Turquía, Argentina, guerra comercial… demasiados ruidos para que la bolsa española pudiera atacar la resistencia de 9.800- 10.000. Es más, lo que está poniendo a prueba es el gran soporte de los 9.200 puntos. Este es un punto clave desde el punto de vista técnico ya que se juntan varias señales en él: durante 2014 y 2015 lo tocó en tres ocasiones sin perforarlo, por lo tanto fue un nivel en el que se hicieron muchas compras.

Sin embargo, en enero de 2016 sí lo consiguió romper. Es básico en la formación en análisis técnico saber que cuando se pierde un soporte, este se convierte en resistencia; la teoría volvió a funcionar durante todo 2016 ya que se atacó sin éxito este precio hasta en 10 momentos. Ya a finales de diciembre lo consiguió atravesar, volviendo a ejercer como soporte durante el primer trimestre de 2017.

Ahora, casi 20 meses después, ha vuelto a probar la fortaleza de este soporte (lo ha perdido puntualmente sin llegar a consolidarlo). Estos niveles de rebote o de freno no son casualidad (además en 9.200 también se une que es el 38,20% del retroceso de la caída vivida entre 2015 y 2016, algo que también funciona como soporte): se puede explicar desde un punto de vista de movimiento de masas, de repetición, de ciclos, etc., pero lo que es cierto es que justo en 9.200 o bien se producen muchas compras (y funciona de soporte) o bien muchas ventas (y ejerce de resistencia).

En un momento tan puntual el inversor tiene buenas herramientas para decidir si compra, se mantiene fuera, dentro o vende. Si funciona el soporte, las subidas pueden llevar la cotización de nuevo hasta los 9.800-10.000 y obtener un 6,5-8,5% de rentabilidad; siendo más largoplacistas se puede tener una estrategia con objetivos en 11.000-11.200.

Pero si se pierden, podría haber una caída libre hasta los 8.500-8.200. Inditex ha iniciado la temporada de resultados trimestrales, si son buenos los objetivos deberían ser una realidad.