La empresa opera con una Astondoa 40 Open, una embarcación de 12 metros de eslora y 660 cv de potencia con la que ofrecen salidas de un dia o de fin de semana.

Seguramente hemos visto el término boutique vinculado a aquellos establecimientos con encanto que destacan por ofrecer productos o servicios muy selectos o exclusivos. Un concepto que también ha querido adoptar Menorca Yachting, la primera empresa náutica que está ofreciendo desde hace dos años un servicio chárter con valor añadido desde su base en el puerto de Maó. La irrupción de la pandemia y la necesidad de disfrutar en entornos aislados y seguros solo ha hecho que aumentar la demanda de este servicio, que ofrecen con una embarcación de altas prestaciones que permite rodear la isla en un día o contemplar el atardecer mientras suena nuestra música preferida.

ORÍGENES. Detrás de la sugerente propuesta de Menorca Yachting está el armador y capitán de yate Víctor Montanyà, un publicista que estuvo trabajando para las mejores agencias de nuestro país, pero que decidió cambiar de vida. En 2010 montó una tienda de decoración con su pareja en Eivissa. Y ahora hace cuatro años decidió cambiar el bullicio de Dalt Vila por el silencio de Menorca. “Con mi familia habíamos pasado siempre los veranos en Fornells y guardaba un precioso recuerdo de las vivencias y de todo aquel extraordinario entorno”, explica Víctor. “Como nos apasiona el mar y la calma de las Balears, pensamos que trasladarnos a Menorca era la mejor opción para continuar nuestra vida isleña”, detalla. De este modo y tras instalarse, empezó a dar forma a la idea de combinar su pasión por la navegación con una alternativa de chárter que no se estaba ofreciendo.

“Es verdad que existen diversas empresas que permiten alquilar una embarcación por cuenta propia o con la asistencia de un patrón, pero me di cuenta de que el servicio que había detrás podía ser mucho más acorde a un tipo de cliente que le gusta que le mimen cuando navega con su familia”, explica el gerente de Menorca Yachting. “Un servicio chárter boutique no consiste tan solo en abrir una botella de champán cuando llega la puesta de sol o contar con un catering para la ocasión, sino sobre todo anticiparse a las necesidades del invitado que está a bordo, saber estar cuando se te requiere, contextualizar el paseo que estás dando y asegurar que la experiencia sea inolvidable”, explicita Víctor.

“Es un trabajo muy bonito porque al ser a la vez armador y patrón del barco, el trato con los clientes es diferente. Ejerzo de anfitrión y les doy una conversación y un servicio que difícilmente daría un patrón contratado. Por lo que al final se sienten como en el barco de un amigo y la experiencia cambia radicalmente”, añade. La empresa opera con una Astondoa 40 Open llamada ‘Caravan’, una embarcación de lujo de 12 metros de eslora que cuenta con dos espaciosos camarotes y una gran cubierta exterior para tomar el sol, con la que pueden ofrecer desde salidas de un día a escapadas de fin de semana con un consumo de combustible muy moderado para los 660 CV de potencia de la embarcación.

CLIENTE DE HOTEL RURAL. La tipología de clientes que han subido a bordo desde que empezaron a operar han sido especialmente huéspedes de hoteles de interior de lujo que pasan sus vacaciones en la isla y contratan una salida, o bien familias que han alquilado una gran finca y desean también navegar. “Hemos conseguido incluso fidelizar de un año para otro y lo más importante, que nos empezaran a recomendar los propios clientes a sus amigos, la mejor publicidad que existe”, comenta Víctor. Pese a las limitaciones de la COVID-19, el verano pasado multiplicaron las solicitudes de chárter propiciadas por un cliente nacional que vino a pasar sus vacaciones en Menorca durante el mes de agosto y buscaba entornos seguros como los que ofrece una salida en barco.

“Aunque fue una temporada muy corta, creo que todas las empresas que estamos en el negocio de alquiler de embarcaciones tuvimos la misma sensación de incremento extraordinario de la demanda”, explica. Las perspectivas para 2021 todavía son inciertas y mientras ya están llegando las primeras solicitudes, en Menorca Yachting aprovechan para hacer el mantenimiento de su embarcación.