La publicidad se puede encontrar en cualquier sitio.

Hablar de la saturación publicitaria no es una novedad. Las marcas, pese a ser conscientes, no cambian sus estrategias de aproximación al consumidor. La saturación que en un primer momento afectó a los medios tradicionales, ya es la tónica predominante en el medio online. En este sentido, Max Lenderman y Raúl Sánchez en su libro Marketing Experiencial señalan que los consumidores reciben aproximadamente 4.000 mensajes persuasivos al día. Y es que la persuasión es uno de los factores que al publicidad utiliza, en donde se otorga un enfoque informativo y argumentativo que tiene como objetivo provocar la compra del producto que se anuncia.

Con respecto a lo planteado, el informe La percepción de la publicidad en medios, una investigación impulsada por la Asociación Española de Anunciantes, destaca la posición cada vez más crítica de los consumidores en relación a la saturación publicitaria en todos los medios, aunque esta realidad se agudiza en el contexto 2.0. De este modo, el usuario no solo quiere una mayor selección de la publicidad que recibe, sino que pretende recibir exclusivamente los anuncios que le interesan. Además, un exceso de impactos publicitarios conlleva una baja retención de los mensajes por parte de los usuarios. No en vano, Michael H. Goldhaber, ideólogo de la Teoría de la atención, señaló que la moneda de cambio de la nueva economía no es el dinero sino la atención, esto es, la capacidad de atraer, retener, despertar deseo e inquietud por contenidos, productos, servicios.

Hoy en día el usuario quiere contenidos que le sean relevantes. Por tanto, la clave reside en qué podemos hacer para que los usuarios quieran ver la publicidad, dando valor así al anunciante y al usuario. Así pues, una de las estrategias que ningún marketero debe perder de vista actualmente es la Publicidad Nativa, una forma de publicidad en medios pagados que se adapta en forma al entorno en el que aparece, permitiendo impactar al usuario de una forma menos intrusiva que con la publicidad tradicional. Cabe destacar que el factor fundamental de este tipo de publicidad es que no se percibe como publicidad, a diferencia de los populares banners. Dichos anuncios nativos generalmente se encuentran en las redes sociales o en contenidos recomendados en una web. En este sentido, lo que es fundamental a la hora de utilizar esta estrategia es la ética, en tanto que debe mostrar claramente que se trata de un contenido promocionado, dado que solo así se genera un clima de confianza y transparencia en el ecosistema digital.

Cabe destacar que no hay que confundir la publicidad nativa con el branded content. En este sentido, la publicidad nativa no es otra cosa que publicidad, dicho de otro modo, busca el impacto, llamar la atención. Mientras que el branded content (contenido de marca) busca crear un engagement con la marca a partir de un contenido, su objetivo último no es vender, sino crear una vinculación emocional con el consumidor.

Por todo ello, la clave del éxito a la hora de poner en marcha la publicidad nativa es la calidad del contenido. No debe de ser desmesuradamente promocional y, a la vez, debe dar valor al usuario. Otro aspecto de vital importancia es que se debe adaptar a todos los dispositivos que existen en el entorno online.

En definitiva, la tecnología ha revolucionado la publicidad y el futuro de esta aún está por definir, sin embargo, sin creatividad y nuevas estrategias, puede ser que la tecnología se vuelva contra ella.