Una de las técnicas que mejor funcionan a la hora de generar contenido para los canales de internet es la personalización. De hecho, cada vez se está utilizando como algo más natural para hacer única y del agrado del consumidor la experiencia de navegar por internet.

Recuerdo al principio de algunas redes sociales lo novedoso que nos podía parecer llegar a ser el foco de lo que publicaba una marca, como fue el caso del concurso semanal en la página de Facebook de Oreo. Asimismo, en redes como Forsquare, ahora Swarm, formabas parte de un juego de geolocalización en el que se te premiaba con badgets, ranking y el puesto de alcaldía. Marcas como Starbucks consiguieron poner en el mapa toda su red de tiendas en España al precio de coste de un café por cada uno de sus establecimientos.

Con los años estas técnicas se han ido especializando. Ahora todo está mucho más personalizado de lo que parece. Era bonito cuando entrabas en una red y solo consumías lo que habías elegido tú. Pero ahora es diferente, en gran medida sigues el contenido que quieres, pero por otro lado, los social ads permiten a las empresas aparecer en el newsfeed de los consumidores. Eso sí, lo hacen de un modo personalizado.

Seguramente, si te vas a ir de viaje a Madrid, comenzarás a ver anuncios de experiencias allí. El remarketing y la excelente capacidad de segmentación que nos ofrecen las redes hacen que en ocasiones esa publicidad pase desapercibida.

Otros ejemplos de personalización los podemos ver en el campo audiovisual.
RTVE lanzó ya hace un par de años una serie que se llamaba “Si fueras tú” en la que el espectador era quien decidía el futuro de su protagonista. O la película “Life in a day” realizada a partir de 80.000 vídeos enviados desde todo el mundo. Otro ejemplo más reciente ha sido el lanzamiento de la película interactiva de Netflix “Bandersnatch” en la que tú eliges tu propia aventura, llegando a tener una gran cantidad de opciones y finales.