AENA, como la gran mayoría de empresas, basa su gestión en el proceso de mejora continua, el cual puede definirse como el conjunto de procedimientos que intentan optimizar y aumentar la calidad de un producto o servicio.

En este artículo me gustaría centrarme en contarles las últimas actuaciones que hemos llevado a cabo y que se enmarcarían en la fase de actuación del consabido ciclo de mejora continua: planificar, hacer, analizar/chequear y actuar.

Desde la entrada en vigor del Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), el principal instrumento para la inversión en los aeropuertos es el plan quinquenal que cada aeropuerto realiza de acuerdo a dicho documento. Es ahí donde empieza la fase de planificación y que, en este ámbito, recoge las actuaciones para mantener y mejorar la calidad de los servicios ofrecidos a nuestros clientes, además de las obligaciones normativas que conllevan las infraestructuras aeroportuarias. Así pues, tenemos en el DORA, cinco años planificados a grandes rasgos que debemos particularizar en los planes operativos de cada uno de esos años. Es ahí donde estamos, en la fase de “hacer” del ciclo de mejora continua.

Constantemente, a través de comités, grupos de trabajo y reuniones, analizamos nuestros procesos y la opinión de nuestros clientes. Mediante el uso de encuestas de percepción de calidad, las cuales se realizan diariamente tanto a aerolíneas como a pasajeros, es donde podemos comprobar si las actuaciones llevadas a cabo corresponden a lo que se espera de las mismas.

Entre estas actuaciones podemos destacar las nuevas zonas de recarga de ordenadores y demás dispositivos electrónicos, presentes en todos los módulos de embarque; la reforma de los aseos de varias zonas del aeropuerto, como puede ser la del módulo interislas, planta de salidas y Módulo D, o las nuevas salas para familias y espacios infantiles; actuaciones de las que los pasajeros ya han podido disfrutar este verano.

Por otra parte, actualmente nos encontramos poniendo en marcha la nueva fase de actuaciones que se espera estén finalizadas el próximo verano. A grandes rasgos, estas nuevas mejoras incluirán acciones para la remodelación de infraestructuras en el lado aire, las cuales tienen como objetivo el cumplimiento normativo y fin de vida útil (renovación de plataformas estacionamiento de aviones), así como también la última fase de remodelación de aseos (Módulos A y C), renovación de suelo del módulo no Schengen y la impermeabilización de las cubiertas de facturación y salidas.

Por último, me gustaría destacar las nuevas zonas para el control de pasaportes fruto de la colaboración entre la Policía Nacional y AENA, así como la primera fase para la modernización de uno de los sistemas más importantes del aeropuerto, el Sistema Automático de Tratamiento de Equipaje, SATE.

Un aeropuerto es una infraestructura verdaderamente “viva” que se encuentra en constante evolución, ya sea por los cambios en los procesos que componen su operativa, o bien por lo que se le demanda por parte de compañías aéreas y pasajeros. Todo lo citado previamente, junto con nuestro proceso de mejora continua, es lo que nos lleva día a día a tratar de mejorar las instalaciones y servicios que ofrecemos a todos nuestros clientes.

Finalmente, aprovecho la oportunidad para pedirles paciencia por las posibles molestias e inconvenientes que se puedan producir durante la ejecución de todas las actuaciones que vamos a realizar en los próximos meses. Nuestro principal objetivo son ustedes, nuestros pasajeros, buscando siempre que su paso por nuestras instalaciones sea una buena experiencia. Y para ello seguimos trabajando.