Hace poco más de un año, Facebook nos sorprendía con el lanzamiento de las reacciones en esta red social.
Desde la red social explicaban que se habían recibido multitud de peticiones del “no me gusta” y que después de un tiempo habían decidido incorporar las reacciones a las publicaciones. Estas reacciones, “me gusta”, “me encanta”, “me divierte”, “me asombra”, “me entristece” y “me enfada”, permiten matizar lo que sentimos a la hora de ver un contenido en nuestra red social. De este modo, si por ejemplo ves una noticia triste, ya no dudarás en si darle al like o no, ya puede expresar realmente lo que sientes.

El algoritmo de Facebook es un conjunto de parámetros responsables de qué posts nos aparecen en nuestro inicio, en el newsfeed. Cada cierto tiempo Facebook anuncia cambios. En un primer momento Facebook determinó que los likes y las demás reacciones tendrían un mismo valor. Para los community managers era un tema de mucho interés a la hora de calcular el engagement porque desconocíamos qué valor tendría cada una de las reacciones de los usuarios.

Esta semana el algoritmo de Facebook anuncia cambios, ahora sí que las reacciones van a tener un mayor peso a la hora de que la red social decida qué contenidos tienen más relevancia que los otros. Y es normal, porque según explican, si un usuario dedica más tiempo a ponerse sobre el like para buscar la reacción que busca, eso significa que es más relevante. O al menos ellos lo ven así.

Por lo tanto, vamos a tener que comenzar a crear contenidos ya no solo que gusten a nuestra audiencia sino que consiga sorprenderles y que reaccionen, para así conseguir un mayor alcance. Facebook también ha explicado que tendrán el mismo valor las reacciones positivas que las negativas.

Tenemos que considerar, además, que el usuario final no está pendiente de estos cambios en el algoritmo, y que seguramente seguirá dándole al like por comodidad a los posts que más le gusten.