De izquierda a derecha, Guillermo García, director Económico Financiero de Grupo Sampol; Juan Antonio Vicens, director general de Energía e Instalaciones de Grupo Sampol; Paula Serra, editora de El Económico y directora de Medios Audiovisuales del Grup Serra; Pedro Rullán, consejero delegado del Grup Serra; Susana Llombart, directora de Zona BBVA en Balears; Miquel Company, conseller de Fons Europeus, Universitat i Cultura; Carmen Sampol, CEO de Grupo Sampol; Martín Intrigliolo, director de empresas de Balears de BBVA; Elías Gómez, responsable de soluciones sostenibles en BBVA en España; J.J. Brotons, responsable de sostenibilidad de BBVA para Balears, y Antoni Mercant, responsable de Relaciones Institucionales de Baleària y presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca.

BBVA hace una apuesta clara por la sostenibilidad. Aspira a acompañar a sus clientes en la transición energética hacia la descarbonización. Los fondos europeos suponen una oportunidad para transformar la economía y las empresas. El banco se ha preparado para acompañar, asesorar y ayudar a las compañías de Balears. El encuentro entre directivos de BBVA, las empresas Sampol y Baleària y el conseller del Govern Miquel Company sirvió para poner de manifiesto que todos los agentes han definido un rumbo hacia el futuro con paso firme y que el campo de la energía es uno de los más avanzados. Ello, a pesar de que el momento actual es complicado para las empresas por el aumento de costes energéticos.

Para hablar de los fondos europeos y, especialmente, de eficiencia energética y recuperación empresarial, acudieron a la comida de trabajo por parte de BBVA Elías Gómez, responsable de soluciones sostenibles en BBVA en España; Susana Llombart, directora de Zona BBVA en Balears; J.J. Brotons, responsable de sostenibilidad de BBVA para Balears; Martín Intrigliolo, director de empresas de Balears de BBVA; Cristina Domínguez Yuste, directora de soluciones de BBVA, y Elena Sánchez, responsable de comunicación.

Asimismo, participaron Carmen Sampol, CEO de Grupo Sampol; Juan Antonio Vicens, director general de Energía e Instalaciones de Grupo Sampol; Guillermo García, director Económico Financiero de Grupo Sampol, y Antoni Mercant, responsable de relaciones institucionales de Baleària y presidente de la Cámara de Comercio de Mallorca.

El encuentro contó con la presencia, por parte del Govern, de Miquel Company, conseller de Fons Europeus, Universitat i Cultura.

Mientras que por parte del Grup Serra acudieron Pedro Rullán, consejero delegado del Grup Serra; Paula Serra, editora de El Económico y directora de Medios Audiovisuales del Grup Serra; Pep Verger, director de El Económico, y José Antonio Quiroga, delegado comercial del Grup Serra en Madrid.

¿NEGOCIO O NECESIDAD? Elías Gómez, máximo experto de BBVA, indica que la sostenibilidad es negocio y una necesidad para las empresas. “Cuando vamos al supermercado, cada vez hay más productos sostenibles. Cada vez más se visualiza el eje de la sosteniblidad, hay más demanda y esta es más relevante. Por ejemplo, cuando adquieres un coche ya empiezas a reflexionar si compras un híbrido o un eléctrico. Y desde el punto de vista de negocio, esta necesidad permite posicionarte de forma diferencial y el cliente está dispuesto a pagar más porque considera que el producto es de mayor calidad. Por tanto, hay oportunidad de negocio en la sostenibilidad, y particulares y empresas, con la palanca de los fondos, están incorporando esta visión en su toma de decisiones”, indica.

Asimismo, añadió que la huella de carbono será el elemento determinante en el futuro próximo, incluso más que la rentabilidad: “Lo que antes era el estado financiero, a partir de ya será la huella de carbono que se utiliza para producir el producto. La huella se va convertir en el DNI de las empresas y también de los particulares. Habrá una demanda cada vez mayor de información de este tipo por parte de fondos de inversión. Sin ninguna duda, si la digitalización fue el eje de la década anterior, la sostenibilidad va a ser el eje estratégico de esta década”, sentenció.

Lo que más preguntan los empresarios a la entidad bancaria es si la rentabilidad es sostenible. Así lo confirma J.J. Brotons, responsable de sostenibilidad de BBVA para Balears. “Mantenemos un contacto directo con las empresas de las Islas y una de las preguntas que nos hacen es, ‘¿eso de la sostenibilidad es rentable?’ Porque les supone una serie de inversiones, y debemos darles argumentos a favor”, señala, para añadir que cada vez más será una necesidad por ley.

“Las licitaciones actuales ya contemplan premisas y requisitos para obtener mejor puntuación relacionados con la sosteniblidad”, indicó.

Fondos europeos
Guillermo García, con Elías Gómez y Juan José Brotons.

En el mismo sentido se pronunció Martín Intrigliolo: “Nos centramos mucho en el coste, por las circunstancias del precio de la energía, pero es que los clientes nos van a obligar. Hoy en día nadie duda que los clientes nos lo exigirán independientemente del coste”, expresó.

Susana Llombart, directora de Zona BBVA en Balears, indicó que las Islas han encarado bien la recuperación y que los fondos son una oportunidad para ser mejores en sostenibilidad y competitividad.

“Desde BBVA queremos acompañar la reconstrucción de Balears tras este momento de pandemia. Ya vemos el final del túnel de esta crisis. Según nuestro Servicio de Estudios, tras una caída del PIB de Balears en 2020 del 18%, creemos que en 2021 crecerá un 7,5% y que la comunidad seguirá siendo punta de lanza de la recuperación. La vacuna es una realidad y vemos que la economía se está recuperando. Por tanto, ahora es el momento de construir unas Balears mejores, más modernas y basadas en el desarrollo sostenible aprovechando los fondos europeos. Asimismo, es el momento de transformar las infraestructuras basadas en una economía verde, en las nuevas tecnologías y en la eficiencia energética”, indicó.

En cuanto a los fondos europeos, BBVA se ofrece para estar al lado de las empresas y que puedan aprovechar la oportunidad. “Nuestra capacidad de análisis de proyectos de inversión tiene que servir de ayuda a las empresas. Como bancos, seremos el canal por el que van a llegar las ayudas y complementaremos la inversión privada con nuestra capacidad de generar productos de inversión. Tenemos ilusión y fuerza para estar ahí pensando en el futuro”, significó Llombart.

BALEARS, EJEMPLO. El reto de aprovechar los fondos europeos es mayúsculo. Mientras que las empresas presentes explicaron sus objetivos y dificultades en su día a día y a la hora de innovar, el conseller quiso destacar que las ayudas ya son una realidad. “La inversión de los fondos europeos es real. Los fondos ya están llegando. No es una quimera. Ya tenemos 216 millones de euros asignados a la comunidad y más de 1.200 preasignados. A través de concurrencia competitiva para las empresas ya se han abierto 30 convocatorias, algunas incluso ya se han cerrado. Y tienen que seguir llegando fondos”, puso de manifiesto.

Miquel Company recordó que Balears fue la primera comunidad en crear una conselleria y advirtió que las empresas deben estar preparadas para no perder oportunidades. “La parte importantísima de fondos llegará en 2022. Es muy importante que las empresas tengan los proyectos ya preparados, porque si no, se abren las convocatorias, se dan 20 días y no se llega a tiempo. Es un reto que tienen el sector público pero también el privado, por pequeña o grande que sea la empresa: si no define en qué quiere invertir este dinero, perderá oportunidades. Desde cambio de maquinaria para hacerla digital, poner placas solares, crear un plan de inteligencia artificial…”, ejemplificó.

Sin embargo, Company considera que los fondos no garantizan un cambio en el modelo. “No tengo ninguna duda de que Balears será capaz de aprovechar los fondos que le lleguen. Es decir, que cumplirá con los hitos y objetivos que marque la Comisión Europea y que invertiremos estos fondos. Ahora, que en 2026 seremos capaces de rebajar el porcentaje del sector turístico y subir los otros, ahí ya tengo más dudas porque esto es una carrera de medio y largo plazo”, manifestó.

CAMBIO ENERGÉTICO. Las energías verdes y la eficiencia energética son de los aspectos de la sostenibilidad que más impacto tienen en la rentabilidad empresarial. Las empresas Sampol y Baleària son ejemplos de ello.

Carmen Sampol explica los proyectos que piensan desarrollar con fondos europeos. “En Sampol hemos presentado 3.000 millones de euros en proyectos al Ministerio. Los fondos son una oportunidad para acelerar la transición energética, que tiene muchos huecos por llenar, eficiencia energética, el coche eléctrico, placas solares, hidrógeno... En la parte digital, hemos presentado proyectos para instalar wifi, red de 5G, y en Magaluf y la Playa de Palma estamos trabajando en un proyecto de District Heating & Cooling, una tubería que trae energía proveniente de geotermia o de cogeneración. Es un proyecto complejo porque requiere poner a muchas personas de acuerdo. Y también tenemos una propuesta para poner hidrógeno en el Parc Bit con fondos europeos. En estos momentos nos estamos preparando como empresa para poder ofrecer a pymes, industrias y hoteles todos los aspectos de una obra que Europa decida financiar, ya que todavía no se sabe”, indica, añadiendo que son buenas oportunidades porque “con la digitalización controlas la productividad”.

Sampol considera que la Administración está haciendo un gran esfuerzo para dar una respuesta adecuada a los fondos europeos.

“Sampol no está de brazos cruzados e innova de forma constante con proyectos pioneros”, explicó, tanto en espacios públicos, como la instalación de cogeneración en Barajas, como en privados, como una instalación inteligente con fibra óptica en todas las habitaciones de un hotel con la que ganaron el premio Huawei a la innovación del año en 2018. “Mallorca nos sirve como banco de pruebas para poder ganar proyectos en el extranjero y exportar así nuestro know-how”, resumió.

Carmen Sampol, Miquel Company y Antoni Mercant
El conseller Miquel Company, la CEO de Sampol Carmen Sampol y el directivo de Baleària Antoni Mercant.

El conseller explicó que su tarea es coordinar, y pidió un esfuerzo conjunto: “Visualizo una barca de remo en la que si no se rema, no se avanza. Todos tenemos que remar. La transición energética va a pasar, el debate es cuándo. No hay discusión”, dejó claro. “Aquí -por Balears- tenemos un sentimiento de inferioridad pero hacemos cosas importantes”, destacó, y como ejemplo de ello explicó que Balears es la primera comunidad en justificación de los fondos europeos, con el 93%, frente a la media de las comunidades del 63%.

EL PROBLEMA DEL GAS. En estos momentos los precios de la energía se han disparado, principalmente por la subida del gas, lo que ha repercutido en un aumento de costes de producción. Esta escalada de precios ha puesto en cuestión en el debate público si vale la pena hacer invertir en energías renovables.

Antoni Mercant explicó el caso de Baleària, que ha apostado de forma pionera por el gas natural como alternativa más sostenible y ahora ha tenido que aparcar la iniciativa por el encarecimiento del gas. Aun así, explica que la apuesta de Baleària es firme. “Baleària apostó por la transformación porque teníamos que abandonar el fuel. Es una resolución de la Organización Marítima Internacional, que indica que las emisiones el año pasado tenían que pasar del 4% de azufre al 1%. Baleària tomó la decisión valiente de hacer esta inversión en nueve barcos y convertirlos en motores duales, que pueden usar gas natural licuado (GNL) o gasoil, teniendo en cuenta que el GNL es una solución temporal. El gas puede beneficiarse de una inyección del 10% de hidrógeno, pero todavía está en desarrollo. La inversión rondó los 480 millones de euros. Y nos hemos encontrado que cuando hemos empezado con esta transformación, el gas natural licuado ha subido un 300%. Nos hemos pasado al gasoil de bajas emisiones en azufre para salir airosos de esta, porque tampoco nos podemos arruinar en el intento. Seguimos utilizando gas porque tenemos unos prototipos de barcos que están en periodo de prueba. De cara al futuro, pensamos que será transitorio y que en varios meses volveremos a la normalidad”, señaló.
“De acuerdo con el mercado de futuros pensamos que después del invierno bajará el precio del gas, pero intervienen muchos factores, especialmente geopolíticos, y la inflación es peligrosísima”, mencionó Juan Antonio Vicens.

“Hay una tormenta perfecta en desarrollo y en demanda”, explica Gómez, pero deja claro que hay que cumplir los objetivos de cambio climático y que el camino iniciado no tiene vuelta atrás. “El banco debe catalogar los productos financieros según su impacto ambiental. Además, este movimiento es imparable desde el punto de vista de los fondos de inversión, que determinan su acción hacia lo sostenible”, insiste, mientras que considera que una solución a las fluctuaciones de precios es incorporar un modelo energético diversificado con compras de energía a medio-largo plazo.

Mientras que Brotons aludió a que cada vez más la legislación obliga a reducir las emisiones de CO2.

Mercant es optimista pese a todo: “Es cierto que la sostenibilidad puede convertirse, por las circunstancias, en algo caro, pero esta situación no tiene que ser una excusa para no ser valientes e invertir en digitalización. El cliente el día de mañana nos pedirá qué hacemos para reducir la huella de carbono”, sentenció, añadiendo que su visión solo se anticipa a lo que vendrá tarde o temprano. “El Mediterráneo puede ser declarado zona ECA -de control de emisiones aéreas, en inglés- en cualquier momento, ya sea en dos años o en diez, y solo se podrá llegar al 0,1% de emisiones. Cuando pase, los barcos deberán cambiar de combustible, así que Baleària ha hecho una apuesta de futuro”, indicó.
Elías Gómez, además, insistió en que la eficiencia es rentable. “La eficiencia es rentable per se, además de la subvención. Un autoconsumo particular para una empresa, o una instalación de frío-calor, hacen muy rentables la instalación. Alemania dobla a España en instalaciones fotovoltaicas con la mitad de sol, porque ellos ven la oportunidad. Por tanto, debemos ver la eficiencia como una palanca de ahorro”, señaló.

“En menos de un año veremos una transformación de la movilidad y la energía”, reforzó Company, indicando que el Govern subvenciona la compra de un coche eléctrico con 7.000 euros.

Mercant también alabó que el puerto de Palma será el primero de España que tendrá una instalación de cold ironing, que consiste en una instalación de media tensión para que los cruceros puedan enchufarse a la red de tierra cuando están amarrados y no tengan que quemar fuel generando emisiones. “Son solo dos millones de inversión, pero luego nos hemos encontrado con que no había potencia suficiente. En cambio, en Maó, un puerto de una isla Reserva de Biosfera, no se contempla ninguna instalación de este tipo”, indicó.
Carmen Sampol pidió que se reduzcan los impuestos para incentivar la innovación empresarial y que baje el precio de los derechos de emisión de CO2. “El coste energético es importante porque, de seguir así, las fábricas no serán productivas. Los impuestos podrían bajar, y el mercado del CO2 también podría bajar, porque encarece la factura eléctrica”, reivindicó.

AYUDA. Acceder a los fondos no es fácil, ya que muchas empresas no tienen la información práctica -términos, condiciones, plazos, justificación, etc.-. Por ello, BBVA ha desplegado una campaña informativa, está formando a equipos y está estableciendo los mecanismos para ofrecer un servicio de asesoramiento y gestión de subvenciones. “Divulgamos las bases de los fondos a través de nuestra página web, emitimos boletines mensuales y hacemos eventos para resolver dudas. Todos los empresarios quieren estar ahí, y nos piden el cómo”, indicó Brotons.

Finalmente, Elías Gómez explicó que BBVA gestionará subvenciones junto a partners internacionales para dar un servicio integral. “Lo más importante es hacer el diagnóstico y conocer la huella de carbono. Es como ir al médico para poder saber el problema. Y luego, hacer la gestión y tramitación de estas ayudas. BBVA quiere tener un papel aglutinador de lo que está sucediendo. Un cliente necesita que alguien le haga de embudo y le operativice la gestión, porque no es fácil. Por ejemplo, la normativa de los fondos establece que las empresas no pueden empezar los trabajos antes de hacer la solicitud. Esto puede parecer una traba, pero si no se hace así no se podrá captar la subvención. Y BBVA, como entidad financiera, podrá ofrecer la financiación de la inversión que no se subvencione”, concluyó.