Estamos todos de acuerdo en que debemos evitar ser arrollados por una cuarta ola de la pandemia porque sus consecuencias serían catastróficas para el mejor desarrollo posible de la temporada alta. Pero, a la vez, no podemos dejar de avanzar en un proceso de desescalada, necesario para reactivar la economía y el empleo y evitar el colapso social. El control epidemiológico pasa por dos cuestiones básicas. Concienciación ciudadana, ya que todo depende de que todos hagamos las cosas bien, y acelerar el proceso de vacunación para garantizar la inmunidad del máximo de población cuanto antes para que Balears sea un destino seguro. Serlo y decirlo. Con un mensaje que no puede ser inventado sino ser fruto una promoción -en la que la colaboración público privada es precisa- mediante la cual, juntos, seamos capaces de trasladar de forma alta, clara, proactiva, inminente y, sobre todo, rigurosa, este mensaje porque cualquier campaña promocional debe estar avalada por datos objetivos y positivos, con pasaporte de vacunación, con corredores seguros… logros para los que tantos esfuerzos está haciendo el sector privado, incluyendo a empresas, grandes, pymes y autónomos que, en su inmensa mayoría, ya no están afrontando un problema de liquidez, sino, peor aún, de solvencia. Esto es, la lucha empresarial esta ya avocada a la pura supervivencia.

En Balears, la actividad empresarial lleva casi un año en la UCI. Por ello, es tan importante como urgente que, simultáneamente al proceso de control sanitario, todas las administraciones muestren su apoyo con ayudas directas y con rebajas de la presión fiscal, impuestos y tasas. Tal como venimos reclamando desde CAEB es inaplazable que Balears sea rescatada por el Gobierno para garantizar una temporada turística que es irrenunciable. Somos los que más lo necesitamos. Balears es, con gran diferencia, la comunidad más perjudicada por la crisis desatada por la pandemia: estamos en una situación técnica de recesión, la caída del PIB balear en 2020 superó el 25%, duplicando la media nacional, el aumento del paro es el doble del que registra el conjunto del país y la destrucción de empleo en nuestras islas también multiplica por dos la que sufre el resto de España.
El presidente del Gobierno anunció, sin concreción ni plazos, 11.000 millones de euros para apoyar, sobre todo, a las actividades de la cadena de valor turística. Sin embargo, la falta de claridad en la letra pequeña que vamos conociendo de este anuncio no nos invita a una mejor acogida de la noticia y recordamos nuestra petición de que estas transferencias se materialicen en forma de ayudas en lugar de créditos. E insistimos en que la mejor ayuda directa del Gobierno a las empresas es bajar los impuestos. En los presupuestos generales del Estado, el actual Gobierno de coalición, volvió a dejar a Balears a la cola de las inversiones estatales y de la financiación autonómica y no incluían mención alguna para dotar económicamente un REB que, si está aprobado, como lo está, ha de ser cumplido.
Ante los grandes sacrificios que están asumiendo empresas, trabajadores y autónomos, desde CAEB no entendemos la pasividad del Gobierno y la falta de sensibilidad de algunas administraciones locales, como el ayuntamiento de Palma, a la hora de compensar estos esfuerzos, sin corresponder a un clamor que ya aviva las calles y que se resume en dos palabras: SOS Balears.