de trabajadores es de 65.950, un 67,4%. A continuación, en función del volumen de facturación, figuran el clúster auxiliar de turismo (1.726 millones de euros), el clúster de la construcción y servicios relacionados (1.193), el clúster de la alimentación (895), el clúster de prestación de servicios de salud (631), el clúster de la moda (631) y el clúster náutico (336). Los tres clústeres ya constituidos tendrían un volumen total de negocio de 214 millones de euros.

La Conselleria de Treball, Comerç i Indústria, una vez que ya cuenta con el mapping de clústeres, piensa centrarse en los de carácter industrial. Consideran que, una vez formalizados, saldrán necesidades de innovación, de internacionalización, de formación...

La primera fase del proceso de clusterización es la realización de un mapping. Y ahora puede considerarse ya acabada. Se trata, en definitiva, de localizar, trazar y dibujar un mapa de los clústeres potenciales.

Una vez decididos los clústeres, debe tomarse la decisión política de cuáles deben impulsarse.

Iago Negueruela, conseller de Treball, Comerç i Indústria, ha dicho en diferentes oportunidades que 2017 será el año de la industria. Y el Govern, en este sentido, piensa en recuperar el peso del sector industrial en la economía a niveles precrisis.

Una vez que la Conselleria ya dispone del mapping de clústeres, en la segunda fase del proceso, y a la espera de una decisión definitiva, parece claro que se potenciará, en primer lugar, el clúster náutico, acompañado del de moda y el de alimentación y el de hábitat. Además, el Govern tiene intención de colaborar también con diferentes grupos de empresas del clúster auxiliar del turismo. Concretamente, con aquellas especializadas en producir o distribuir productos alimentarios dirigidos a hoteles, restaurantes, etc. Incluye también a los fabricantes de platos preparados, productos frescos, licores... Otra agrupación de empresas que pertenece al clúster auxiliar del turismo y que interesa potenciar al Govern es el de las empresas que se dedican a la reforma hotelera y que están relacionadas con los muebles, la iluminación, etc.

Desde la Conselleria se pretende que en un periodo máximo de un año arranquen algunos de los clústeres mencionados. La figura de un ‘clustermánager’ es fundamental para el correcto desarrollo del proyecto, ya que es el encargado de dinamizar y fomentar el contacto entre las diferentes empresas.

El coste de la mínima infraestructura necesaria para la constitución de un clúster será sufragada al 50% por capital público y de las diferentes empresas privadas que lo constituyen en el momento inicial.