Facebook, como compañía paraguas, ha evolucionado y ahora se llama Meta. Seguramente lo hayas leído en medios en los pasados días ya que ha sido un tema algo controvertido aunque realmente lleva un largo camino desde que Meta (antes Facebook) compró Oculus en el año 2014 por 2.000 millones de dólares y hacía su primer anuncio de un mundo propio virtual con el lanzamiento de Facebook Spaces en 2017.

Con el rebranding de Meta, el gigante tech de Mark Zuckerberg da un paso hacia la conexión social. Según explica la propia compañía, el metaverso es la próxima evolución de la tecnología social, donde puedes compartir experiencias inmersivas con personas incluso cuando no pueden estar juntos en persona y hacer cosas juntos que no podrías hacer en el mundo físico.

Meta permite distinguir a la red social de los demás productos de la compañía, a la par que siguen trabajando activamente en la creación del metaverso que Mark augura que usaremos la mayoría de nosotros antes de los próximos cinco años.

El nombre “Meta” ha sido elegido por su significado de “más allá”. Un futuro hecho por todos nosotros que nos llevará más allá de lo que la conexión digital actual hace posible, más allá de las pantallas y las distancias geográficas y físicas. Definen “Meta” como un recordatorio de que siempre hay algo más por construir.

Su símbolo está creado para que viva en movimiento y en 3D. Diseñado para experimentarlo desde diferentes perspectivas e interactuar con él, puede parecerse a una M de “Meta” pero también a un infinito, que simboliza los horizontes del metaverso. El logo ha optado por azul por llevar una línea con los orígenes de la empresa, así como su tipo de letra.

Una nueva marca, ambiciosa, que pretende cambiar las reglas del juego de nuevo para toda la sociedad. ¿Estamos preparados para pasar gran parte de nuestro tiempo en un metaverso controlado por una sola compañía?