A finales de enero determinados acontecimientos en Wall Street afectaron a un frenético ritmo de contratación. En solo diez días una gran cantidad de internautas pusieron de rodillas a los fondos especulativos y sacudieron las finanzas, que no tardaron en reaccionar. Los líderes de esta multitud, con el soporte de algunos fondos especulativos, atacaron vendiendo títulos al descubierto (short selling). Esta operatoria consiste en tomar prestados títulos, que han alquilado, previa y expresamente, para venderlos acto seguido para provocar una bajada de su precio, para a continuación recomprarlos menos caros, para restituirlos a su propietario. El margen financiero obtenido es el equivalente al nivel de su bajada, sin importarles el estado en que queda la sociedad, sometida a estos movimientos especulativos.

Detrás de estos hechos pueden aparecer tendencias, movimientos, un complot contra el sistema o la pretensión de que este comercio sea gratuito en su caso.

Volvemos a la economía del dato. Se manejaron los ocho millones de seguidores de Wall Street Bets, un foro de inversión en Reddit en el que se estructura un nuevo aventurismo financiero que algunos denominan comercio de enjambres, apareciendo 300 spacs, empresas con propósito especial de compra, que cotizaron el año pasado recaudando más de 80 mil millones € permitiendo que estas empresas floten sin las molestias de una oferta pública inicial. Durante la pandemia las cosas cambian.

La tecnología comercial también está mejorando, facilitando a los inversores el contacto con todas las mesas de bonos y firmas de los grandes bancos a la vez. Pero desde entonces la plataforma ha introducido el comercio abierto, que funciona casi como un intercambio, permitiendo que todos los participantes interactúen entre sí. El resultado es que el comercio no tiene por qué depender de los bancos para obtener liquidez. Alrededor de un tercio de las transacciones son de “todos a todos”.

En activos menos líquidos se acaban de plantar las semillas del cambio... También se está superando el bloqueo del capital durante una década, con un nuevo fondo que acaba de crearse (Hamilton lane). Se tiene acceso con acuerdos directos de coinversión. Estos cambios han impulsado nuevas empresas que ofrecen inversiones inmobiliarias a las masas. Si se juntan estos desarrollos en mercados dispares, parece claro que la tecnología está haciendo posible que la liquidez, la transparencia de precios y la competencia surjan en una variedad de mercados financieros; aunque es cierto que los mercados de arte, bonos y casas nunca estarán tan libres de fricciones como el de acciones.

Estas tendencias positivas pueden confundirse con los espíritus animales de los que surgen habituales movimientos que nos convierten en depredadores, al elegir a los inversores que están en apuros para obtener ganancias. En el mundo real y en las condiciones adecuadas el comercio predatorio es una estrategia rentable con el soporte de inversionistas que están en apuros. A todo eso hay que añadirle alguna de las repercusiones que la pandemia está teniendo sobre la economía, motivando cambios y alteraciones como serían acelerar disrupciones digitales, cambios en los hábitos de consumo de bienes y servicios, la automatización y robotización, impulsando ámbitos de la economía que ya existían.