Parecía que este año iba a ser el bueno para el IBEX; su gran peso en valores cíclicos se debían ver beneficiados por el crecimiento económico y por la subida de tipos. De momento, sigue siendo de las bolsas europeas con una mejor rentabilidad, dentro de los números rojos generalizados en todas las bolsas europeas (únicamente se salva, y por muy poco, el FTSE británico).

Pero la economía ha pasado de un crecimiento muy fuerte posCOVID con una inflación alta, a priori temporal, a un riesgo cada vez más probable de estanflación.

Este concepto resume dos situaciones económicas muy perjudiciales: alta inflación con crecimiento económico muy limitado o, incluso, nulo.

Las autoridades monetarias europeas todavía no lo están poniendo sobre la mesa, es cierto que aumentan la posible inflación y reducen las perspectivas de crecimiento, pero estas siguen altas.
La mayoría del peso en el IBEX recae en sectores cíclicos, principalmente banca, turismo e Inditex; sin olvidar otros más defensivos como la electricidad y las telecomunicaciones.

Los sectores defensivos no son sinónimo a empresas sin riesgo, simplemente son los que suelen verse menos afectados por movimientos alcistas o bajistas. Dicho de otra forma, son menos volátiles. Mientras que los cíclicos dependen mucho del entorno económico: por lo tanto ante un momento de incertidumbre como el actual son más imprevisibles.

Por lo que respecta al índice tras las fuertes caídas, ya casi recuperadas, por el inicio de invasión a Ucrania, está intentando superar la resistencia de 8.400 para buscar los 9.000-9.200 puntos. En caso de situación económica muy adversa que provocara mucho miedo, los mínimos de este año están en el entorno de 7.500; diferencia muy amplía, pero realista.

Entre los valores cíclicos, los dos grandes bancos presentan una situación similar con BBVA y Santander luchando por mantener el nivel de 5,23 y 3,14 euros. De conseguirlo podrían dirigirse a resistencias muy rentables de 6 euros y 3,50 respectivamente. En el caso del Santander, es muy curioso ver cómo en el momento de más pánico rebotó (a precio intradiario) justo en el soporte que tenían marcados los mínimos de 2016 (descontando dividendos).

La situación de Inditex es algo diferente: sus intereses en Rusia le han llevado a una tendencia alcista fuerte que, precisamente en los 20,40 euros actuales, se podría frenar, dejando algo de margen hasta los precios de cierre mínimos entorno a 19,50. Sería muy interesante el rebote en este punto, supondría que el mercado ya ha descontado todo el problema de Rusia, y lo podría llevar hasta los 23,75-24 euros.

En cuanto a los valores defensivos más mediáticos, Iberdrola (posición con más peso en el IBEX) también está en tendencia bajista (no olvidemos que es un sector intervenido con riesgo de actuaciones contrarias a los accionistas debido a los altos precios) y sería muy peligroso que perdiera los 9,50.

Por último, Telefónica (ya superada en capitalización por Cellnex), tras un mal comportamiento hasta octubre de 2020, está disfrutando de una tendencia alcista que se reforzaría en caso de romper los 4,4-4,5 euros.