El gobierno de Johnson ha dejado a Balears con el semáforo en ámbar.

Balears está en ámbar. Los empresarios de las Islas conviven con el desencanto y la frustración de no estar en la lista verde de Gran Bretaña, pero mantienen la esperanza en el turismo alemán. Confían también en que el gobierno de Boris Johnson rectifique su decisión y que Balears pase a formar parte de la lista verde a partir del siete de junio.

Las especulaciones sobre la temporada turística de este verano han sido muchas durante los últimos meses. Se ha transitado en demasiadas ocasiones entre el optimismo más audaz y la desesperanza. Hoy, aunque la situación se prevé mucho mejor que en verano de 2020, nadie espera ya una buena temporada. De hecho, el número de establecimientos abiertos es descorazonador, ya que no alcanzaba el viernes pasado el 20%.

La propia Federación Empresarial Hotelera de Mallorca informaba el pasado viernes día siete de que se encontraban abiertos 156 establecimientos, el 18,86% de la planta, y un 15,50% de las plazas. Cualquier otro año estarían hoy abiertos más del 90% de los establecimientos y hoy ya sabemos que hay hoteles que no abrirán.

En este sentido, las cadenas hoteleras pondrán en funcionamiento sus establecimientos de forma escalonada de acuerdo con la ocupación y la previsión hoy por hoy de la inmensa mayoría es que no podrán llegar a abrir todos sus hoteles. La temporada se espera que empiece con fuerza en junio y se confía en que se mantenga una ocupación rentable hasta finales de octubre.

REINO UNIDO. El gobierno de Boris Johnson hizo pública la semana pasada la lista de países que integran las diferentes posiciones del semáforo. Balears, como también sucedió a Canarias, se quedó en ámbar y no entró en la lista verde, que quedó conformada solo por doce países, entre los que se encuentran Portugal e Israel. El gobierno británico no hizo distinciones entre las comunidades autónomas y el estado español en su conjunto se quedó en ámbar, como sucedió también a países competidores como Grecia y Francia.

De esta manera, los británicos que viajen a España deberán guardar una cuarentena de diez díaz a su regreso, además de contar con una prueba negativa antes de regresar. El gobierno británico también exige a sus ciudadanos que se desplacen a un destino en ámbar, como España, que los viajeros se hagan dos pruebas PCR a su regreso, una en el segundo día y otra en el octavo.

El gobierno británico autorizará así de nuevo los vuelos internacionales el próximo 17 de mayo, aunque, evidentemente, con las duras condiciones impuestas serán muy pocos los ciudadanos que viajen a Balears. De hecho, el gobierno de Johnson ha recomendado no viajar a países que se encuentren en ámbar -como España- o rojo.

La clasificación realizada por el gobierno británico se revisará cada tres semanas, por lo que previsiblemente no será hasta el siete de junio cuando varíe la situación de Balears. En este sentido, los actores del sector turístico balear se han mostrado muy decepcionados con la decisión del Reino Unido, puesto que había esperanzas de que se valorara de forma diferente al conjunto de España a comunidades autónomas como Balears o Canarias, que tienen una incidencia similar a la de países que han sido catalogados como verdes.

No ha sido así, aunque no puede descartarse que Gran Bretaña sí distinga entre las diferentes comunidades autónomas que forman España.

REACCIONES. La patronal de los hoteleros mallorquines reaccionó con prontitud a la decisión británica lamentando, como no podía ser de otra manera, que España se quedara en ámbar. “La decisión del gobierno británico de no situar a España en la categoría verde, dentro del sistema del semáforo COVID, o de lograr un trato diferenciado para Balears, priva al Archipiélago de la recuperación de la actividad turística con Reino Unido, alejando esta posibilidad como mínimo hasta el siete de junio, que es cuando se volverá a revisar”, decía textualmente el comunicado de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM).

El Govern de Balears reaccionó con resignación a la decisión del Reino Unido. Explicó Iago Negueruela, conseller de Model Economic, Turisme i Treball, que Balears en solitario tenía los índices de incidencia requeridos para formar parte de la lista verde. El conseller entró en la batalla política al recordar la situación de la comunidad de Madrid que preside Isabel Ayuso, mucho más laxa en las restricciones.

Balears también ha modificado la ley de salud pública para limitar el precio de las PCR a 75 euros. Todo para hacer más atractivo el destino al facilitar que puedan llegar turistas que necesitan hacerse una prueba PCR antes de regresar a su país. La patronal de la sanidad privada UBES considera esta medida una “intromisión inaceptable” en la actividad privada que además se decidió “de forma unilateral y sin previo aviso al sector”.

La decisión del gobierno británico ha provocado que más de cien hoteles que tenían previsto abrir sus puertas de forma inminente hayan postergado su decisión. Son muchos los que no abrirán hasta mediados o finales de junio.

ALEMANIA. Alemania es tradicionalmente el primer mercado emisor de turistas de Balears. La presidenta Francina Armengol y el conseller Iago Negueruela, además de la directora general de Turisme Rosana Morillo, visitaron esta misma semana Alemania para ‘vender’ las Islas como un destino seguro.

El Govern explicó que el mensaje de seguridad impulsado por Balears ha sido muy bien acogido por el mercado alemán e incluso señaló que habían alabado la estrategia y los esfuerzos de Balears por contener la pandemia y reiniciar la actividad turística de manera segura. La representación balear se reunió el pasado martes con Norbert Fiebig, presidente de la asociación alemana de agencias de viajes (DRV), y su director Volker Adams.

La delegación de Balears ha explicado los detalles del paquete integral de seguridad en el turismo denominado ‘Safety Pack’. Contempla, entre otras muchas cuestiones, un seguro COVID que se pondrá a disposición de todos los turistas que lleguen a Balears para garantizar su repatriación, además de un servicio de intérprete y una indemnización por prolongación de estancia causada por la enfermedad. Armengol, al acabar la reunión, se mostró muy satisfecha de que la patronal alemana considere que Balears pueda ser un destino prioritario por los buenos índices epidemiológicos.

En esta misma línea, la representación balear se reunió también con los máximos responsables de Tui. Sebastian Ebel, consejero delegado del turoperador alemán, destacó la importancia de que Balears tenga tan buenas cifras en la contención de la enfermedad.

OCTUBRE. La temporada es evidente que no ha comenzado con fuerza y nadie espera ocupaciones similares a 2019 en julio y agosto. Ahora bien, sí hay confianza, y en eso se ha volcado el Govern, en que la temporada se prolongue, como mínimo, hasta octubre.
Es decir, que en el mejor de los casos comenzaría a principios de junio y finalizaría a finales de octubre con una ocupación media que oscilaría en función del hotel y la zona entre el 50% y el 70%.

Un reto que Balears tiene aún pendiente es recuperar la conectividad del verano de 2019. Las compañías aéreas, en general, se encuentran en una posición de gran debilidad y son muy pocas las que mantienen los destinos y las frecuencias de años atrás. En todo caso, también es cierto que los aeropuertos de Balears han conseguido incorporar algunos destinos que no se programaban durante el verano de 2019.