Cuando hablamos de un avatar ya no solo pensamos en la película de ciencia ficción de James Cameron. Todos nosotros tenemos nuestra imagen en las redes sociales, a la que llamamos foto de perfil. Aquellas personas que no nos conocen, se guían por esos avatares y por las fotografías que subimos a las redes sociales; nos conocen virtualmente. El hecho de conocer a alguien en persona después de haberlo hecho a través de las redes sociales es la desvirtualización. Y ya se ha convertido en algo muy usual.

Por otro lado, los que sois gamers o aficionados a los videojuegos seguramente también habréis recreado personajes a vuestro gusto, siendo una representación de vosotros mismos como jugador. Es vuestro yo dentro de los mundos virtuales.

Si mezclamos esos dos factures y los traemos a la tendencia actual en social media, nos encontramos a los nuevos influencers digitales. Se trata de chicas y chicos no reales, pero con una apariencia muy real, que se sacan fotografías para compartir con sus seguidores convirtiéndose en sus referentes y haciendo de prescriptores.

La primera “it girl” virtual es Miquela Sousa, @lilmiquela en Instagram, que ya sobrepasa el millón de followers en Instagram y que además no se limita solamente a su labor como influencer sino que además ha realizado varias canciones que ha compartido en sus cuentas de Spotify y YouTube.

No se sabe quién está detrás de Miquela, pero ya ha realizado colaboraciones con marcas como Chanel o incluso ha sido la responsable de llevar el Instagram de Prada en la presentación de su colección otoño/invierno 18 en Milán. Además ha lanzado su propia tienda de merchandasing y ya cuenta con otros amigos virtuales con los que comparte publicaciones.

¿Serán los influencers virtuales los nuevos aliados de las marcas para hacer promoción de sus productos o servicios? ¿Acabaremos teniendo amigos en redes sociales que son avatares? ¿Tendremos los nuestros propios?