Mila Lázaro (derecha), propietaria de Bazaar Palma, con la encargada de la tienda, Verónica Reyes. La tienda Bazaar, que destaca en la guía por su aspecto armónico y elegante. | Esteban Mercer - E.M.

Un comercio con rótulos y elementos exteriores armonizados con el edificio es un establecimiento que invita a entrar. El Institut d’Innovació Empresarial de les Illes Balears (IDI) ha publicado una nueva Guía de buenas prácticas para la imagen exterior de los locales comerciales, en la que da una serie de recomendaciones para convertir el diseño de estos elementos en un reclamo para los clientes, a la vez que se respeta el entorno y la arquitectura en el que se integra. El objetivo último es que el tejido comercial sea singular.

Los rótulos bien integrados en la composición arquitectónica del edificio ayudan a crear una imagen exterior elegante del establecimiento. Su función principal es informar del nombre del establecimiento y de su actividad. Si el rótulo se ubica en un vacío arquitectónico, tiene que respetar la morfología de la apertura, ubicarse en la parte superior y no ser demasiado reiterativo. Además, no se deben ocultar los elementos decorativos propios del diseño del edificio. En cambio, si se ubica en la fachada, es suficiente con un solo rótulo para no crear saturación. En este caso se recomienda de letras recortadas, de 12 centímetros como máximo y de una o dos líneas de texto.

Los rótulos de tipo bandera no son una buena idea si ya hay muchos en la calle, ya que se pueden percibir como una comunicación agresiva y ser perjudiciales.

En cuanto a la iluminación, se recomienda que forme un solo elemento junto con el rótulo y que no sea excesiva ni intermitente. Las persianas metálicas son los cerramientos más recomendados. Las caladas crean una relación amable entre el interior y el exterior del comercio cuando está cerrado, tienen un buen mantenimiento y ayudan a prevenir actos vandálicos como pintadas. El sistema más conveniente de apertura es el de tipo guillotina.

Y los toldos también tienen su importancia en el conjunto de la imagen exterior de los establecimientos comerciales, a pesar de que su función no es estética sino de protección solar. Es mejor ubicarlos dentro o encima del vacío arquitectónico, que sean plegables y que sean homogéneos en todo el establecimiento.

LA FACHADA

El IDI pone especial énfasis en que no hay que pintar la fachada de los colores corporativos ni revestirla de materiales que no tengan relación con los ya existentes. Asimismo, indica que los adhesivos, pizarras o plafones comunicativos no concuerdan con la imagen de elegancia y amabilidad que se busca. Y es necesario eliminar las máquinas del sistema de climatización adosadas a la fachada.

El último punto a destacar es supresión de las barreras arquitectónicas y la mejora de la accesibilidad no solo para las personas con discapacidad sino también para padres con cochecitos, personas con dificultades de mobilidad o que vayan cargadas con el carro de la compra. Para ello es necesario eliminar los escalones, no poner obstáculos en la acera y que las puertas permitan un fácil acceso.

Estas recomendaciones se complementan con la guía de merchandising visual y escaparatismo que el IDI lanzó meses atrás.