La playa de Sant Adeodat (es Migjorn Gran), en Menorca. | Efe

Hasta la vigilia del fatídico lunes 23 de setiembre, Menorca estaba viviendo una temporada turística estival similar a 2018 (incluso algo mejor, si se tienen en cuenta las bajas expectativas creadas por el temor a una caída brusca en la ocupación), pero con un descenso en la caja de los negocios turísticos, especialmente en tiendas y comercios.

El anuncio del cese de todas las operaciones por parte del turoperador británico Thomas Cook tras fracasar las negociaciones de emergencia para evitar su quiebra, suponía un borrón para la cuenta de resultados de este 2019, como explicaba gráficamente la gerente de la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome), Azucena Jiménez.

Una noticia cuyos efectos no solo se dejaron notar en el sector del alojamiento sino también en las empresas proveedoras de servicios y productos, desde pequeños industriales a actividades de ocio que contrataban los clientes, tal y como constataban desde la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Menorca (PIME).

En el otro lado de la balanza está el crecimiento de mercados europeos como el alemán, el francés o el suizo, que han ayudado a atemperar la caída del mercado británico, la tendencia positiva del mercado nacional que ayuda mejorar las cifras de ocupación así como el aumento del gasto turístico por persona y día hasta los 131 euros, un 2,1% más que en 2018, según datos recopilados por el INE e Ibestat de la encuesta Egatur.

El récord de llegada de pasajeros entre abril y octubre que confirman las estadísticas del aeropuerto de Menorca, sin contar las llegadas por vía marítima, es otro síntoma de que la isla sigue siendo un destino muy atractivo.

ASHOME. Los hoteleros no estaban descontentos con la temporada turística que estaban teniendo en Menorca, cuya ocupación se había situado, eso sí, un punto y medio por debajo respecto a 2018, con una curva descendente comparando con 2017.

“A principios de temporada, el escenario que se nos planteaba era peor, entre otras cosas porque todos los pronósticos de los turoperadores también eran inciertos, ya que ellos mismos están viviendo una época de cambios y de propia incertidumbre”, explica la gerente de Ashome, Azucena Jiménez. Saber cómo respondería el principal mercado de Menorca con una libra cara y un brexit en el horizonte generaba más desesperación.

“La buena noticia es que pese a todo, los ingleses decidieron salir de vacaciones, pero apostaron menos por Menorca y más por Grecia y Turquía, ya que comparartivamente éramos un destino caro”, añade. Pero si los parámetros de ocupación no parecían del todo malos, en cuestión de ingresos las cuentas de 2019 bajaron de media un 10%, tal como explica Jiménez.

“El gasto ha sido menor en los establecimientos turísticos. Ha habido menos alegría a la hora de gastar, promovido por toda esta incertidumbre o por la crisis anunciada”, detalla.

En este sentido, para la gerente de Ashome los riesgos están más en un parón de la economía que no en una recesión. “Los expertos me cuentan que cuando se cae en una recesión, se sale con un empujón, pero cuando se estancan las cosas, el contagio es mayor y podemos estar más tiempo en esta línea plana”, detalla.

Respecto a la caída de Thomas Cook, la gerente de Ashome opina que Menorca ha sido la isla más castigada y pese a que no ha existido una gran preocupación por el papel del turoperador, que considera será cubierto por otros como TUI o Jet2, sí que ha abierto una renegociación de cara a la próxima temporada y, sobre todo, una incógnita por saber qué pasará con las plazas de avión que venían programando. “Thomas Cook aportaba 90.000 plazas y de momento solo hemos recuperado unas 15.000 mal contadas. Este es nuestro mayor temor y por eso solicitamos a la Administración central que intercediera con una bajada de tasas aéreas en AENA”, comenta.

Respecto a la próxima temporada, todavía es pronto para saber qué pasará, aunque de la feria de turismo de la World Travel Market se regresó con muy buenas vibraciones por parte de los turoperadores porque confían mucho en todo lo que les ofrece Menorca. “Por ello me duele profundamente que la ecotasa haya despreciado la mejora de las urbanizaciones como proyecto necesario e imprescindible para nuestra credibilidad como destino turístico de calidad y lamento que el conseller Iago Negueruela nos prometiera algo que no ha cumplido”, concluye la gerente de Ashome.

PIME. La Federación de la Pequeña y Mediana Empresa (PIME) ha vuelto a ser la más crítica con la temporada turística ya que considera que se está produciendo un retroceso en la competitividad de Menorca como destino turístico, por los efectos colaterales de la quiebra de Thomas Cook y agravada por la negativa del Govern de les Illes Balears al no incluir la mejora y modernización de las urbanizaciones turísticas en su Plan anual de inversiones para 2019 derivado del impuesto turístico.

“Llevamos 20 años insistiendo en que la mejora de urbanizaciones debe formar parte de la agenda política de manera prioritaria y el haber rechazado la propuesta del Consell Insular para su modernización, valorada en 6 millones de euros, supone un grave perjuicio que tiene consecuencias palpables en nuestro descenso como destino”, explica la secretaria general de PIME, María García.

Los resultados de la encuesta que elabora mensualmente desde hace 22 años a 250 empresas asociadas para valorar los resultados de sus negocios, volvió a arrojar un déficit de facturación en la mitad de los negocios. Tan solo un 20,78% de las empresas menorquinas ganaron más que en 2018 y el resto cosechó resultados similares al verano pasado.

“La encuesta nos dice que el sector que mejor refleja en valores absolutos el comportamiento de lo que ha sido la temporada 2019 son los agroturismos porque dos de cada 10 empresas encuestadas ha facturado más que en 2018, tres de cada 10 lo mismo y cinco de cada 10 ha visto reducida su cifra de ventas”, explica la secretaria general de PIME.

Unos de los más perjudicados siguen siendo aquellos relacionados con los datos de consumo turístico en los comercios, cuyo 60,82% de empresas facturó menos que el año pasado y tan solo un 18,56% mejoró ingresos. Y entre los sectores que mostraron un mejor comportamiento estuvieron los relacionados con empresas náuticas, pese al descrédito que se ha vertido hacia ellos, alentado por la propia Administración pública por las infracciones en fondeos en zonas de posidonia y otras prácticas para nada generalizadas, según PIME.

FOMENTO. Desde la Fundación Fomento de Turismo se habla de una temporada con un comportamiento variable, pasando de un inicio dinámico a un final más átono. No obstante, los indicadores relativos a llegadas, diversificación de mercado, gasto turístico, rentabilidad hotelera y afiliación son positivos. En este sentido, se pone énfasis en el dinamismo de los mercados nacional, francés, alemán y suizo, con subidas del 5,2%, 11,3%, 6,8% y 12,3%, respectivamente.

La presidenta del Consell Insular y de la Fundación, Susana Mora, está convencida de que Menorca es un destino turístico sólido y competitivo, que mantiene el interés en los mercados nacionales y británicos pese a su retroceso por los efectos colaterales de la quiebra de Thomas Cook o la entrada en compentencia de los destinos del norte del Mediterráneo, pero que genera demanda en mercados estratégicos como los centroeuropeos. El gran objetivo sigue siendo ampliar la temporada turística, consolidando una proporción entre la alta y la media de 60-40 con vistas a llegar a un 55-45.

“Los datos de este año confirman un mayor dinamismo de los meses de principio de temporada con un crecimiento del 6,1% en abril y mayo respecto a 2018, si bien setiembre y octubre han sufrido un caída del 4,1%, condicionados por la quiebra de Thomas Cook”, concluye Susana Mora.