¿Es el derecho de uso un activo? El IASB (International Accounting Standards Boards) da una respuesta positiva a este tema y a partir del próximo 1 de enero los arrendamientos operativos que actualmente eran off balance entrarán en el balance de las empresas, de acuerdo con la NIIF 16 con objeto de dar transparencia contable en la exposición a los riesgos procedentes de este tipo de contratos. Un estudio previo del propio IASB cuantifica el valor estimado actual de los pagos futuros en el 5,4% del total de los activos ya registrados.

El cambio contable afecta sustancialmente a la foto finish del balance, a la cuenta de pérdidas y ganancias y al estado de flujos (de efectivo), modificando potenciales parámetros de calificación crediticia, ratios de cumplimiento, etcétera.
El impacto macroeconómico de reconocimiento de deuda en la empresas españolas del IBEX 35 se estima en unos 40.000 M/e y corresponde básicamente a los alquileres operativos de redes de comunicación (Telefónica...), transporte aéreo (IAG...), hoteles (Meliá...), parques eólicos (Iberdrola...), locales comerciales (Inditex, Santander...).

La norma a aplicar en los arrendamientos, con la excepción de los inferiores a un año y sobre activos de escaso valor, es la de valorar los pagos futuros comprometidos, usando la tasa de interés implícita o “incremental” en su caso.

Aunque aparentemente se incremente el activo en la misma medida que el pasivo, la realidad al mantenerse el patrimonio neto se produce un aumento de la ratio de endeudamiento.

Pero el cambio normativo tiene también repercusión en la estructura de la cuenta de resultados, ya que los gastos por arrendamiento forman parte del ebitda (Earnings Before Interest, Taxes, Depretiation & Amortization), es decir, beneficio bruto de explotación calculado antes de la deducibilidad de los gastos, menos: intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones. Ebitda, beneficio operativo, fondo de maniobra, endeudamiento... son ratios financieros básicos afectados por el cambio contable.

Los cambios necesarios para la captura de la información, su contabilización y los desgloses en los estados financieros exigen un periodo de tiempo que se va agotando si queremos llegar al 1 de enero de 2019 en condiciones de dar respuesta al importante cambio que significa la activación de los alquileres.

La empresa ha de tener especial interés en informar a los stakeholders de las variaciones producidas, en una memoria técnica, si las circunstancias lo aconsejan, las cuentas afectadas y su cuantificación, detallando de manera clara que las variaciones producidas lo son por el cambio normativo y no por la actividad empresarial.