Ramón Hernández, CEO de Bluebay Hotels. | Jaume Morey

Ramón Hernández, director general/CEO de BlueBay Hotels, transpira optimismo. Cataloga la temporada pasada de muy buena y no duda de que la del año que viene tendrá altas ocupaciones y precios estables. “La temporada 2019 ha sido muy buena para BlueBay Hotels en Mallorca, prácticamente al nivel de 2017, con altas ocupaciones y ligeros incrementos de tarifa en la mayoría de hoteles. Cualquier atisbo de recesion en términos de demanda y conectividad nos afectará directamente debido al alto número de camas que ofertamos en la isla. En todo caso, la contratación de 2020 se sustenta en partners muy sólidos, lo que nos hacer ser optimista y prevemos un año próximo con altas ocupaciones y entornos estables de tarifas”, explica.

Sobre el papel de las instituciones públicas, Hernández reclama que respondan y legislen de un modo ágil a las necesidades del sector. “Desde BlueBay Hotels lo que vemos muy conveniente es concienciar a los organismos y entes de gobierno para que orienten al máximo sus esfuerzos, equipos, estructuras y prioridades en legislar y responder de un modo ágil a las necesidades del sector en todo lo relativo a gestiones administrativas, trámites, licencias, revisión de nuevos proyectos... No olvidemos que ofrecer un producto renovado, reformado y moderno es lo que nos va a diferenciar ante el cliente que ahora mismo, por menos precio, puede decidirse por Turquía, Túnez, Grecia, Portugal, Croacia o Egipto”, asegura. Finalmente justifica el incremento del convenio con el excelente momento en el que se produjo la negociación.

ALQUILER. Hernández reconoce que el alquiler turístico debe convivir con el sector hotelero, aunque reclama que la oferta del alquiler vacacional se reduzca de forma significativa. “Entendemos que el modelo de alquiler turístico es algo con lo que debemos convivir, que en Mallorca genera ingresos a muchas familias de la isla, pero creemos que sigue existiendo un retraso entre los cambios y adaptaciones introducidos por estas plataformas con la capacidad de los organismos públicos para regularlos y controlarlos.

La actual normativa ha conseguido reducir el número de establecimientos ofertados bajo esta modalidad, no obstante, la oferta sigue siendo enorme y se debe seguir constriñendo su funcionamiento yendo directamente contra las plataformas que los ofrecen. Hemos tenido años buenos (2016-19) a nivel hotelero en Balears, pero vendrán momentos de baja demanda, y cuando las ocupaciones caigan, ahí miraremos todos directamente a nuestros ‘competidores’, los alquileres turísticos, y nos quejaremos de su falta de generación de empleo, de la falta de calidad o seguridad del producto que ofrecen, de la baja fiscalidad si la comparamos con la de los hoteles. Ahora deberíamos seguir insistiendo en endurecer esta normativa”, argumenta.

Hernández atribuye a los turoperadores un papel fundamental para conseguir buenas ocupaciones y no cree que pierdan importancia en el corto plazo. “Pensar que la influencia o cuota de mercado de la turoperación en Mallorca pueda revertirse en el corto plazo, cuando dependemos los hoteleros de los aviones de la turoperación para llenar nuestras plazas, es sin duda precipitarse. No obstante, las cadenas hoteleras estamos ganando unos puntos de cuota de mercado en los canales online y en nuestro canal de venta directa, y eso sucede en detrimento de la cuota de turoperación. Aun así su peso específico es enorme e incluso tras la quiebra de Thomas Cook”, finaliza explicando Hernández, quien reconoce que los contratos en garantía con turoperadores están en declive, pese a que Bluebay dispone de varios y está satisfecho.