Un euro no compra lo mismo en un territorio que en otro. Y de la misma forma, el salario mínimo interprofesional no tiene el mismo poder adquisitivo en Madrid o en Extremadura. El coste de la vida es en Balears un 2,8% mayor que la media española. El conjunto del país presenta una gran diversidad y Madrid, la comunidad más cara, tiene un coste de vida 12,9 puntos porcentuales mayor que Balears que, a su vez, es 16,4 puntos más gravosa que Extremadura. Así al menos lo indica el estudio elaborado por el Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona.

Entre Madrid y Extremadura, las economías de mayor y menor poder adquisitivo, hay una diferencia de casi treinta puntos porcentuales (29,3). Balears forma parte de las cuatro únicas comunidades autónomas con un coste de la vida superior a la media española, aunque la diferencia es solo del 2,8%, mucho menor que Madrid (15,7%), Catalunya (7,6%) y País Vasco (7,1%). A continuación se sitúan Cantabria (-1,4%), Aragón (-1,9%), Asturias (-1,9%) y Navarra (-2,1%). Canarias tiene un coste de la vida un 3,4% inferior a la media española.

El interior y el sur de la península presentan una gran heterogeneidad. Andalucía tiene un coste de vida un 4,6% inferior a la media española, seguida de Castilla y León (-5,2%) y La Rioja (-5,5%). Siguen Galicia (-6,2%), la Comunitat Valenciana (-8,7%), Castilla-La Mancha (-10,2%), Murcia (-12,2%) y Extremadura (-13,6%).

Madrid, por tanto, es 12,9 puntos porcentuales más cara que Balears, que a su vez es 16,4 puntos porcentuales más cara que Extremadura, la comunidad con menor coste de vida.

El estudio se ha elaborado con un método predictivo a partir de dos variables, el coste del alquiler de la vivienda y la renta disponible. Los datos corresponde al año 2017. Álex Costa, investigador de la Oficina Municipal de Dades del Ajuntament de Barcelona y coautor, explica la metodología. “Hay un sistema de cálculo del coste de la vida a partir de una cesta de la compra representativa, donde se miran las diferencias entre territorios. Nosotros no lo hemos hecho así, sino que lo que hacemos es una regresión que pronostica el coste de la vida a partir de dos variables, la renta y el coste de la vivienda. Este modelo predictivo funciona en los Estados Unidos y en otros territorios. Tiene una capacidad predicitva del 80% de los datos, es bastante buena”, señala.

El coste de la insularidad, por tanto, ya se incluye dentro de este coste de la vida un 2,8% superior a la media estatal. “Si me preguntas si tenemos en cuenta la insularidad, no la estudiamos en particular porque el modelo ya lo incluye todo”, significa.

Preguntado por si no está infraestimado el coste de la vida en Balears, Costa ratifica la buena capacidad de predicción del estimador y menciona otras variables que se pueden tener en cuenta, como es la diferencia entre la renta mínima y la renta media. “Los datos son realistas. Balears es la cuarta comunidad más cara después de Madrid, Catalunya y el País Vasco. También hay que tener en cuenta que hablamos de un coste de la vida promedio en toda la comunidad, no del coste de vida mínimo de cada economía. Que el coste de la vida en el País Vasco o en Catalunya sea mayor que en Balears sea mayor no quiere decir que el mínimo para vivir no sea más alto en Balears. Puede ser que el mínimo sea superior. Por ejemplo, en algunas zonas de Catalunya puedes encontrar un coste de la vida muy inferior a las capitales de comarca mientras que, en cambio en Balears la distribución del coste de la vida mínimo está más cerca del máximo”, puntualiza Costa.
Jaume García, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Pompeu Fabra y coautor del estudio, explica que existe una falta de datos públicos sobre el diferencial del coste de la vida. “Ante la falta de estadísticas oficiales sobre el coste de la vida en el estudio que hemos realizado, hemos procedido a calcular un índice que permite tener en cuenta las diferencias en coste de la vida (paridad de poder adquisitivo) a partir de una metodología indirecta que ya habíamos utilizado para las regiones de los países de la OCDE”, recuerda.

RENTA PER CÁPITA. Si no se tiene en cuenta el diferente coste de la vida, Balears es la quinta comunidad en el ranking de renta familiar disponible per cápita, un 16% por encima de la media española. Pero si se corrigen estas rentas teniendo en cuenta el coste de la vida, Balears pasa a ser la tercera comunidad con más renta familiar disponible, que se sitúa un 12,9% por encima de la media estatal. En euros, pasa de 13.240 euros a 12.884 en paridad de poder adquisitivo.

Madrid presenta el dato más llamativo, ya que pasa de ser la cuarta comunidad autónoma en renta familiar disponible per cápita a ser la décima cuando se tiene en cuenta el coste de la vida. Y Balears, al igual que La Rioja o Castilla y León, pasan a situarse por encima de Madrid o Catalunya. Es decir, que en términos nominales las comunidades más ricas son el País Vasco, Navarra, Catalunya, Madrid y Balears, por este orden, mientras que si se corrige la clasificación aplicando las paridades de poder adquistivo el ranking de comunidades está liderado por Navarra, el País Vasco, Balears, La Rioja y Castilla y León.
Cabe decir que el nivel de renta per cápita no es el único factor que influye sobre las paridades de poder adquisitivo. Los costes de transporte, de movilidad o el turismo también afectan a los precios. “Si la renta y la paridad de poder adquisitivo fueran proporcionales, el efecto sería el mismo en todas las comunidades. Pero la paridad de poder adquisitivo es el coste de la vida. Si tienes mayor renta compras cosas más caras, pero también hay otros factores que afectan a los precios y que no tienen que ver con que la gente sea más rica”, explica Costa.

RIESGO DE POBREZA. Conocer la distribución territorial del coste de la vida a nivel regional es importante también para el diseño de las políticas públicas de protección social y, en concreto, para medir el riesgo de pobreza, que es una variable muy importante en el sistema de protección social. Se define como el porcentaje de hogares que no llegan al 60% de la mediana de renta por unidad de consumo. Este indicador se calcula a partir de una renta de 9.009 euros por unidad de consumo, el mismo umbral en toda España. Con este cálculo, la tasa de riesgo de pobreza en Balears es del 12%. Pero en algunas comunidades, como las Islas, para adquirir lo que se puede comprar con este dinero se necesitaría una renta más alta. Si se aplica al umbral único el diferente coste de la vida, la tasa de riesgo de pobreza en Balears es del 15%. Y si se calcula el umbral del 60% de renta mediana autonómico, el porcentaje de hogares en riesgo de pobreza aumenta hasta el 18,1%.

PALMA. Además de las comunidades, el estudio analiza también las áreas urbanas funcionales, que consisten en una ciudad y los municipios que forman su entorno de influencia laboral. En Mallorca, el área urbana funcional de Palma suma 32 municipios de los 52 de la part forana, desde Ponent y el Raiguer hasta parte del Pla y el sur. Pues bien, el coste de la vida es en el área urbana funcional de Palma un 2,5% más alto que la media española. En Palma ciudad es un 3,8% más alto y en la corona, un 0,7%. El área urbana funcional de Palma es la octava con mayor coste de la vida, por detrás de Madrid, Barcelona, San Sebastián, Bilbao, Zaragoza, Toledo y Santander.

En algunas comunidades, como Catalunya, Castilla-La Mancha, Andalucía, Galicia o Extremadura, el rango de las paridades de poder adquisitivo entre la ciudad y la comunidad superan los diez puntos porcentuales. En otras, como el País Vasco, Balears o Navarra, la diferencia no supera el punto porcentual.