Joan Aceituno representa la tercera generación de la familia Vidal que está al frente de la heladería.

La Gelateria Colonial es la primera heladería artesanal de Baleares con certificación de producción ecológica. Desde su creación en 1948, ofrece en la Colònia de Sant Jordi sus helados, de numerosos sabores y sensaciones. Aparte realizan crepes, gofres, tartas, tortitas, pralinés, polos y copas artesanales de helado de hasta 20 variedades diferentes.

Hace 50 años que la familia Vidal está a cargo del negocio. En 1969, Juan Vidal, el abuelo del actual propietario Joan Aceituno Vidal, después de tres años estando al frente de la panadería Pons de la misma localidad, comenzó a hacerse cargo del negocio de la heladería. Actualmente, el Colonial ha pasado por dos generaciones de la familia Vidal y está en manos de la tercera, con Joan Aceituno y su mujer Francisca López trabajando muy duro día a día para que la Gelateria Colonial siga satisfaciendo a los clientes con la calidad y la cremosidad de sus helados.

Tres generaciones

Joan Aceituno empezó su andadura en la heladería cuando era muy pequeño. Con 10 años ya se dedicaba a ayudar a su padre en todo lo que podía. «En los años 70 nos levantábamos a las 4 o 5 de la madrugada para ir a la montaña a buscar leche a la vaquería de n’Andreu. Era todo más difícil que ahora. Únicamente éramos capaces de realizar cuatro o cinco sabores diferentes. Con el paso del tiempo la forma de elaborar el helado y de venderlo ha variado muchísimo», comenta.

Joan siempre se ha considerado un hombre muy trabajador y dedica la mayor parte de su día al helado: «Estoy trabajando con el helado desde que me levanto hasta que me duermo, prácticamente. A diferencia de otros propietarios, yo hago el propio helado, lo cuido, me aseguro de que esté a la perfección y luego lo sirvo. No me gusta mandar a otras personas a que hagan los helados y yo dedicarme mientras a hacer otras cosas. Requiere todo mucho trabajo, pero me gusta convivir con mi producto día a día», explica.

En cuanto a las ventajas y desventajas que supone estar al cargo de un negocio familiar, la balanza se decanta más por la parte positiva según Joan: «Somos 17 trabajadores y el hecho de que esto sea un negocio familiar hace que todos estemos muy unidos y sea fácil trabajar, aunque siempre puede haber algún que otro inconveniente», afirma.

Si le preguntas sobre cuál es la clave del éxito de sus helados, Joan explica que pone mucho énfasis en el tratamiento de la creación del producto: «La calidad de la materia prima que se utiliza para realizar el helado es muy importante. Además, utilizar el menor tiempo posible para hacer el helado es algo imprescindible. Antes no era posible, pero ahora tenemos la tecnología necesaria para que el helado salga mucho más cremoso y que consiga coger la temperatura necesaria de una manera muy rápida. De esta forma, el helado sale mucho mejor. Cuando hacemos un helado, buscamos el máximo sabor, la mejor cremosidad y el mejor gusto posible. Lo que pides es lo que te comes. Si pides un helado de pistacho, vas a sentir que de verdad estás comiendo y saboreando pistacho. Creo que a muchas heladerías que trabajan con productos industriales les falta potenciar este aspecto y es algo que pienso que nosotros hacemos muy bien y nos ayuda a distinguirnos», explica.

Helados

La Gelateria Colonial se ha caracterizado y distinguido de los demás establecimientos por tener la intención de abarcar todos los mercados. Realizan helados artesanales y ecológicos, pero también están poniendo empeño debido al aumento en el número de ventas en realizar helados veganos, sin azúcar y sin lactosa, hechos a partir de leche de arroz.

«La principal diferencia entre un helado industrial y un helado artesanal es la cantidad de aire que se inyecta en el helado. El helado artesanal ha de contener un 35% de aire, por lo que por los mismos litros, pesa más que el industrial. Vas a disfrutar mucho más comiendo un helado artesanal, tardas más en masticarlo y no se deshace tan rápido en la boca», afirma.

A pesar de tener una gran variedad de sabores a disposición del cliente, Joan sabe cuáles son los preferidos de los consumidores: «Los helados tradicionales son los que más se venden: chocolate, vainilla, limón, cookies, fresa... como propuestas personales y como pruebas hemos realizado helados de todo tipo: de wasabi, de chocolate blanco con canela, helado de mostaza, de aguacate, de yogur con miel, sésamo caramelizado e incluso de sobrasada. No obstante, yo soy de los que piensan que el helado ha de ser siempre dulce», opina.

La Gelateria Colonial es muy reconocida por todo Baleares e incluso páginas como TripAdvisor la colocan entre las 16 mejores heladerías de España según un ranking hecho por el Huffington Post. Joan se dio cuenta de que su heladería tenía un gran reconocimiento cuando abría la heladería las primeras horas de la mañana: «Es difícil de creer, pero cuando solíamos abrir a las seis de la mañana, había gente que estaba comenzando a hacer cola a las cinco de la madrugada únicamente para comer un helado. En ese momento me di cuenta de que era demasiado trabajo, y decidí relajarme un poco y aligerar las cosas para tener más tiempo para mí mismo, mi mujer y mis hijas». Aparte de la heladería la familia Vidal también está al frente del Hostal Colonial, que dispone de 28 habitaciones en total, tanto dobles como individuales, así como de apartamentos vacacionales. El establecimiento dispone de un buffet elaborado en su gran mayoría con productos que se recolectan en su propia huerta.