GPS 909 cuenta con una modernísima y renovada sala Central Receptora de Alarmas (CRA). | Marcelo Sastre

El modo de vida de los ibicencos, acostumbrados desde hace siglos a vivir aislados en el campo, supone todo un caramelo para los amigos de lo ajeno, que aprovechan la ausencia de sus moradores para arramblar con todo lo que pueden sin demasiado temor a ser descubiertos ya que los vecinos más cercanos pueden encontrarse a centenares de metros de distancia. Muchas de las víctimas de estos robos han optado por la instalación de sistemas de protección y vigilancia y han acabado decantándose por Grupo de Protección y Seguridad 909, que es la empresa pionera en la isla de Eivissa especializada en este tipo de servicios.

En GPS 909 cuentan con un equipo humano multidisciplinar cualificado cuya máxima prioridad es la excelencia de los servicios que presta, adaptándose a todas las necesidades y situaciones de sus clientes.

Esta empresa de seguridad se fundó en 1986 de la mano de Antonio Legaz, un joven emprendedor que entonces contaba con apenas 23 años pero que ya era conocedor del sector de la vigilancia y la seguridad. La historia de GPS 909 empezó en un piso de la calle Catalunya, en Vila. Una sede que se quedó pequeña enseguida y que Legaz trasladó cinco años después de iniciar su aventura empresarial al Camí Vell de Sant Mateu, muy cerca del núcleo urbano de es Puig d’en Valls.

Un auténtico búnker donde las medidas de seguridad están a la última y desde donde se controlan las cámaras y las alarmas de los más de 4.000 clientes que GPS 909 tiene en Eivissa. Una vigilancia que se lleva a cabo desde la imponente sala CRA (Central Receptora de Alarmas) equipada con decenas de pantallas en las que muestran las imágenes de las cámaras de seguridad instaladas en hogares y empresas de toda la isla.

“El 80 por ciento de las veces que saltan son falsas alarmas”, apunta Charo Martínez, la supervisora de una sala CRA que acaba de renovarse hace un mes después de una grandísima inversión. Un espacio que está vigilado por entre dos o tres operarios por turno durante las 24 horas los 365 días del año. Grupo de Protección y Seguridad 909 instaló su primera sala CRA en 1991 y en sus instalaciones también cuenta con una sala donde tiene a resguardo alrededor de 1.800 llaves de sus clientes (caben más del doble) con un sofisticado sistema que registra quién y a qué hora las ha cogido y cuándo las ha devuelto.

El protocolo que sigue la empresa cada vez que salta una alarma es claro: lo primero de todo es intentar contactar con el cliente para verificar si es o no una falsa alarma. En caso de que sea imposible ponerse en contacto con él, GPS 909 envía de inmediato a uno de sus vigilantes al establecimiento o a la vivienda donde ha saltado la alarma. Si este trabajador confirma la alarma, es entonces cuando se avisa a las fuerzas y cuerpos de seguridad para que acudan al domicilio o a la empresa.

Un aviso que es inmediato en el caso de que el cliente cuente con cámaras de videovigilancia, ya que para confirmar que alguien ha hecho saltar la alarma no es necesario enviar a ningún vigilante hasta el lugar. Esta empresa de seguridad ofrece el servicio de acuda armado con custodia de llaves las 24 horas del día.

INICIOS. El principal servicio que GPS 909 ofrecía a sus primeros clientes era el de vigilancia personal. “Teníamos vigilantes en clubs de vacaciones en Punta Arabí, Cala Pada o Platja d’en Bossa, como el Club Garbi”, recuerda Mª Jesús Roig, responsable de administración de la empresa y una de las trabajadoras que ha estado junto a Legaz desde el principio. “Antes, tener alarma era considerado como un súper lujo, mientras que ahora la necesita casi todo el mundo”, asegura Mª Jesús. Sin embargo, con el paso de los años y las mejoras tecnológicas, GPS 909 centra su negocio en la instalación de alarmas y de circuitos cerrados de televisión (CCTV).

También ha cambiado la función de la alarma de seguridad ya que muchos clientes no la reclaman para proteger los bienes que puedan tener en el interior de una vivienda sino para que nadie ocupe esa morada. “En los dos últimos años ha crecido el temor ante la okupación de viviendas”, destaca Charo. GPS 909 establece rigurosos sistemas de control y protección para prevenir intrusiones y usurpaciones de viviendas con la utilización de los recursos tecnológicos más modernos que les permite ofrecer una respuesta rápida y eficaz en caso de cualquier tipo de amenaza.

VIDEOVIGILANCIA. De los servicios más demandados por los clientes de GPS 909 son los sistemas de videovigilancia basados en circuitos cerrados de televisión (CCTV), tanto para establecimientos comerciales como para viviendas. El equipo de GPS 909 se encarga de diseñar, instalar y mantener un sistema de cámaras de cuyo control y visualización se lleva a cabo desde la sala CRA y que los clientes también pueden visualizar en vivo desde sus ordenadores o teléfonos móviles en cualquier parte del mundo.

Esta empresa ibicenca de seguridad, garantiza la solución más eficaz adaptada a las necesidades de cada cliente, ya sea en vigilancia interior o exterior, nocturna o diurna e incluso fija o domotizada. Además, también cuenta con las últimas novedades tecnológicas en cuanta a videoverificación, videoanálisis, reconocimiento facial o lectura de matrículas.

SEGURIDAD. En 2015, una oleada de robos en casas de campo provocó la indignación de la población y obligó a las autoridades a tomar cartas en el asunto. Una quincena de agentes guardias civiles de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Balears (Usecic) procedentes de Mallorca desembarcaron en la mayor de las Pitiüses para reforzar la lucha contra las bandas que saqueaban casas payesas y chalés de lujo.
La limitación de movimientos durante la primera fase de la pandemia de coronavirus hizo que “mucha gente estuviera preocupada por no poder ir a sus segundas residencias”. “Muchos clientes nos llamaban para que les hiciéramos seguimiento de sus viviendas porque éramos los únicos que podíamos acercarnos a sus casas. Desde hace un par de años también hay mucha gente preocupada por la okupación de viviendas ya que si los okupas pueden demostrar que llevan cierto tiempo establecidos en un domicilio resulta más difícil poder echarlos”, apuntan desde GPS 909.

Varios factores confluyen en el hecho de que cada vez más clientes confían en esta empresa ibicenca. “El ser una empresa local, de la isla, nos ayuda mucho. El boca a boca también es fundamental y aquí, en Eivissa, todo el mundo se conoce. Tenemos trabajadores con muchos años de experiencia y el cliente lo valora mucho. Somos una empresa responsable y que responde ante el cliente. Ofrecemos servicios de calidad”, destacan Charo y Mª Jesús, quienes añaden que la confianza de sus clientes en GPS 909 es tal, que conservan muchos de ellos con alarmas que funcionan por radiofrecuencia, cuando los sistemas actuales ya utilizan protocolos TCP/IP para aprovechar las ventajas de las conexiones de redes y conseguir una comunicación constante con la central receptora de alarmas.