El pasado lunes, de la mano del Ajuntament d’Eivissa y el Restaurante Heart-Ibiza (proyecto conjunto de Albert y Ferran Adrià y Guy Laliberté del Cirque du Soleil), se presentaba un coloquio: “Hostelería y turismo en Ibiza. ¿Un futuro brillante?”.

Debate muy interesante comandado por el genio de las cocinas Ferran Adrià y en el que no tuvo ningún reparo a la hora de lanzar ideas, a cual más interesante y a la espera de que alguien las recogiera. Ideas rupturistas y con el objetivo de colocar la cocina de la isla de Eivissa en el mapa de la gastronomía mundial: una escuela de restauración y hostelería con clara vocación internacional; una especie de “LinkedIn” gastronómico en exclusiva para profesionales del sector, o una web para que los productores locales pudieran ofrecer sus productos, entre otras. Todo sonaba muy bien, sobre todo de alguien que empezó de cero y que, como chef, ha llegado a formar parte de la élite del mundo de la restauración. Alguien que habla desde la humildad y, por ejemplo, reconoce sus carencias de gestión empresarial en sus inicios.

Junto a los hermanos Adrià estaban Óscar Molina (Ibiza Gran Hotel), José Miguel Bonet (Es Ventall) y Marc Rahola (OD Group). Asimismo como coorganizador del evento, y en representación del Ajuntament d’Eivissa, estaba su alcalde Rafel Ruiz, un político con el que no coincido mucho ideológicamente, ni en los diagnósticos ni en las soluciones (ambos lo sabemos), pero que -no es la primera vez que se lo he escuchado- repite en una “idea fuerza” que me parece tremendamente interesante e inspiradora.

En publicidad las “idea fuerza” se utilizan para posicionar un producto o servicio en el mercado. Pues bien, la “idea fuerza” que repite Rafel Ruiz es que Eivissa, al igual que está en el olimpo de la música electrónica y que un DJ para consagrarse tiene que haber pinchado en nuestra isla, tendría que posicionarse del mismo modo en el panorama mundial de la restauración. Sería importante que cocineros de renombre tuvieran la necesidad de vincular su currículos a proyectos de éxito en las Pitiüses. Pues bien, me parece toda una declaración de intenciones que podría guiar la acción de todo aquel que viese el potencial de la idea.