No preguntéis a vuestros hijos qué quieren ser de mayores sino qué problema quieren resolver en el futuro. Esta fue la recomendación del periodista y analista social Eduard Vallory en su participación como ponente durante la última edición de Innovem celebrada en es Mercadal. El director del programa Escola 21 hizo un llamamiento a replantearnos el modelo educacional actual, siguiendo lo que la UNESCO ya solicitó en 2015 de forma urgente. Habló precisamente de innovación en las aulas, pero no centrada en la sustitución de la pizarra de tiza por la electrónica sino en cómo aprovechar las nuevas herramientas para generar nuevas capacidades. Vallory apelaba a un cambio de modelo en las escuelas para que añadiesen como valores el hecho de generar la capacidad de relacionar conceptos, de analizar o de crear, en vez de ser capaz de reproducir lo que te han explicado. Si nos falta la capacidad de análisis, de relacionar conceptos o de crear, seremos fácilmente sustituidos por robots, tal y como anticipaba Rubén Agote, ponente tambien y representante de la Singularity University.

Una edición de Innovem dedicada a las personas desde el punto de vista de la educación, los recursos humanos y la organización en el trabajo que también contó con el testimonio de la directora general de ESADE, Eugenia Bieto, del director general de la Fundación Cotec y del que fue director de Comunicación del FC Barcelona, Albert Roura, entre otros. La presencia de todos ellos estoy seguro que contribuirá a la mejora de la productividad para todas las empresas, emprendedores y estudiantes que decidieron asistir, tal y como siempre nos recuerda Antoni Riera desde Impulsa.

Pero si Innovem se autoproclama motor de la innovación en Menorca desde hace nueve años, la coincidencia en las mismas fechas de dos nuevos eventos, como la Fira Arrels o los Encuentros Literarios Mediterráneos Albert Camús, han sido propulsores que han contribuido a mejorar nuestra economía gracias a su apuesta innovadora, sea en el terreno cultural para convertirnos en el Davos cultural, sea en la promoción del producto local como escaparate de los mejores ingredientes para la gastronomía. Perdidos como estamos muchas veces en Menorca a la hora de marcar el rumbo de la isla, la suma de los elementos nos está ayudando a configurar el destino final al que debemos dirigirnos. Una isla donde la cultura, la innovación y la singularidad del producto local sean atributos que nos definan como sociedad.