Vehículos desembarcando en la Savina de un ferry procedente de Eivissa el pasado verano.

La aprobación el pasado mes de enero por parte del Parlament balear de la Ley de Sostenibilidad Medioambiental y Económica de Formentera ha permitido a la menor de las Pitiüses restringir la entrada de vehículos a la isla durante los meses de julio y agosto, una medida pionera a nivel estatal y que desde el Consell Insular de Formentera valoran positivamente.

“La aplicación de la regulación de entrada de vehículos este año ha cumplido con su primer objetivo: romper con la tendencia alcista en el número de vehículos y de afluencia de tráfico que había habido en los meses centrales de la temporada de verano en los últimos años”, asegura el conseller de Mobilitat, Rafael González.

Además, el político de Gent per Formentera añade que la regulación “ha tenido un segundo efecto positivo, como ha sido el aumento de los desplazamientos en modos de transporte más sostenibles, como el transporte público o la bicicleta”.

Según los datos aportados por el Consell de Formentera, el número máximo de vehículos que ha circulado este verano por la isla se ha reducido un 2% respecto al año 2018. A finales de septiembre, el área de Mobilitat de la institución insular ofreció un primer balance con los datos oficiales de la regulación de la circulación durante los dos en los que estuvo vigente la restricción en la entrada de vehículos a la isla.

La media de vehículos que circuló por la menor de las Pitiüses en el mes de julio se situó en 19.532, mientras que en agosto fue de 21.658 vehículos. El día que más volumen de circulación hubo fue el 10 de agosto, con 21.929 vehículos contabilizados frente a los 22.382 del día más concurrido del año 2018, una cifra que ha servido como techo en la aplicación de la nueva normativa.

Un límite que la institución insular pretende rebajar, aunque aún no tiene decidido si será en 2020. “Esperamos rebajar el techo de vehículos hasta un número adecuado con el que no se generen momentos de saturación en la red viaria. La reducción se tiene que llevar a cabo de forma progresiva y tiene que ir de la mano de la sociedad formenterense, que es la que nos ha guiado en este camino hacia la sostenibilidad”, apunta González.

Cuando el conseller de Mobilitat de Formentera habla de la sociedad formenterense se refiere al Consell d’Entitats, el órgano en el que está representado todo el tejido asociativo, económico y político de la isla y del que nació el mandato de llevar a cabo esta restricción en el número de vehículos. Y será en el seno del Consell d’Entitats, que se convocará antes de final de año, donde se decidirá si este techo se mantiene o se rebaja.

TRANSPORTE PÚBLICO. Desde el Consell de Formentera aseguran que son conscientes de que el sistema “se tiene que ir mejorando de manera progresiva”. En este sentido, mencionan las mejoras que se llevarán a cabo en el transporte público “para dar opciones de transporte alternativo al vehículo privado, tanto a residentes como a turistas, y que de una manera natural se pueda reducir el actual techo de vehículos”, destaca Rafael González, quien añade que se está trabajando “en la implantación de mejoras en el transporte público de cara al próximo verano”.

Sin embargo, hay quienes se muestran escépticos ante el anuncio de mejoras en el transporte público. Uno de ellos es Llorenç Córdoba, el portavoz de Sa Unió, y por lo tanto jefe de la oposición en el Consell de Formentera, quien recuerda que fue el Partido Popular, una de las formaciones que forman la coalición que lidera, el que propuso esta restricción en la llegada de vehículos en 2004. Córdoba se pregunta, además, dónde han ido a parar los 350.000 euros que el Govern balear anunció que llegarían a Formentera para la mejora de las frecuencias y líneas de autobús. “No sé en qué se los han gastado, pero en transporte público seguro que no”, manifiesta.

Córdoba asegura que no tiene “suficientes datos” para valorar cómo ha funcionado la restricción de vehículos en su primera temporada de aplicación, pero destaca que el Consell no ha conseguido cubrir gastos y que la puesta en marcha de esta medida pionera fue precipitada. “Tendrían que haber esperado al año que viene”, sostiene el portavoz de Sa Unió.

Por otra parte, Rafael González explica que los usuarios de transporte público han aumentado un 16 por ciento este verano.

CUPOS. Los cupos diarios de vehículos que se han aplicado esta primera temporada de restricción han sido 2.700 coches de alquiler y 7.000 motos de alquiler, un techo para los coches de visitantes de fuera de las Pitiüses de 2.280 y de 230 motos, mientras que el límite de los vehículos de ibicencos se fijó en 220 turismos y en 20 motos. Además, hay que añadir los 6.700 vehículos de los residentes en Formentera. El cupo para los vehículos de residentes en Eivissa se agotó rápidamente, por lo que los ibicencos que quisieran llevar su coche o moto a Formentera tuvieron que apuntarse en el registro general.

La recaudación por parte del Consell de Formentera en este primer año de puesta de largo ha sido de 59.512,25 euros. Los residentes en las Illes Balears han estado exentos del pago de 0,5 euros por moto y de 1 euros por coche que establece la ordenanza.

Unas tasas simbólicas que el Consell d’Entitats decidirá si se mantienen o aumentan la próxima temporada turística. Para poder circular por Formentera en julio y agosto, fue necesario la obtención de una autorización a través de la página web www.formentera.eco.

Además de los residentes en la menor de las Pitiüses, también podían circular por Formentera sin necesidad de autorización los ibicencos que trabajaran en la isla, los propietarios de una segunda residencia, las personas con movilidad reducida, las empresas radicadas en Formentera, las empresas de transporte de mercancías, los vehículos oficiales o de servicio público, los de servicio de interés público, maquinaria industrial y los clásicos o históricos.

El Consell de Formentera ha iniciado 19 expedientes, que todavía está tramitando, a conductores que accedieron a la isla sin el correspondiente permiso. Las multas van desde los 1.000 hasta los 10.000 euros.