Stephen Covey (1932-2012), escritor y autoridad reconocida internacionalmente en materia de liderazgo, publicó en 1989 uno de los libros de management más influyentes del siglo XX, “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”. Según explica el autor en su libro, estos siete hábitos son los siguientes: 1- Ser proactivo, 2- Comenzar con un fin en mente, 3- Establecer primero lo primero, 4- Pensar en ganar/ganar, 5- Procurar primero comprender y después ser comprendido, 6- Sinergizar y 7- Afilar la sierra.

Puesto que estamos en plena época estival y muchos lectores estarán ya o comenzarán pronto sus vacaciones, es un buen momento para hablar del séptimo hábito de Covey, “Afilar la sierra”, y que además a mí me parece uno de los más importantes para poder llevar una vida plena. Covey relata en su libro el siguiente ejemplo que me parece que ayuda muy bien a entender el mensaje que quiere transmitir:

Suponga el lector que se encuentra con alguien que trabaja febrilmente en el bosque, talando un árbol con una sierra.

—¿Qué está usted haciendo? —le pregunta.
—¿No lo ve? —responde él con impaciencia—. Estoy cortando este árbol.
—¡Se le ve exhausto! —exclama usted—. ¿Cuánto tiempo hace que trabaja?
—Más de cinco horas y estoy molido. Esto no es sencillo.
—¿Por qué no hace una pausa durante unos minutos y afila la sierra? —pregunta usted—. Estoy seguro de que cortaría mucho más rápido.
—No tengo tiempo para afilar la sierra —dice el hombre enfáticamente—. Estoy demasiado ocupado serrando.
Afilar la sierra implica preservar y realzar el mayor bien que poseemos: nosotros mismos; y para ello debemos renovarnos periódicamente en nuestras tres dimensiones: la física, la mental y la espiritual. Vivimos tan ocupados en nuestro día a día que no tenemos tiempo de pararnos a pensar en las cosas más importantes de la vida. Actuamos por impulsos, reaccionando casi sin pensar y sin control ante los acontecimientos que se van sucediendo, y al final del día acabamos agotados y en ocasiones con la sensación de no haber sido todo lo efectivos y eficientes que deberíamos.

Ante esta situación es necesario parar y afilar la sierra para mantenernos frescos e incrementar nuestra capacidad de producir y de gestionar los desafíos del día a día. Vivir una vida equilibrada implica tomar el tiempo necesario para nuestra renovación, y las vacaciones estivales son un buen momento para ello. Un buen consejo para quienes todavía no lo hayan probado es dedicar un tiempo a la meditación y a la relajación, lo que nos permitirá vivir una vida más plenamente consciente.

Cada día es una nueva oportunidad para renovarte, sé consciente de la importancia que ello tiene y mira de cuidar adecuadamente tu cuerpo, tu mente y tu espíritu; solamente así podrás afrontar con éxito los retos que están por venir y disfrutarás de una vida equilibrada y plena.